Desde las 9 de la mañana de hoy, dos micros, dos camionetas y un minibús de Gendarmería se apostaron a escasos 100 metros del acampe Pacífico y Popular, baluarte de la resistencia contra los loteos de Laderas-Lewis en la reserva natural “Cumbreras de Mallín”.
Sebastián García
Es llamativo que un nutrido contingente de Gendarmería se aposte tan cerca del centro de la ciudad, a sabiendas que el escuadrón 35 de Gendarmería Nacional se encuentra a escasos 4 kilómetros del lugar.
Pese a las reiteradas amenazas de represión y desalojo del acampe, que lleva ya casi 30 días de permanencia pacífica en el centro de El Bolsón, hasta el día de hoy no habían llegado al punto de apostar todo un contingente que se calcula en alrededor de un centenar de gendarmes.
Después de la feroz represión desatada en la Lof en resistencia Cushamen donde, de nueve detenidos, cinco son integrantes del acampe que actualmente se encuentran en Esquel, no es posible entender esto simplemente como amenaza o amedrentamiento. Luego de una potente demostración de movilización popular de más de 10.000 personas, puede visualizarse como el preludio de represión, a la espera de la llegada de una orden de desalojo firmada por un juzgado federal.




