El director de la Conadi, Alberto Pizarro, pudo constatar que no existen daños humanos ni materiales entre las comunidades mapuche que se ubican en las cercanías, distribuidas entre las comunas de Villarrica, Pucón y Curarrehue.
Tras la erupción del volcán Villarrica, el director de la Conadi, Alberto Pizarro, se trasladó hasta Pucón para conocer la situación de las 31 comunidades indígenas que habitan en las cercanías del macizo, la mayoría concentradas en Currarehue y Licán Ray.
"Gran parte de estas familias vive de la ganadería, por lo que es importante preocuparse de proveer agua y alimentos", señaló Pizarro, agregando que "se mantiene una comunicación constante con los dirigentes de las comunidades, así como una coordinación permanente con otras autoridades de Gobierno".
El director también ofreció la ayuda de Conadi a las autoridades locales y vinculadas a la emergencia, poniendo a su disposición todos los recursos de la corporación, destacando la presencia de funcionarios PIDI (Programa de Promoción e Información de los Derechos Indígenas) que trabajan exclusivamente en Villarrica y Curarrehue, y cuya experiencia de trabajo con las comunidades mapuche ha resultado fundamental en esta situación.
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