La ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, inició un nuevo diálogo por medio del trabajo y la capacitación con las comunidades aborígenes. Lo hizo ayer al entregar 80 toneladas de semillas de algodón, herramientas e insumos agrícolas, que beneficiarán a 850 familias de la comunidad toba del noreste provincial. Tal vez lo que más impresionó a la ministra fue el recibimiento que le brindaron las familias aborígenes, con una gran ronda, tal como celebran las reuniones importantes las comunidades tobas. Los dirigentes aborígenes, junto con la Corriente Clasista y Combativa (CCC), que venían solicitando los insumos agrícolas, no ocultaron la satisfacción tras este encuentro con la funcionaria nacional. La Nación (Buenos Aires), 21 de octubre de 2003. 

 
Buenos Aires, 21 de octubre de 2003.
Plan Manos a la Obra

Semillas y herramientas para una comunidad toba del Chaco

Las entregó la ministra Kirchner en el paraje Campo Medina
      • También se le asignó maquinaria
      • El programa beneficiará a 850 familias aborígenes
      • "Este lugar se transformará con trabajo y compromiso", dijo la funcionaria.

 
La ministra Alicia Kirchner dialogó ayer con tobas, en el Chaco.

RESISTENCIA.- La ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, inició un nuevo diálogo, por medio del trabajo y la capacitación, con las comunidades aborígenes. Lo hizo ayer al entregar 80 toneladas de semillas de algodón, herramientas e insumos agrícolas, que beneficiarán a 850 familias de la comunidad toba del noreste provincial.

El encuentro se desarrolló en el paraje Campo Medina, de la localidad de Pampa del Indio, a 150 kilómetros de esta capital, en el contexto del Plan de Desarrollo Local y Economía Social Manos a la Obra. También se entregaron 15.000 litros de combustible para las maquinarias agrícolas.

La ministra se mostró satisfecha. "Es una promesa que hice en mi visita a Las Palmas cuando se lanzó el programa El hambre más urgente", recordó.

Tal vez lo que más impresionó a la ministra fue el recibimiento que le brindaron las familias aborígenes, con una gran ronda, tal como celebran las reuniones importantes las comunidades tobas.

Sentados en sillones de mimbre, debajo de una improvisada estructura con una media sombra, miembros de la Unión Campesina, una organización civil que reúne a aborígenes de distintas localidades, expusieron las principales necesidades, que fueron principalmente la tierra, el acceso a una vivienda, la salud y la educación, entre otras.

Mártires López, dirigente de la Unión de Campesinos, agradeció el interés demostrado por el gobierno nacional al decir: "Este grupo nació por el hambre, y hoy tenemos la esperanza de cambiar la historia de nuestros pueblos por medio del trabajo con dignidad, que nos permitirá avanzar en un futuro mejor".

Los dirigentes aborígenes, junto con la Corriente Clasista y Combativa (CCC), que venían solicitando los insumos agrícolas, no ocultaron la satisfacción tras este encuentro con la funcionaria nacional.

"No vine para vender falsas esperanzas, sino para acompañar la transformación de este lugar con compromiso y trabajo. Es fácil decir que todo va a cambiar desde mañana, pero no puedo prometer nada de lo que no puedo hacer, porque éste es un país quebrado y las cosas no cambian de manera mágica. No hay soluciones mágicas. Hay que mirar la realidad tal como es, juntar los esfuerzos aislados en implementar políticas integradas", dijo la funcionaria.
 

Diez años sin siembra

La ministra recorrió los campos sembrados con las semillas entregadas por la cartera a su cargo, y reseñó que hacía diez años que no se plantaba nada en esta zona.

También visitó el centro de salud y de atención básica, donde se asiste a los pobladores de la zona, y compartió un asado con la comunidad aborigen.

El plan beneficiará a más de 850 familias pertenecientes a la comunidad toba de siete localidades de esta provincia.

Tras el recorrido, Alicia Kirchner aseguró: "La realidad se vive estando en estos lugares, no detrás de los escritorios, que sólo sirven para mirar estadísticas y números, pero no la realidad de la gente. Nuestra gente está acá y no vino simplemente a estar presente, sino a trabajar".

La ministra se comprometió a seguir de cerca las acciones que se desarrollarán.

"No sólo tenemos que brindar herramientas y comida, sino también capacitación a través de la educación, para fortalecer verdaderamente a estas familias y evitar el éxodo", dijo a los periodistas.

Respecto de los benefeciarios del plan Jefes y Jefas de Hogar, explicó que todavía no está instrumentada la tarjeta magnética para que cobren por medio de ella y lograr así que no se produzcan abusos. "El tema está siendo estudiado", sostuvo.

Después, la funcionaria, acompañada por las familias aborígenes, visitó campos vecinos donde ya se hicieron algunas plantaciones.

Por José Derewicki
Corresponsal en el Chaco
 

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