Desde una perspectiva indígena, la única manera de entender una cultura es interpretarla desde sus propios criterios. La pluriversidad intercultural, como una perspectiva de reconocimiento de los contactos, interacciones e intercambios entre las culturas y colectividades, es un campo de prácticas, diálogos e interaprendizajes.
En esta fecha se conmemora al primer argentino mapuche nombrado como beato por la Iglesia Católica; cuáles fueron los actos que lo llevaron al reconocimiento mundial
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El plan de este libro ha sido, y aún es, relatar desde mi propia perspectiva, no sólo con análisis sino también con mis opiniones, como veo mi experiencia en esta vida de luchas, y que no se detuvieron, hasta aquí nunca, durante tanto mi vida en Chile como en Europa. Está claro que mi vida en Chile, que aunque abarca sólo una muy pequeña parte de mi vida adulta, estuvo marcada -quizás para siempre- por nuestra amistad desde niños con Miquel Enríquez, y por el MIR. Muchos hablan de su presencia en el MIR, en un lapso histórico de la organización. Yo hablaré de la presencia del MIR en mi vida.
El concepto sentipensante nace de aquellas sabias palabras de los pescadores en San Benito Abad (Sucre) al sociólogo Orlando Fals Borda Nosotros actuamos con el corazón, pero también empleamos la cabeza, y cuando combinamos las dos cosas así, somos sentipensantes, un concepto que ha inspirado a poetas. Eduardo Galeano le definió como aquel lenguaje que dice la verdad. En el campo educativo, significa aprender a sentir y pensar al otro (Espinosa, 2014), ser sujetos de praxis (Ghiso, 2013). Es reconocer la escuela como un espacio emocional, vivo, donde circula un universo de diferencias pensantes, comprende la educación no para el mundo de las competencias, sino para el reconocimiento y defensa de la dignidad humana.
La visión oficial reduccionista de la descolonización no es capaz de advertir la complejidad de relaciones de dominación que se complementan de modo estructural, haciendo estable y duradera una condición colonial que permea no sólo el mundo institucional sino la propia subjetividad de los actores, incluso revolucionarios. Esto es lo que nos permite descubrir en la disposición centro-periferia, una clasificación antropológica previa que funda las pretensiones de dominación de un centro, que se considera centro en todos los sentidos. Entonces, descentrar el centro es la primera condición para que el ámbito periférico deje de ser periferia