El contrato de permutas no nace de una voluntad expresa de los pehuenches, sino que de la imposición de un proyecto que no dejaba alternativa a estas etnias. Y eso lo comprobamos en una serie de entrevistas con los indígenas, a través de respuestas reveladoras: "no tenemos alternativa me van a inundar, no soy pez", me dijeron varios pehuenches. Ante la pregunta de si querían irse, la respuesta fue tajante: "No, pero tengo que hacerlo". Tercera en Internet 8 de Agosto de 1998
| NACIONAL
CRONICA
08 de Agosto de 1998 |
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| Tras
alejarse de la Conadi:
Aseguró que sólo dijo a los pehuenches que no firmaran ninguna permuta si tenían dudas.
-¿Cual es su ánimo tras los últimos acontecimiento? ¿Está desilusionado de todo el proceso? -No. Estoy tranquilo y conforme, se realizó todo lo necesario para llevar adelante un proceso del más alto nivel y seriedad. Hubo gobernabilidad. No obstante, estoy preocupado por las etnias y la manera como se han manifestado tras conocer mi alejamiento. -¿Lo sorprendió la petición de renuncia por parte del Presidente Eduardo Frei? -La verdad, no. Mi renuncia se fue gestando con el correr de las horas del miércoles pasado. -¿Y cómo se gestó? -Cuando faltaban horas (miércoles) para realizarse el Consejo de la Conadi (que resolvería las permutas por Ralco) llegué a la conclusión, de acuerdo a los informes jurídicos de la corporación, que no podía concurrir con un voto favorable. Y por eso decidí comunicarme con el subsecretario (Mideplán) para que supiera mi posición. -¿Qué le respondió el subsecretario? -Se me informó que la voluntad del Gobierno no era aprobar ni rechazar el proyecto de Endesa, si no que exigir mayores condiciones a Ralco. Yo conteste que eso no era posible, que el informe jurídico era contundente y que no aceptaría las permutas, porque adolecían de problemas de forma y fondo que hacían aconsejable, de acuerdo a la ley indígena, no aceptarlas. Y agrega: -Yo no podía desautorizar dicho informe jurídico. -Entonces le pidieron la renuncia. -No. El Gobierno (subsecretario) me dijo que mi determinación no era sostenible. Se me planteó, en ese momento (en una reunión que duró toda la mañana del miércoles), que suspendiera el Consejo. -¿Qué dijo usted...? -Yo respondí que esa petición tampoco era posible, porque el Consejo no sólo está compuesto por integrantes que representan la línea del Gobierno, sino que por indígenas de todas las etnias. En realidad no había una causa que justificara la suspensión. -¿El gobierno qué solución planteó ante sus constantes negativas? -En un momento pensó (el subsecretario) en que al iniciarse el Consejo se planteara la moción de suspender la reunión, pero después reflexionó y llegó a la conclusión de que si los ocho miembros indígenas se oponían, junto con mi voto habría mayoría. En ese momento la reunión se suspendió hasta nuevo aviso. -El tiempo corría en contra del inicio del Consejo. -Si, y a eso de las 16 horas el subsecretario (Mideplán) me llamó por teléfono y me insistió en la idea de suspender el Consejo. A lo que respondí que no era posible. El subsecretario me dijo que la imagen del Gobierno estaba en riesgo si se rechazaba y llevaba a cabo el Consejo, con la inminente posibilidad de no aprobación de las permutas. Bueno, ahí el subsecretario me informó que el Presidente de la República me solicitaba la renuncia. Y a las 17 horas le envíe mi respuesta al Mandatario. -En concreto, ¿cuales son las observaciones que usted hace al proyecto Ralco? -Primero, el contrato de permutas no nace de una voluntad expresa de los pehuenches, sino que de la imposición de un proyecto que no dejaba alternativa a estas etnias. Y eso lo comprobamos en una serie de entrevistas con los indígenas, a través de respuestas reveladoras: "no tenemos alternativa me van a inundar, no soy pez", me dijeron varios pehuenches. Ante la pregunta de si querían irse, la respuesta fue tajante: "No, pero tengo que hacerlo". Otro elemento, que consideró el ex presidente de la Conadi, fue que la tasación comercial que se hizo de los terrenos (por tres consultoras diferentes) es muy por debajo de lo que está pagando Endesa con las permutas. Agregó, además, que el no acatamiento de la paralización de obras por parte de la empresa, indicó que la generadora actuaba sobre "hechos consumados".
El barcoOtra anomalía, según Namuncura, es que el fundo El Barco está muchos kilómetros más arriba de donde actualmente viven los pehuenches y ofrece condiciones insustentables de vida.
Carta al Presidente Frei"En nuestro examen institucional, conforme a derecho y de acuerdo a las normas de la Ley Indígena y el reglamento aprobado por el consejo de la institución, llegué a la convicción de que tales solicitudes no pueden ser aprobadas por no cumplir con un conjunto de requerimientos de forma y de fondo analizados con rigor.Existe, además, un hecho real y contundente que es que el proyecto Ralco implica efectos irreversibles para la cultura pehuenche. Su modo de vida, su identidad, sus raíces y cosmovisión, todo lo cual requiere una consideración de procedimiento, de calidad a la formalidad de permutas que se generaron como resultado de la puesta en marcha de un proyecto industrial y no como fruto del deseo y voluntad consciente de los pehuenches. La Ley Indígena, aprobada por la unanimidad del Congreso Nacional en octubre de 1993, exige respetar, proteger y promover el desarrollo de los indígenas, su cultura, y adoptar las medidas adecuadas para tales fines. Se debe velar por las tierras indígenas, su adecuada explotación y su equilibrio ecológico. De esta normativa se desprende la exigencia que tenemos todos los chilenos de velar por la existencia del pueblo indígena. El proyecto Ralco sin duda afecta esto de manera muy definitiva, de ahí que se hace imprescindible un procedimiento transparente ante la sociedad, que tiene como finalidad generar un amplio consenso en torno al valor que tiene el impacto irreversible para nuestra cultura. En este sentido, los procedimientos empleados por Endesa en su relación con las familias y comunidades pehuenches merecen, de parte de nuestra corporación, profundas observaciones que hacen dudosa su propuesta de compensación territorial y de mitigaciones sociales y culturales".
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