Mapuche recapturado comparte ahora con Héctor Llaitul, máximo cabecilla de la organización, en un módulo para presos de la etnia que habilitó Gendarmería.
FABIÁN ÁLVAREZ Ramón Llanquileo Pilquimán, el segundo hombre de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), según las policías y el Ministerio Público, permanece desde ayer recluido en el módulo especial para presos mapuches de la cárcel El Manzano, de Concepción. Así lo dispuso el juzgado de garantía de Cañete, que revocó una medida administrativa de Gendarmería.Llanquileo fue recapturado el 25 de marzo pasado tras dos semanas prófugo, luego de quebrantar el beneficio de salida de fin de semana del que gozaba mientras estaba preso en el penal de Lebu. Según la policía, habría optado por la clandestinidad con el fin de rearticular grupos de la CAM que actúan en la zona del lago Lleulleu, en el sur del Biobío.
Después de su detención, Gendarmería lo recluyó en la cárcel concesionada Biobío (El Manzano II), aledaña al recinto en donde están los demás condenados por delitos cometidos en el marco del llamado conflicto mapuche. Sin embargo, ayer, el juez John Landero acogió una petición de su defensa y ordenó el traslado de Llanquileo al módulo 10, donde está preso Héctor Llaitul, máximo líder de la CAM. Allí compartirá, además, con Camilo Toris, Omar Huenchullán y Daniel Levinao.
El tribunal estimó que no había razón para mantener a Llanquileo en un penal distinto a El Manzano, considerando que la propia Gendarmería había habilitado un módulo especial para presos de la etnia, en marzo pasado, en concordancia con acuerdos internacionales firmados por el país.
Además, el juez Landero consideró que si la entidad penitenciaria apelaba a razones de seguridad, Llanquileo ya había estado en cárceles más pequeñas, como Lebu y Angol.
"Ahora, mi representado podrá continuar con sus costumbres de su vida comunitaria. Es imposible para una persona de la etnia mapuche permanecer solo, toda vez que todas sus ceremonias y cultura están relacionadas con la compañía de otros comuneros", comentó su abogado de la Defensoría Penal Pública, Pelayo Vial.
El jefe operativo de Gendarmería en Biobío, mayor Marcelo Abello, afirmó que la internación de Llanquileo en la cárcel concesionada no constituyó un castigo, como lo planteó la defensa, sino un procedimiento conforme a los estándares de seguridad del recinto y que no se afectó la integridad física ni emocional del reo.
Acotó que ahora tendrá una oferta programática similar a la que tuvo en la cárcel Biobío, "solo que cambian los estándares de habitabilidad y seguridad, y el contacto con sus pares de la etnia originaria", dijo.
AYUNO
Llanquileo estuvo 10 días en huelga de hambre tras ser recapturado. La depuso el sábado pasado.