“Las raíces azules de los antepasados” son memoria, presencia y realidad, coexistencia que convoca y es convocada en la palabra de los poetas, en los peñi y lamgen que hablan en nuestros sueños para guiarnos al encuentro de nosotros mismos, en el tiempo que todo lo une, conjuga y actualiza, toda vez que la palabra nombra en el presente su propio origen para devenir, que es otra forma de perpetuar y hacer historia.