Durante los días 14 y 15 de Octubre del 2011, se llevó adelante el “I ENCUENTRO DE COMUNIDADES MAPUCHE, CAMPESINOS Y DE LA SOCIEDAD CIVIL ANTE LA EXPANSIÓN DE LA FRONTERA HIDROCARBURÍFERAS”. En él pudimos analizar el impacto que tendría la explotación de un yacimiento petrolífero en la zona de El Maitén comprendida dentro de la Cuenca del Ñirihuau. Contamos con la participación de miembros de las comunidades mapuches, campesinos y referentes de la sociedad civil como así también vecinos auto convocados de la localidad de El Maitén y la Comarca.
Ha sido fundamental el aporte a partir de la experiencia en la lucha contra las petroleras norteamericanas llevada adelante por nuestros pu peñi ka pu lamngen (hermanos y hermanas) de Neuquén, quienes trajeron hasta este encuentro su opinión y testimonio.Hemos analizado los diferentes escenarios afectados por la política extractivista tanto de las petroleras como de las mineras. En todos los casos, la falta de información constituye el eje que permite la manipulación y el ocultamiento del real impacto que provoca la explotación en nuestro territorio.
Sin duda los principales beneficiarios son las empresas petroleras, con la complicidad del Estado Capitalista que favorece el saqueo a cambio de contaminación y pobreza. La ciudadanía con absoluto desconocimiento sobre sus derechos y mecanismos de participación para opinar, queda atrapada en un silencio que es interpretado por las empresas como licencia social. De la misma manera, las empresas obtienen seguridad jurídica y violan sistemáticamente las garantías constitucionales de la ciudadanía como el derecho a la consulta y a la participación en la toma de decisiones.
Escenarios de conflictos
Han transcurrido más de cien años desde que se descubrió petróleo en el país. Paradójicamente, la provincia de Chubut fue el primer lugar en donde se dio el histórico hallazgo sin embargo, los billones de dólares producidos con la extracción del petróleo en Patagonia, no se condicen con la realidad de pobreza y marginalidad de la población.
La explotación petrolera presenta en la actualidad diversos escenarios de conflictos.
Por un lado, los territorios presentan una variable de análisis. Los territorios ya explotados nos permiten diagnosticar la magnitud de la afectación ambiental, social, económica y cultural de pueblos originarios y campesinos avasallados por la presencia de estas multinacionales. Los pueblos y ciudades erigidas a partir de la actividad extractiva hoy se encuentran superpobladas y con un cordón de marginalidad en permanente crecimiento. Por otro lado, se encuentran en la mira pequeños y grandes centros urbanos que, al no contar con planificación productiva genuina quedan expuestos a la voracidad de las empresas.
Los territorios invadidos por las transnacionales petroleras vinieron a aumentar el impacto destructivo que ya había generado su predecesor Yacimiento Petrolíferos Fiscales (YPF), empresa estatal que desde principios de 1900 y hasta la década de los ‘90 mantuvo el control absoluto de la explotación petrolera. Si bien el Estado argentino jamás consultó a las comunidades mapuche-tehuelche al ingresar al territorio para iniciar los cateos, desde la privatización de YPF la situación ha empeorado.
Las transnacionales petroleras no sólo no cumplen con el proceso de consulta que obliga la ley sino que además, contratan sectores del sindicalismo como fuerza de choque para intimidar y amedrentar a las comunidades que no están de acuerdo.
Las comunidades que han sufrido la invasión de las transnacionales petroleras en sus territorios en la actualidad padecen enfermedades, en algunos casos terminales. También poseen contaminación de la napa freática y el impacto ambiental es altamente negativo. La complicidad del Estado en diferentes áreas para encubrir los casos de contaminación, tales como profesionales de la salud que mienten sobre los peritajes y mediciones de petróleo en el agua y la tierra, como así también en la sangre de los enfermos con informes desvirtuados y llenos de datos falsos, contribuyen al desamparo institucional de las comunidades afectadas que no encuentran un acompañamiento veras a su demandas.
La oferta laboral por otra parte, es limitada. La propaganda que precede a la instalación de las petroleras se basa en la oportunidad de fuentes de trabajo para todo el pueblo. Sin embargo, ni bien se instalan se descubre la verdad: las empresas sólo contratan mano de obra especializada, las cuales en general, provienen de afuera y terciarizan las actividades económicas que surgen alrededor de la explotación petrolera. Estas empresas contratan personal bajo condiciones de precariedad laboral y sin garantía alguna de sus derechos laborales.
El flujo migratorio aumenta desproporcionadamente, con interesados venidos de diferentes localidades, provincias y países con la esperanza de conseguir trabajo. Al llegar y no encontrarse con esa posibilidad engrosan el cinturón de pobreza sin perspectiva de mejorar su calidad de vida.
La prostitución y la droga son otros dos escenarios que acompañan el bum petrolero.
La falta de información y de consulta a la ciudadanía matizan estos escenarios. Se refleja en estas acciones la prepotencia de un Estado hegemónico que ignora a las comunidades y pueblos afectados por los mega emprendimientos extractivistas como así turísticos en nuestra región. Tal es así por ejemplo, el manejo de la información que se les brindó a los vecinos de Buenos Aires Chico en relación a una pista de esquí que comenzará a funcionar en esa zona.
Y esto es apenas un esbozo de una larga lista de sistemáticas violaciones no sólo a nuestra vidas sino también a nuestra mapu.
Por todo ello consideramos:
-La necesidad de hacer valer nuestro derecho a la información y que se nos garantice mecanismo de consulta.
-Interpelar este modelo de desarrollo capitalista, extractivista, y contaminante.
-Terminar con la creciente asimetría económica que enriquece sin límites a las empresas y empobrece y enferma a los pueblos y naturaleza.
Proponemos:
-Contribuir a la construcción de un modelo económico basado en la reciprocidad y equidad entre pueblos y naturaleza
-Repensar el modelo energético
-Priorizar la producción de alimentos diversificando los cultivos
-Terminar con el concepto de tierras fiscales como territorios deshabitados
-Adherimos al Primer Encuentro Mapuche sobre conflictos ambientales que se realizará próximamente en la Patagonia.
POR TERRITORIO JUSTICIA Y LIBERTAD
¡MARICI WEU!
Colectivo Radial Petu Mogeleiñ
Observatorio Petrolero Sur