Estamos ante un proceso político inédito en Chile. En este nuevo escenario de múltiples cambios se producen relaciones de conflicto y de cooperación, transacción y acción que persisten en el tiempo y enfatizan los desafíos de las convocatorias históricas. En el tiempo, la mirada colonial contrasta las diferencias en las líneas de acción políticas que han negado a la sociedad y pueblos indígenas un amplio espectro de soluciones a problemas que hoy estamos viviendo. Nunca podrás ser tú mismo si continúas viviendo en la misma casa del que te oprimió.
En Chile, en el medio intelectual, hablar de indígenas y mestizos siempre ha sido complejo. No es un problema de concepto, es un problema de cómo se conecta lo racial y patriarcal a la evocación que alude. Esto no es casualidad, es una causalidad, dado que la mirada colonial es la norma a la regla que establece el cómo se escribe la historia hispanoamericana. La definición de mestizo, que enfatiza el carácter racial y biológico emerge de la ambigua relación entre historia y antropología. Desde esta perspectiva, es una categoría taxonómica que reproduce la finalidad de los registros eclesiásticos del sistema político administrativo colonial. Una sociedad jerárquica, corporativa y medioeval que se articula bajo la lógica de dominación racista.Por otra parte, la teoría del mestizaje por aculturación subraya que la cultura no es congénita sino que se aprende. Desde allí desarrolla una corriente de investigación cuyo foco es el estudio de fenómenos culturales en el ámbito de las ciencias sociales y humanidades. Será una idea que influenciará el pensamiento sobre el mestizaje, que vincula los estudios culturales, por su sentido filosófico e integrador. José Vasconcelos (1882-1959), con su teoría de la raza cósmica, a partir de la década de 1960 abre nuevas perspectivas a la imaginación sociológica, antropológica y política.
Este enfoque teórico supone la interpretación de forma y ve al mestizo como parte de un proceso de formación ciudadana y agente de cambio social en su rol de articulador de la identidad nacional. Es así que el mestizo pasa a representar la fuerza histórica que con otros actores sociales contribuye a la formación y fortalecimiento de valores nacionalistas. Un nuevo movimiento político y teórico se puso en acción y realzar el carácter cultural del mestizaje puso de manifiesto su carácter problemático, ya que devino en una estrategia de posicionamiento político y social que marginaliza lo indígena. Se trata de una estrategia donde la línea de demarcación entre indio y mestizaje es tenue, debido a que mestizo se puede ser por el cruce biológico o por el cultural, o por ambos a la vez.
Esta tendencia se ha interrumpido por el hecho que el mestizaje comenzó a adquirir más densidad indígena. Densidad que coincide con el crecimiento demográfico y la revitalización cultural indígena. Por tanto, la cuestión a resolver pasó a ser lo siguiente: ¿Qué pasa con el indígena cuando entra a formar parte de la sociedad formalizaba por la cultura colonial? ¿El indígena que se incorpora a la vida rural o urbana deja de serlo? ¿Es más probable que un indígena se convierta en mestizo que a la inversa? Cuanto mayor sea la densidad de un cuerpo, más pesado nos parecerá. Paralelo al consenso, el conflicto de intereses surgió cuando ambos grupos entraron en pugna en torno a su relevancia en el espacio histórico y social. El indio dejaba de ser tema marginal y se convertía en eje de la vida política nacional.
Sin llegar a los niveles mencionados, la misma tendencia se observa en la Convención Constitucional donde la presidencia de una mujer mapuche genera incomodidad, porque no es un lugar en el cual se está acostumbrado a ver indígenas. En un momento constituyente decisivo en la historia de Chile, la comprensión sobre conceptos fundamentales como mestizo-mestizajes se vuelve necesidad permanente. Lo que ocurre en el debate de la Convención Constitucional, más allá de lo específicamente dicho por los constituyentes, tiene una influencia importante en las percepciones de la audiencia. En primer lugar, porque refleja el contexto en la construcción social de prejuicios que en muchos casos reproduce la mirada colonial y patriarcal.
Mestizo es un concepto ambiguo que tiene diferentes significados en diferentes contextos. La comprensión de las relaciones entre experiencias concretas y su vinculación entre saberes sigue siendo pertinente para comprender numerosas dinámicas políticas. Por ejemplo, en un comunicado firmado por 116 académicos y académicas enuncian que "la nueva Constitución debe representar el mestizaje propio de esta tierra?". En una entrevista el vicepresidente de la Convención Constituyente refiere sobre el "estándar de participación social de la población mestiza y de la población originaria". El diario El Mercurio, uno de los ámbitos de mayor presencia del poder político en Chile, se expresa en la siguiente forma: "hay un conjunto de mestizos que avivan la cueca araucana".
De la escena político-social, con su consiguiente influencia ideológico-cultural, Gabriel Salazar, Premio Nacional de Historia sostiene que "en octubre de 2019 el pueblo mestizo y el pueblo ciudadano fueron protagonistas del más grande y temible reventón social de toda la historia de Chile". En una entrevista en un canal de televisión estadounidense Salazar aporta información que permite conocer los criterios que de acuerdo con su opinión definen el mestizaje en Chile. De acuerdo con su denominación es "la composición étnico sanguínea" producto del cruce entre el varón español y mujer mapuche. En concordancia con este hecho, el 52% de los chilenos tiene sangre mapuche; es decir, son mestizos.
Por lo tanto, la temática que me interesa desarrollar corresponde a suponer relaciones e influencias en torno a los criterios interpretativos. De acuerdo con lo anteriormente expresado, Salazar se inclina por aceptar la teoría del mestizaje por cruce biológico, por no hablar de la connotación patriarcal de su afirmación. No es cosa menor, dicho de otra manera: la cultura es congénita y no se aprende y el criterio de validez del mestizaje es la supremacía del tronco patriarcal-racial español. ¿Reproduce Salazar la mirada colonial? Si bien el concepto de razonamiento puede parecer simple, lo cierto es que al igual parece lógico, que si existe la posibilidad ir más allá de una simple deducción.
No hay duda de que estamos ante un proceso político inédito en Chile. En este nuevo escenario de múltiples cambios se producen relaciones de conflicto y de cooperación, transacción y acción que persisten en el tiempo y enfatizan los desafíos de las convocatorias históricas. En el tiempo, la mirada colonial contrasta las diferencias en las líneas de acción políticas que han negado a la sociedad y pueblos indígenas un amplio espectro de soluciones a problemas que hoy estamos viviendo. Nunca podrás ser tú mismo si continúas viviendo en la misma casa del que te oprimió. Es hora de asumir la necesidad de descolonización y despatriarcalización del conocimiento. La descolonización y la despatriarcalización de la identidad cultural de los pueblos de Chile es una propuesta para la gestión integral del Estado Plurinacional en su especificidad.
Jorge Calbucura
Licenciado en Historia y doctor en Sociología. Coordinador del Centro de Documentación Mapuche Ñuke Mapu.
Fuente: https://www.eldesconcierto.cl/opinion/2021/08/27/descolonizar-y-despatriarcar-al-mestizo.html?fbclid=IwAR1W1MPcsW2nrb_TwQ8BWltY2qFLLLOjfqfisvSf0GxABLyVd9P0lxRtXo8