La empresa generadora Endesa reanudó ayer las obras de construcción de la central hidroeléctrica Ralco, en Alto Biobío, paralizadas desde el 8 de septiembre tras una resolución dictada por el Sexto Juzgado Civil de Santiago. Los alcances de dicho fallo fueron dejados sin efecto el pasado viernes, debido a que la Corte de Apelaciones capitalina acogió una orden de no innovar solicitada por Endesa, lo que en la práctica facultó a la generadora para reanudar inmediatamente las faenas. La génesis de esta maraña judicial está en la determinación del juez del sexto Juzgado Civil, Mario Carroza, quien a comienzos del mes pasado paralizó las obras mayores del complejo hidroeléctrico al decretar una medida precautoria en tal sentido. El Mercurio,5 de octubre de 1999

Santiago de Chile, Martes 5 de Octubre de 1999 ALTO BIOBÍO:Reanudan Trabajos de Central Ralco
Endesa prosiguió con obras mayores paralizadas desde el 8 de septiembre, tras un fallo judicial de primera instancia.
LOS ANGELES (Patricio Gómez).- La empresa generadora Endesa reanudó ayer las obras de construcción de la central hidroeléctrica Ralco, en Alto Biobío, paralizadas desde el 8 de septiembre tras una resolución dictada por el Sexto Juzgado Civil de Santiago.
Los alcances de dicho fallo fueron dejados sin efecto el pasado viernes, debido a que la Corte de Apelaciones capitalina acogió una orden de no innovar solicitada por Endesa, lo que en la práctica facultó a la generadora para reanudar inmediatamente las faenas.
La génesis de esta maraña judicial está en la determinación del juez del sexto Juzgado Civil, Mario Carroza, quien a comienzos del mes pasado paralizó las obras mayores del complejo hidroeléctrico al decretar una medida precautoria en tal sentido.
Esto lo dispuso en el marco de una demanda interpuesta en 1997 por las hermanas Nicolasa y Berta Quintremán, las más acérrimas detractoras de ese proyecto, quienes solicitan la nulidad de la autorización ambiental dada por la Conama a Ralco.
Sin embargo, aún el juez Carroza no se pronuncia sobre esto último, al tiempo que tampoco la Corte de Apelaciones ha resuelto el fondo de la apelación de Endesa sobre la medida precautoria.
Al hacer el anuncio oficial ayer de la reanudación de las obras, la empresa, junto con declararse respetuosa de los fallos judiciales, reiteró su compromiso con el proyecto hidroeléctrico de Ralco.
Sostuvo que cuentan con todas las autorizaciones ambientales y permisos de construcción para ejecutar esa central en sus obras menores y mayores.
La paralización había significado el despido de 1.360 personas que laboran en las empresas contratistas, entre ellas Besalco, que ejecuta las obras para Endesa.
De ellas, 360 corresponden a pehuenches, quienes habían realizado, el jueves pasado, una masiva marcha hasta la intendencia de Concepción, para pedir al intendente, Martín Zilic, la intervención gubernamental para la continuación de las faenas en el Alto Biobío.
Además, piden un plan de empleos de emergencia, dado que con esa paralización de obras la cesantía supera el 60% en la comuna de Santa Bárbara, como lo denunció su alcalde, René Hermosilla.
El edil, junto a los dirigentes de los manifestantes, había criticado duramente la actitud de las hermanas Quintremán, por estimar que siete personas no podían paralizar una iniciativa como Ralco que favorece económica y socialmente a esa comuna.
La noticia fue recibida con es-
peranza por los pehuenches despedidos y las 91 familias que solicitaron a la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi) la aprobación de sus permutas de tierras a Endesa.Actualmente, 26 grupos familiares se encuentran relocalizados en el fundo El Huachi, uno de los tres predios adquiridos por Endesa con ese objetivo.
Los dirigentes de los partidarios de Ralco, Ricardo Gallina, Fernando Curriao y el cacique José Levi, entre otros, señalaron ayer que esperan que Endesa y Besalco recontraten, a la brevedad, a los trabajadores despedidos, como fue el compromiso público de los ejecutivos al comunicar las exoneraciones.
El intendente de la Región del Biobío, Martín Zilic, dijo que espera que las 800 personas que llegaron a Concepción, el jueves pasado, para pedir la reanudación de las obras, se manifiesten ahora con la misma voluntad ante Endesa, para exigir que sean contratados nuevamente los pehuenches y comuneros que habían quedado cesantes.
La central hidroeléctrica debe estar operando el 2002 con una potencia de 570 megawatts. Al momento de producirse la suspensión de las obras, éstas tenían un avance del 11%, y se había materializado una inversión de 110 millones de dólares, de los 540 millones que tiene como costo total esa central.
La resolución del magistrado Mario Carroza había tomado por sorpresa a los máximos ejecutivos de Endesa. Estos confiaban en lograr un acuerdo con las siete familias pehuenches que rechazan la permuta de tierras.
Su objetivo era no tener que llegar a los tribunales de justicia, dado que un litigio puede prolongarse por meses y comprometer los plazos fijados para la construcción de la central Ralco.
Pese a la resolución favorable que obtuvo Endesa en la Corte de Apelaciones de Santiago, todo indica que el conflicto por la construcción de esa central permanecerá en los tribunales de justicia hasta que no exista un pronunciamiento de fondo de parte de la Corte Suprema.
El diputado de la Bancada Verde Alejandro Navarro (PS) anunció el sábado que los abogados de las hermanas Quintremán no descartan interponer una queja disciplinaria en contra de la 7 Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago, que dejó sin efecto la paralización.
Pero esa no sería la única acción judicial, puesto que también impugnarían la legalidad de las permutas aprobadas por la Conadi, por estimar que habrían sido hechas bajo presión hacia las familias pehuenches.
El otro frente, según Navarro, es hacer respetar los derechos de agua de las hermanas Quintremán, en el Alto del Biobío, en un tramo de un kilómetro de extensión, donde Endesa estaría construyendo la caverna de máquinas de la central.
Los detractores del Ralco, entre ellas las hermanas Quintremán, no descartan realizar movilizaciones con el apoyo de mapuches, ecologistas y universitarios, para impedir la continuación de las obras.
El clima de división al interior de la etnia pehuenche es cada vez creciente, situación que motivó el establecimiento de medidas policiales especiales para evitar enfrentamiento entre partidarios y oponentes a la central Ralco.
