A nivel global, los pueblos indígenas son reconocidos como protectores del medio ambiente. En el pueblo mapuche, las actividades de las industrias extractivas, la construcción de represas, la minería y las plantaciones de monocultivos tienen consecuencias devastadoras para el sistema de vida de las comunidades. Durante décadas, los mapuche protectores del medio ambiente se han opuesto, desactivado y en muchos casos detenido estos proyectos.
Realizada en noviembre 2019 a los manifestantes de la denominada Zona Cero, por el Núcleo de Sociología Contingente (Nudesoc), integrado por estudiantes de Sociología de la Universidad de Chile, y que viene a desmitificar las preconcepciones sobre el perfil de quienes han sido protagonistas del estallido social y sus demandas. Las evidencias empíricas sobre los protagonistas del estallido social dicen que son personas de 33 años en promedio, más del 55% de los manifestantes cuenta con estudios superiores y en su gran mayoría sin participación en organizaciones. La principal conclusión es que son personas adulto-joven con un sentido claro, que tienen conocimiento de la realidad social y que han sido educados. Asisten a una manifestación por un sentido claro y lógico hacia las demandas por las que se manifiestan.
La pregunta que todos debemos responder es ¿cómo es que esta clase media tradicional pudo incubar tanto odio y resentimiento hacia el pueblo, llevándola a abrazar un fascismo racializado y centrado en el indio como enemigo?¿Cómo hizo para irradiar sus frustraciones de clase a la policía y a las FF. AA. y ser la base social de esta fascistización, de esta regresión estatal y degeneración moral? Ha sido el rechazo a la igualdad, es decir, el rechazo a los fundamentos mismos de una democracia sustancial.
Los libertadores consideraban que los indígenas eran un obstáculo para el desarrollo nacional y creían que «la autonomía que habían heredado del régimen colonial debía terminar mediante su integración a la nación» Los criollos, españoles nacidos en América, se presentaron así como las voces y guardianes de los indígenas. La independencia empeoró, en la mayoría de casos, las condiciones de vida de la población indígena.
La operación para el traspaso de las tierras comenzó oficialmente el 16 de diciembre de 2004, cuando el abogado panameño Rolando Candanedo Navarro, creó en su país una sociedad al portador llamada Parque Chiloé Overseas INC. Candanedo, un hombre con muchos amigos en Chile y más de tres mil sociedades en Panamá, actuaba como ?agente residente? de la sociedad Continental Pacific LLC, la compañía de Henderson y sus socios. Eduardo Mondaca, del Centro de Estudios Sociales de Chiloé, en 2013 en su investigación ?Los despojados por el conservacionismo: el caso del pueblo Williche de Chiloé? evidencia como se legitima el despojo de territorios de los huilliche ?El Parque Tantauco es un proyecto violento, antidemocrático y de imposición de una lógica de expropiación relacionada, con la separación de los pueblos indígenas de sus medios de subsistencia.
El avance de las inmobiliarias en territorio indígena no han sido evaluados, así como dejan sin ninguna facultad de decisión a las comunidades que históricamente han habitado estas tierras. Diversas situaciones muestran que terrenos que pertenecieron a mapuche acreditados por títulos de merced fueron vendidos o traspasadas en distintas circunstancias, de manera engañosa o violenta, a particulares. La Ley Indígena, de 1994, establece en su artículo 12 que para que las tierras tengan calidad indígena deben existir dos elementos copulativos: primero, que sean provenientes de título de merced y que actualmente se encuentran en propiedad o posesión de personas indígenas.
El magistrado interpretó que cuando ocuparon el lote lo hicieron sin intención porque suponían que era de ellos y no del privado que los llevó al banquillo.
Fue la decisión del juez de Garantías, Gustavo Ravizzoli, respecto a los seis integrantes de la comunidad Campo Maripe acusados.
Dos mujeres, procedentes de Argentina y Colombia, fueron identificadas por las cámaras de seguridad en una movilización no autorizada.