El werken de la comunidad mapuche Segundo Manuel, Paulo Purrán, difundió un comunicado y fotografías en las que se observan derrames de los que responsabiliza a la empresa petrolera Oilstone y asegura que ya denunciaron la situación, “pero todo queda igual”, ya que la compañía “cuenta con la protección del Poder Judicial y la secretaría de Ambiente de la provincia que no hace nada al respecto”.
La comunicación que emitió la Confederación Mapuche de Neuquén recuerda que el lof, ubicado en la zona de Portezuelo Chico, al noroeste de la ciudad de Cutral Co, “cerró las tranqueras y no permite el paso a los trabajadores petroleros”. Además, responsabiliza a la empresa Oilstone “de generar el conflicto en el territorio del lof Mapu Manuel Segundo por el actuar inescrupuloso que muestra la petrolera”.
La nota afirma que la empresa “utiliza los peores métodos para intentar generar violencia contra la comunidad originaria” y señala que, en los últimos días, “intimó por escrito a los superficiarios y les indicó que no realizarán el pago por sus derechos, debido a la protesta mapuche en la entrada al territorio” y amenazó con cortar el agua a los superficiarios vecinos, señala el escrito. Para los autores del comunicado, la compañía “sabe que estas semanas son clave para los crianceros y por eso utiliza los cortes de agua como método de presión” y reveló que recientemente, tras la parición de chivas y yeguas, se observó la muerte de animales “que con tanto esfuerzo se crían”, expresa.
La comunicación señala que la zona históricamente fue de aguadas, “que dejaron de existir producto de la destrucción causada por la industria petrolera” y menciona que las napas bajaron enormemente, por lo cual “las perforaciones no logran llegar hasta el agua” y las que lo consiguen, no aseguran que esta sea potable. Destacan además que, cuando las petroleras adquieren el derecho a explotar un área, “lo hacen con sus activos y pasivos”, sin embargo, a pesar de que a tres kilómetros se encuentra la red que lleva agua a la planta de YPF, “la comunidad continúa sin poder acceder a ese recurso”.
Por último, el comunicado sostiene que la empresa Oilstone no aceptó la mesa de diálogo y no envió a los supervisores a controlar el estado de las instalaciones, “con la intención de responsabilizar a la comunidad por no poder ingresar”, lo cual empeoró aún más la situación, señala.