Por Raigan Nawel
El año 1993 se promulga la ley indígena indígena 20.253 cuyo espíritu busca la devolución de las tierras a la nación Mapuche despojadas tras la invasión militar chilena denominada “pacificación de la Araucanía”. A 31 años de aquel suceso, los conflictos no han dejado de agudizarse y, con la creación de la Comisión de Paz y Entendimiento, se busca disipar las diferencias pero, al recibir de Conadi la sugerencia de aconsejar otras formas de reparación que no sean tierras, se aleja de la principal demanda de las comunidades en el país Mapuche.
La moción presentada por CONADI en Valdivia el pasado viernes 16 de agosto de 2024, por la directora regional del organismo Gaby Marihuan señaló que “en la región son alrededor de 6 mil has las que se demandan por 4 comunidades” restitución que si lo llevamos al ámbito nacional en Wallmapu, sólo las carpetas ingresadas a Conadi alcanzan un reclamo restitutivo de 18 mil km cuadrados, con una superficie similar a la región de Los Ríos, advierten desde la Conadi.
Asistencialismo – subsidio
De acuerdo a organizaciones Mapuche, a través del asistencialismo han perpetuado las formas de dominación, se truncan las posibilidades de desarrollo y la autonomía territorial sigue siendo potestad del estado ocupante (Chile) que, en su relación con la nación Mapuche crea vínculos afines descabezando las tradicionales formas de convocatorias como los Trawün donde, a través de los Lonko, los Mapuche definen el destino de sus vidas.
Para la Autoridad Nacional Ancestral Mapuche, aspirar a la autonomía territorial les permitiría definir, entre otras fórmulas, el cómo combatir la pobreza y evitar el extractivismo de las riquezas tal cual lo señala el Lonko Daniel Caniullan desde Guaitecas: “Las cooperativas apuntan a esa autonomía de un desarrollo armónico donde todos forman parte de un trabajo colectivo donde vamos a generar ingresos y vamos a tener ítem para otras áreas que los gobierno no son capaces de resolver”.
Respecto a los subsidios, ese proceso acentúa la disputa. Los Mapuche son receptores de explotadas y empobrecidas tierras, quienes terminan siendo “beneficiados”, al final reciben pobreza de la que no pueden salir a flote debido a la nula inversión de desarrollos planificados. Viviendas, cercos, alguna que otra crianza y herramientas, son las escasas acciones de fomento para las comunidades en sus adjudicaciones que, tras múltiples tramitaciones, son emplazadas a convivir con métodos de asistencia social temporal careciendo de un plan sostenible en el tiempo que implique resolver acceso a trabajos dignos o producir excedentes que permitan compartir con una población que requiere alimentarse de los frutos de las tierras.
Tapihue como plan diplomático
Respecto a los procesos de diálogos, la Autoridad Nacional Ancestral Mapuche sigue firme en los acontecimientos históricos, es Tapihue la vía, dicen los parlamentos territoriales. En el pasado encuentro pre conmemorativo desarrollado en Tapihue el 06 y 07 de Enero de 2023 establecen la creación del Mvmvlvgvn Nvtram (debatir para ser constituyente) donde impulsan una agenda temática propia.
“Como lonko trabajaremos en dos líneas; una interna que tiene que ver con socializar nuestros asuntos hacia las comunidades reglamentando un proceder y otra externa apuntada hacia el estado de Chile sus instituciones que generen fuentes de entendimientos, resolución de conflictos, tensiones y controversias” expresa la declaración del denominado encuentro.
Sin embargo, Chile no logra entender el mensaje y continúa adentrándose en los territorios sin autorización ni consentimiento de la Autoridad Mapuche. A través de una carta entregada el pasado 05 de mayo de 2024 hacen la primera advertencia a la Comisión de Paz y Entendimiento “la decisión de los lonko al enviar a sus werkenes y con una carta advertir a la comisión sobre su proceder, es y tiene sentido porque consideran que dicha comisión no aplica en la búsqueda de soluciones” relata Guido Calfuluan del Parlamento Kuifike lonko gulmen ñi nutram.
En la misiva, si bien reconocen la acción del presidente de Chile al mencionar e incorporar en sus discursos oficiales lo del tratado de Tapihue de 1825. “Destacamos que el primer acto debe iniciarse entre los Lonko como Autoridad Máxima de la Nación Mapunche y los poderes del estado de Chile (ejecutivo, Legislativo y Judicial) de otra forma serían infructuosos los intentos porque debe haber actos de respetos mutuos y abordar con conjuntos los temas en el ámbito de la geopolítica, economía, soberanía territorial, educación” manifiestan.
Admiten, a su vez, que “todo lo que venga de ese país (Chile) sin el procedimiento anterior, se considerará una intromisión y falta grave de respeto que viola cualquier derecho internacional al que los pueblos tengan derecho” advierten.