La ausencia de Emilio Berkhoff, prófugo desde el 4 de abril, frustró ayer la audiencia en la que la fiscalía le imputaría cargos por delitos de incendios y robo con intimidación por siete ataques efectuados en la zona sur de la Región del Biobío. El imputado es investigado por atentados a instalaciones, vehículos, conductores y cuidadores forestales, entre junio de 2012 y enero de 2013.
A estas causas se agrupó la indagación por porte ilegal de arma de fuego y municiones, por la que Berkhoff cumplía arresto domiciliario total en su hogar del sector Puerto Choque, en Tirúa, desde donde se fugó. El tribunal decretó ayer seis meses para investigar, debido a la complejidad y el número de los casos, y fijó otra audiencia de formalización para el 23 de mayo.Pese a que la fiscalía solicitó al juez John Landero una orden de detención para asegurar la comparecencia de Berkhoff en esta nueva fecha, el magistrado rechazó esa petición por un tecnicismo. Argumentó que el imputado no fue correctamente notificado del trámite de ayer, pues debía entregársele la citación en persona. Esto, pese a que públicamente se sabía que estaba prófugo.
"Independientemente de lo que conozcamos por la prensa (su fuga) o por otros medios, Carabineros certifica que el imputado no se encuentra (domicilio), lo que hace inválida la notificación", dijo el juez. Ahora se le notificará por cédula (le dejan la citación en su casa a un mayor de edad) y si no se presenta en mayo, el tribunal podrá decretar su arresto. Si las policías lo ven en la calle lo deben detener, pues está en flagrancia, al haber quebrantado su arresto domiciliario total.