Un hueso prehistórico, tierra quemada, restos de una fogata. Todo puede ser una prueba de oro para los arqueólogos que miran, huelen, respiran y viven en busca de una señal dejada por los antepasados. Recientes estudios les permiten asegurar que sólo hace 2000 años el hombre pobló el extremo sur del continente, Cabo Vírgenes, según las huellas encontradas en el marco del Proyecto Magallania, dirigido por el arqueólogo argentino Luis Borrero. La Nación (Buenos Aires), 16 de diciembre de 2003. 

 
Buenos Aires, 16 de diciembre de 2003.
Encontraron huellas en Cabo Vírgenes

Confirmado: el sur del continente se pobló hace 2000 años

  • Lo ratificó el Proyecto Magallania, que comenzó en 1989
  • Estos resultados se presentaron en un taller binacional
  • Según los hallazgos, la playa fue utilizada poco tiempo.


  • El acantilado y el Atlántico Sur en Cabo Vírgenes. Foto: Horacio Córdoba.
    RIO GALLEGOS.- Un hueso prehistórico, tierra quemada, restos de una fogata. Todo puede ser una prueba de oro para los arqueólogos que miran, huelen, respiran y viven en busca de una señal dejada por los antepasados. Recientes estudios les permiten asegurar que sólo hace 2000 años el hombre pobló el extremo sur del continente, Cabo Vírgenes, según las huellas encontradas en el marco del Proyecto Magallania, dirigido por el arqueólogo argentino Luis Borrero.

    Desde el año 1989, un grupo variable de 20 científicos interdisciplinarios tratan de develar las entrañas de la tierra desde la cuenca del caudaloso río Santa Cruz hasta la última expresión de la Cordillera de los Andes, en la isla de Tierra del Fuego. De la mano de Borrero, se plantearon un ambicioso objetivo: entender la evolución de las poblaciones humanas y de qué modo éstas se vieron afectadas por la apertura natural del Estrecho de Magallanes, los eventos volcánicos y los cambios de desagüe de los ríos.

    Los datos fueron dados a conocer en un taller binacional sobre la costa patagónica, realizado en esta ciudad, y en el que arqueólogos argentinos y chilenos compartieron los últimos estudios de la zona. Entre los más relevantes, Borrero presentó los de Cabo Vírgenes: "Recién hace 2000 años la playa fue usada, aunque muy efímeramente; ninguna de las evidencias sugiere una instalación constante. También encontramos señales arqueológicas de presencia humana hace unos mil años, que coincide con un período de gran sequía en este sector del mundo. Para ese momento, tenemos evidencia que en el interior hay menos instalación humana, y es algo que habrá que discutir".

    Durante las excavaciones de Cabo Vírgenes, también hallaron evidencias de una instalación humana tardía de los últimos 200 años, que indica un uso marginal de ese espacio. "Hasta ahora, no hay ninguna evidencia que nos permita decir que fue un lugar de ocupación central, como sí ocurre en San Gregorio, en el extremo chileno del Estrecho de Magallanes, donde hay señales de mucha mayor continuidad", afirman los investigadores.

    Borrero nació en Santa Cruz; es investigador del Conicet y desarrolló su carrera como docente de la UBA. Hoy, es uno de los directores de la Sociedad Americana de Arqueología y sus trabajos lograron reconocimiento internacional. De hablar claro y pausado, da la impresión de que viaja liviano: "Sólo acampando y viviendo en los lugares de los primeros pobladores podemos intentar descifrar los misterios del pasado", asegura.

    Los últimos datos, explica, indican que la demografía de la Patagonia fue cambiando. "Todas las evidencias que tenemos son de ocupación terrestre. No tenemos evidencia alguna que sugiera la actividad de canoeros como sí había al Oeste, a la salida del Estrecho de Magallanes. Allí hay evidencias de personas que viajaban por mar."

    El arqueólogo, que no duda en pasar noches en carpa durante el invierno en la gélida Patagonia, asegura que a partir de los datos recogidos por colegas en Santa Cruz, aun en los sitios con mayor ocupación, como Cueva de las Manos, la evidencia es baja. "Los primeros pobladores usaban esos sitios, pero no vivían allí todo el tiempo."

    Los arqueólogos hablan de miles de años, de evidencias, de señales. A partir de allí aplican las más variadas técnicas para aproximarse a una verdad. "Encontramos evidencia de un paleosuelo, un momento de gran estabilidad, que nos invita a examinar con más detalle las características de la instalación humana, por lo que decidimos usar un mapa y ver la relación entre instalación humana y ese suelo estable que tiene mil años de antigüedad -dice-. Esto nos permitirá hacer comparaciones pequeñas en lugares tan distintos como una duna, una verma o una marisma, las tres características del ambiente más notables que se pueden encontrar allí."

    Años de investigación los llevan a un dato; éste genera una interpretación que impulsa a la búsqueda de un nuevo dato. Con la fecha de ocupación de Cabo Vírgenes, el Proyecto Magallania ya tiene nuevos objetivos: encontrar una relación entre los sitios costeros y del interior, a partir de la presencia de indicadores marítimos en los sitios mismos.
     

    Por Mariela Arias
    Corresponsal

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