En un acto indigno y ajeno a la justicia, a todos los principios humanos y de dignidad social la Corte Suprema de Chile muestra ser incapaz de resistir al neo-pinochetismo y vuelve a condenar con pruebas inmorales, apoyadas en montajes, tortura, testigos falsos y prevaricación contra los comuneros mapuche en huelga de hambre. Esta era la función durante la dictadura y vuelve a ella con entusiasmo y cinismo.

No era su tarea adaptar toda la información sacada de montajes y de las aberraciones que permite la Ley Anti-Terrorista, usada en Cañete y que llevó a las condenas conocidas. Esta información fue considerada ilegal e ilegítima por las Cortes Marcial de Valdivia y de Apelaciones de Concepción. Pero los Ministros de la Corte Suprema, sin embargo, fueron y las aplicaron en un juicio de reemplazo violando el precepto adicional de que los comuneros mapuche ni siquiera estuvieron presentes en este cuarto juicio: ¿Cómo pueden pretender de que el Debido Proceso fue respetado? Sólo confirmaron de que en Chile la Justicia está basada en un espíritu represivo, favorable a los magnates y empresarios, y que no respeta ni considera los presos del pueblo Mapuche. (Muy distinta es la forma como indultan a criminales de lesa humanidad, remiten las penas y los tratan como príncipes mientras los presos Mapuche están en cárceles que son inhumanas en todos sus aspectos: (Para detalles ver artículo de Lucía Sepúlveda, periodista: http://www.biobiochile.cl/2011/06/03/corte-suprema-anula-juicio-contra-comuneros-mapuche-que-los-condeno-a-mas-de-20-anos-de-carcel.shtml ) La Corte Suprema ha recurrido como históricamente se ha hecho: despreciarlos y ni siquiera ser participantes de su propio juicio. Anular los juicios era la única cosa digna que podían hacer pero fueron incapaces. Pero... no es dignidad lo que podemos esperar de quienes reprimen o se asocian por intereses personales en contra de nuestros hermanos Mapuche. Detalles sobre esa discusión se encuentran en “El funcionamiento ilegítimo y abusivo del sistema de persecución política en Chile permite las injusticias que denuncian los presos Mapuche y otros”: http://derechoshumanosyjusticiaparatodos.blogspot.com

En su pomposa y arrogante actitud mal entienden su papel: no se trata de que sepan como interpretar leyes que otros interpretaron ya y que sabemos lo han hecho de modo inmoral. Se trata de que deben asegurar de que se haga justicia y no de ser sirvientes a una Constitución de marras que fue hecha por el dictador para favorecer a magnates y asociados. Que den varios años adicionales de cárcel a los comuneros “porque los acusan de ladrones de Madera”, en Chile, es un contrasentido total. Quienes han robado territorio y madera son las empresas forestales, que por obra y gracia de la dictadura y con el apoyo del Estado chileno, el aparato legal y administrativo ya por cinco gobiernos cómplices, (y más 200 años de exclusión y despojo). Los privilegiados de la Suprema entienden de que no es necesario justificarse; los Mapuche son inferiores y ellos lo pueden decir. Reprimirlos, al igual que a cualquier grupo humano, es lo que saben hacer. Y lo hacen sin vergüenza. Basta con acusarlos de terroristas, de indicarles que no se va a aceptar esa desobediencia y que merecen escarnio. Pero resulta que Chile ha firmado los convenios y tratados que ordenan responder a las demandas de los pueblos indígenas y respetar las normas para hacerlo, como el Convenio 169 de la OIT. Lo saben y dejan que no se cumplan. La Corte está dispuesta a que el pueblo Mapuche siga luchando por no estar preso. La Corte Suprema ha cumplido con la exigencia de que los dirigentes Mapuche estén presos todo el tiempo que sea necesario. Que consuman sus vidas presos. El daño y el sufrimiento que se les impone no cuenta. Sólo valen el enriquecimiento de los poderosos que manejan este paisito que pretende ser “justo” pero que no es, no quiere ni sabe como serlo.

No fueron capaces de resistir su propia historia de servilismo frente al poder económico y a los métodos aún presentes de la dictadura. Es una vergüenza que no podrán esconder. La Corte Suprema, que votó en unanimidad por esta aberración judicial, pasarán al basural de la historia. Este asalto adicional a la Justicia contribuirá a un despertar mayor de todos los pueblos y sectores sociales de Chile.

Las declaraciones post-condenas emitidas por la Corte Suprema de amplios sectores de DDHH’s y por Lorena Fries, Directora del Instituto Nacional de DDHH’s (INDH), son muy claras en cuanto a que esta actitud es un acto violatorio de los principios de Justicia. Constituye demás una amenaza contra la vida de los presos mapuche en el dí 82 de huelga de hambre.

Las actitudes de las autoridades distan mucho de ser respetuosas para con el pueblo Mapuche, han mentido en forma repetitiva: desde el Presidente, el Ministro del Interior y la Subsecretaria de Gobierno, que siguen repitiendo que el “gobierno habría cumplido con todos sus compromisos” y que” ahora no hay nada que puedan hacer”, cuando hicieron todo lo posible por obligar a una decisión represiva de la Corte Suprema, como la que emitieron. Han insistido en que “las condenas deben ser cumplidas” y, al hacerlo, reniegan de que hubiesen cumplido con todo. No han sido capaces de identificar los procesos violatorios que con asaltos a las comunidades se van aprobar. El pueblo mapuche y todos los sectores sociales chilenos entienden que sólo a través de la lucha social por sus derechos y necesidades lograrán avanzar hacia una sociedad con equidad y justicia para todos.

Los presos Mapuche ya han indicado que recurrirán a la Corte Interamericana de Derechos Humanos. También los familiares y los grupos de DDHH’s seguirán luchando porque en Chile tengamos una sociedad respetuosa de los DDHH’s de todos. No son luchas simples ni breves: el pueblo Mapuche conoce esto muy bien. Nos inquieta que la vida de ellos no está en las normas y preocupaciones del estado o del gobierno. Pretender ser salvadores de vidas… de las mismas vidas por las que no han hecho nada para que sean juzgados con respeto y el debido proceso. es cinismo. Aparecer después de la violencia represiva y las condenas cuando estas son el resultado de una estructura de poder injusta como la chilena no tiene valor alguno. “Las violaciones a la ética que pretenden ejercer” asaltando a los huelguistas de hambre para realimentarlos contra su voluntad es un punto adicional de la injusticia en Chile. Esto a quienes no les dejaron otra alternativa que poner sus vidas para salvar sus derechos y las vidas de su familia y pueblo todo. La Declaración de Malta (http://www.wma.net/es/30publications/10policies/h31/ ) Establece con claridad los términos de referencia de las huelgas de hambre por los llamados prisioneros de conciencia. El gobierno debe aprender a no poner a sus ciudadanos en desigualdad de condiciones ante la ley y así evitará huelgas de hambre.

José Venturelli, Pediatra
Vocero del Secretariado Europeo de la Comisión Ética Contra la Tortura CECT-SE

Desde Hamilton, Canadá, 4 de Junio del 2011