Cuando aún lo ánimos de grupos ecologistas y pehuenches estaban resentidos por la entrada en operaciones de Pangue, marzo de 1996, en junio de 1997 Endesa iniciaba las primeras faenas para construir la segunda central hidroeléctrica en el Alto Biobío, desatando un nuevo conflicto en el área y que hasta hoy sigue vigente. En ese momento Endesa esgrimió las necesidades eléctricas del país para iniciar las obras de esta central que se encontraba inserta en un plan de cinco centrales en el área, Pangue (operando), Ranquil, Huequecura y Quitramán, programación que hoy se encuentra desechada. A pesar de que las necesidades energéticas del país en ese momento y hoy efectivamente eran y son reales, la demanda crece a un 6% anual como promedio, exisitió otra razón por la que Endesa apresuró el inicio de las faenas. Diario El Sur domingo 6 de abril de 2003 

 


domingo 6 de abril de 2003

El difícil camino de la central

Ralco en aguas torrentosas

Sucesivas postergaciones han complicado el proyecto de Endesa que en 1997 pretendía construir cinco centrales en el Alto Biobío. Hoy día ese plan está abortado.

Cuando aún lo ánimos de grupos ecologistas y pehuenches estaban resentidos por la entrada en operaciones de Pangue, marzo de 1996, en junio de 1997 Endesa iniciaba las primeras faenas para construir la segunda central hidroeléctrica en el Alto Biobío, desatando un nuevo conflicto en el área y que hasta hoy sigue vigente.

En ese momento Endesa esgrimió las necesidades eléctricas del país para iniciar las obras de esta central que se encontraba inserta en un plan de cinco centrales en el área, Pangue (operando), Ranquil, Huequecura y Quitramán, programación que hoy se encuentra desechada.

A pesar de que las necesidades energéticas del país en ese momento y hoy efectivamente eran y son reales, la demanda crece a un 6% anual como promedio, exisitió otra razón por la que Endesa apresuró el inicio de las faenas.

Ese año comenzaban las construcciones de las primeras centrales de ciclo combinado y se hablaba del uso del gas natural, lo que significaba una fuerte competencia para el gigante eléctrico.

Endesa evaluó, además, que si comenzaba la inversión en el Alto Biobío frenaría por un tiempo la entrada al país de sus competidores con gas natural.

Las permutas

El problema inicial, y hasta ahora sin solución, ha sido el de las permutas de las tierras pehuenches necesarias para la ejecución del proyecto.

En un año Endesa, es decir en 1998, logró el acuerdo de 77 familias. En marzo de 2003 registra el consentimiento de 88 familias, lo que le representó a la fecha invertir 34 millones de dólares en su relocalización en los fundo El Barco y El Huachi en la comuna de Santa Bárbara. (A esta cifra hay que sumar los $ 400 millones que se entregará a los hermanos Nicolasa y Juan Quintremán).

En este conflicto, Endesa ha tenido que enfrentar a dos mujeres que han liderado la resistencia indígena al proyecto. Berta y Nicolasa Quintremán, se convirtieron en verdaderos íconos nacionales.

Sin embargo, Endesa logró una gran victoria en diciembre de 2002, cuando Nicolasa finalmente cedió y aceptó 200 millones de pesos y 77 héctareas por permutar sus tierras. Este mismo camino sigió su hermano, un hombre de bajo perfil pero que recibió la misma cantidad.

Esto bajó la moral de las cuatro familias que quedaron en la resistencia indígena, pero que a las pocas semanas se recuperó, cuando en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos se acogió una presentación que obligó al Estado de Chile aplicar una medida cautelar en favor de los pehuenches y que en la práctica impide administrativamente que continúe el proceso legal de expropiación de los terrenos iniciado en marzo de 2002 y que debía finalizar a principios de 2003.

Las obras

Actualmente los trabajos en Ralco tienen un avance superior al 72% La compañía trabaja en todos los frentes, y la central de máquinas, donde están las principales piezas de generación eléctrica se encuentra terminada.

Los trabajos se concentran en la construcción del muro del embalse que tendrá una altura de 155 metros desde el lecho del río. Este permitirá embalsar mil 222 millones de metros cúbicos de agua, inundando 3 mil 467 hectáreas, lo que permitirá generar 3 mil 100 gigawatt de potencia al año, lo que representa un aporte del 8% al sistema interconectado central. Al inicio del proyecto este aporte se estimaba en un 10% y se rebajó a raíz de las postergaciones de entrada en servicio.
 
 
 


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