alma canales silva
Entre el optimismo del ministro Cristián Larroulet y la mirada más crítica del abogado José Aylwin, que cree que los conflictos podrían acrecentarse, están los protagonistas, quienes viven las situaciones desde la primera línea.
Las forestales han sido uno de ellos. Quemas de camiones, de campamentos y toma de predios figuran en el guión. Por ello, la asunción de un nuevo gobierno no podía dejarlos indiferentes.
Pedro Jaramillo, presidente regional de la Corporación de la Madera, cree que las directrices que el nuevo gobierno le dé a las políticas indígenas serán cruciales para el rumbo que siga la relación entre mapuches y empresarios.
efectos-¿Cuáles son las expectativas que el sector empresarial tiene en relación al conflicto mapuche con este nuevo gobierno?
-"Sólo puedo referirme al sector forestal. Esperamos que sea asumido, que no se le baje el perfil como hasta ahora, pues la violencia e ideologización de la temática indígena ha aumentado a niveles e intensidades graves. Esperamos también que se escuche a los ciudadanos mapuches comunes y corrientes. Ellos quieren cosas que los líderes indigenistas no transmiten: paz, trabajo, libertad para producir y manejar sus tierras, títulos y emprendimientos individuales, no comunitarios. Que se aborde el conflicto de manera técnica y permanente y no sólo reactivamente cuando suban los niveles de violencia".
-¿Agregaría algo más?
-"Que el tema indígena sea de preocupación multisectorial e inserto en políticas integrales hacia todos los ciudadanos. Que incorpore la opinión y sugerencias del sector privado y particulares que son parte y afectados muy directos. Que se acote la entrega de tierras y se reorienten los presupuestos para generar encadenamientos productivos entre empresas y pequeños productores".
-¿Cómo influirán las decisiones que pueda adoptar el nuevo gobierno en las inversiones, las ganancias, la producción?
-"Serán cruciales, ya que si son las adecuadas servirán para producir cambios reales para la mejoría que muchos actores indígenas y no indígenas esperan hace años. Por el contrario, si no lo son, provocarán una vez más frustración y envidia, lo que en definitiva fomenta el conflicto".
-¿Cómo cree que será de ahora en adelante la relación con las comunidades mapuches?
-"No espero que haya un cambio muy profundo en esto".
-¿Qué elementos deben considerar las políticas indígenas que se apliquen para que la relación sea la óptima?
-"Efectividad y oportunidad para que las personas salgan de la pobreza y puedan optar libremente a dirigir sus vidas y bienes. Que la dirigencia indígena no imponga sus ideologías y su fuerza, sino que responda y trabaje por lo que las personas quieren, que es muy diferente a lo que ellos trasmiten".
-¿Cree que reformular la Conadi es un tema urgente para mejorar la relación?
-"Sin duda. Conadi es una institución que a todas luces y según opiniones de todos los sectores políticos, desde hace años no es una instancia pública eficiente, neutral y transparente. Es más bien un centro de ideologismos y de poder de algunos, lo que obviamente no va en beneficio de quienes dicen defender".
-¿Comparte la postura del gobierno en cuanto a la asignación de tierras por parte de Conadi?
-"No. Hasta ahora se ha traspasado una cantidad muy importante de tierras, las que se mantienen improductivas y no han significado ninguna mejoría a sus nuevos propietarios, sino por el contrario. Esto no puede seguir así. La solución de verdad es construir encadenamientos productivos".
punto final
-El ministro Larroulet sostiene que habrá más diálogo, mientras que el abogado José Aylwin plantea que habrá un incremento en el conflicto. ¿Por cuál se inclina?
-"Por supuesto que por la postura del ministro. Dudo que alguien pueda querer incremento de conflictos. Pero no es fácil, ya que diálogo implica la voluntad no sólo de escuchar, sino de cambiar posturas propias acogiendo las otras partes involucradas. Sin embargo el conflicto seguirá incrementándose en la medida que haya actores e instancias nacionales e internacionales intransigentes e ideologizadas, que quieran seguir imponiendo ideas y prácticas que están lejos de lo que las mayorías quieren".
-¿Qué hace falta para que de una vez se termine el conflicto?
-"Los conflictos no se terminan. Lamentablemente los gobiernos anteriores y muchas instituciones no gubernamentales (nacionales e internacionales) incidieron para que las relaciones al interior de las comunidades y entre comunidades y otros actores fueran cada vez más distantes y violentas. Los conflictos de este tipo, con factores históricos, ideológicos, económicos, culturales y políticos no se terminan, la sociedad en su conjunto debe tratar de transformarlos positivamente".