La historiografía española y chilena con respecto a los mapuches y otros pueblos originarios se basa en la recopilación de testimonios que pudieron recoger las autoridades civiles, militares y eclesiásticas españolas y chilenas, de parte de informantes mapuches, o de españoles que mantuvieron largo contacto con este pueblo. Cronistas, historiadores y funcionarios debieron conformarse con la información que los propios indígenas quisieron revelar acerca de su propia cultura, religión, filosofía e instituciones. Es por ello que la globalidad de la cultura mapuche (que incluye la estructura social, el derecho, la filosofía y la religión) no ha sido conocida en su conjunto por la historiografía tradicional y sólo en las últimas décadas la mayor profundidad de la observación y la posibilidad de obtener mejores referencias de los propios informantes mapuches, ha permitido ahondar en el conocimiento más sutil de la cultura y la cosmovisión mapuche.