Mientras el gobierno insiste en hipótesis “terrorista”, Comandante de Bomberos de Carahue, Héctor Rebolledo, señaló que desde el lunes su institución está combatiendo incendios en la zona, planteando la hipótesis de que el siniestro forestal se originó por la quema que hacen particulares para obtener carbón.
El comandante de Bomberos de Carahue, Héctor Rebolledo, señaló que su institución no está manejando la tesis de un “ataque terrorista” como causa del incendio forestal que cobró la vida de 6 brigadistas de una empresa privada. Rebolledo sostuvo que desde el lunes su institución está combatiendo incendios en la zona y planteó la hipótesis de que los siniestros se originaron por la quema que hacen particulares para obtener carbón.Contó que hace 6 años se produjo un incendio de las mismas características en el sector. “Desde el sábado, día en que se informó del incendio, permanece el antecedente de que el foco se produjo debido a que un grupo de personas estaría haciendo carbón en el sector. Es lo que manejamos nosotros”, señaló Rebolledo, desmarcándose de la hipótesis “terrorista” que el gobierno instaló en los medios tras la conferencia del Presidente Sebastián Piñera, ayer en la tarde en La Moneda.
Rebolledo asimismo afirmó que se comenzó a trabajar el lunes en combatir el siniestro, denunciando el escaso apoyo de parte de las instituciones del Estado encargadas de hacer frente a estas emergencias. “No había brigada de Conaf, expertos en el tema de combatir incendios forestales, porque estaban trabajando en otros focos. El lunes y con muy poco apoyo nuestra gente comenzó a trabajar en la zona”, precisó.
Esto último fue confirmado por el edil de Carahue, Pedro Vera Paredes, quien aseguró que el incendio en el que perdieron la vida seis personas esta tarde, comenzó el día sábado, pero recién el lunes se movilizaron algunas brigadas para controlar las llamas.
“En cierto modo, queremos manifestar nuestra molestia y disconformidad con las autoridades del gobierno central porque esto se habría evitado si se hubiera controlado a tiempo”, dijo el edil, mencionando que lugareños vieron el pasado 31 de diciembre a un helicóptero sobrevolar la zona afectada, pero sólo después de dos días apareció un primer grupo de brigadistas para apagar el fuego.
“La capacidad de reacción falló aquí”, lamentó Vera. “Debiera haberse actuado a tiempo y allí asumo yo mi responsabilidad también, y por desconocimiento no lo hicimos. Debiera haberse actuado de forma inmediata el día sábado cuando el foco se abrió a la visión de las torres de vigilancia, a la visión de las empresas forestales y de Conaf, inmediatamente debiera haberse combatido”, señaló.
El alcalde avaló la tesis de bomberos al señalar que el siniestro se inició el pasado sábado en el sector de la Rinconada de Los Laureles, zona productora de carbón y se extendió hacia el sector de Los Laureles y Llinco durante los días siguientes, e insistió en que “este incendio pudiera haberse evitado si se hubiese actuado de forma inmediata el día sábado, cuando recién apareció el foco de incendio en el sector de Rinconada de Los Laureles”.
Sobre la situación actual, el jefe comunal afirmó que “las llamas están avanzando en dirección sur, los focos se hacen cada vez más intensos y se está transformando en incontrolable”. “Solicitamos a la Región una decisión más rápida para inyectar recursos, de manera tal que nos permitan poder trabajar en el control del incendio”, subrayó Vera.
Sindicato Forestal
Por su parte, Jorge González, presidente de la Confederación Nacional de Trabajadores Forestales, en entrevista con CNN Chile denunció que la situación de los brigadistas forestales es precaria porque existen una certificación que depende de las propias empresas. “El trabajo de brigadista forestal no difiere de un trabajo de una empresa contratista común y corriente que le trabaje a cualquiera de las grandes empresas, pero la totalidad de los sueldos son bajos”, explicó asegurando que debiera haber una realidad que reflejase la importancia del sector.
“Las empresas forestales son comparables con Codelco, por su importancia en la economía nacional, pero esto no se refleja en las remuneraciones ni en las condiciones laborales de sus trabajadores”, señaló. “Estos trabajos no deberían por qué provocar muerte, estos trabajos se pueden hacer, el fuego es un elemento que se puede combatir, pero este país siempre es el país de la improvisación”, remarcó González. “Este es un país sísmico, pero tuvimos un terremoto y se improvisó”, señalo el dirigente sindical.
“Debiera ser un honor ser brigadista forestal, pero hoy es la última alternativa para jóvenes sin pega. Un trabajo temporal, sin preparación y mal pagado”, subrayó. González descartó además responsabilizar a priori a mapuches de los siniestros. “Se ha culpado en ocasiones anteriores a mapuches y luego se ha demostrado que son incendios accidentales o intencionales de autoría muy diversa. Es una irresponsabilidad culpar de buenas a primeras a los mapuches”, indicó.
A través de una declaración pública, la entidad responsabilizó además a la empresa Forestal Mininco por no permitir la sindicalización de sus brigadistas. “Llamamos a la empresa Mandante, Forestal Mininco, a asumir su responsabilidad en esta tragedia, resguardando los derechos de los trabajadores fallecidos y preocuparse que sus familias no queden, como tantas otras, olvidadas y abandonadas a su suerte. Este accidente es responsabilidad de Forestal Mininco y como tal exigimos todo el peso de la ley para los encargados de Prevención y los jefes del área respectiva”, señaló la Confederación.
Dramático testimonio
Seis fueron los brigadistas muertos hoy mientras colaboraban en tareas de extinción de incendios en Carahue. Las víctimas eran brigadistas privados, jóvenes temporeros sin preparación, que trabajaban para una empresa subcontratista que prestaba servicios a la Forestal Mininco, filial de la empresa CMPC. La brigada, compuesta por diez personas, trataba de controlar un foco de incendio que afecta al Fundo Casa Piedra, a 50 kilómetros de Carahue, zona cercana a la costa de La Araucanía. La cuadrilla provenía de Lumaco y trabajaba para la empresa subcontratista de Gerardo Cerda.
Cuatro brigadistas lograron escapar lesionados y fueron derivados a centros asistenciales. Hasta el momento se sabe que uno presenta quemaduras de carácter leve y fue derivado hasta el Hospital Regional de Temuco. Se trata de Julio Marín Concha (31), herido de mediana gravedad con un 6% de su cuerpo con quemaduras, principalmente en piernas, muñecas y rostro, y sin compromiso de las vías respiratorias. Está estable, fuera de riesgo vital y está siendo evaluado, pero su pronóstico es bueno.
El segundo brigadista herido es Gonzalo Contreras (22), quien quedó internado en la UCI de la Asociación Chilena de Seguridad. Presenta un 30% por ciento de su cuerpo con quemaduras y está en proceso de evaluación médica. No se conoce hasta ahora el estado de los otros dos rescatados, pero uno de ellos habría logrado escapar ileso del incendio. De acuerdo al brigadista Marín, el grupo en que estaba, al percatarse de que el viento cambiaba de dirección y que las llamas los rodeaban, se abrazó para tratar de resistir el paso de la llamas.
Héctor Herrera, sobreviviente, relató lo acontecido. “En un principio empezó a arder en la parte donde estábamos haciendo el control y después saltó una chispa hacia atrás de nosotros. Cuando empezó a arder les dije a todas las personas que estaban conmigo, en la brigada éramos siete, que salieran. “¡Corran, Corran!”’, hacia la parte despejada porque era la única vía de escape”, relató a los medios. Añadió que “como estaba a cargo y andaba con comunicación era el último en salir y empecé a contar hasta el número ocho, porque el jefe de brigada estaba arriba. Yo cuando quise salir no pude, me devolví y había fuego por todos lados”.
El sobreviviente indicó que “la única instancia fue sacar la cantimplora y mojarme y pasar por encima del fuego”. Después, subrayó, “me encuentro con 10 personas más que estaban en un lugar que no se había quemado. Pasamos por encima del fuego y llegamos a una quebrada. Allí había agua y todos se mojaron para llegar a un lugar seguro”, afirmó. Herrera manifestó que posteriormente pudo contactarse por radio para solicitar ayuda y pidió un “helitransporte” para las 10 personas que lo acompañaban. También comentó que tiene sentimientos encontrados porque siente que pudo haber hecho algo por los que perecieron, aunque enfatizó que era imposible porque fueron envueltos por el fuego.