Como por todas las noticias que se han difundido ha quedado claro que Ud., señor presidente, tiene un interés personal que se construya la represa Ralco, todos los servicios públicos favorecen esa idea para estar bien con el poder máximo del país. Temuco, Primavera de 1998.
CARTA ABIERTA AL PRESIDENTE DE CHILE.
HILDA LLANQUINAO TRABOL
Asistente Social Docente de la Universidad de la Frontera
Magister en Desarrollo Rural U. Austral de Chile
Temuco, Primavera de 1998.
Me dirijo a Ud., porque como mujer indígena y ciudadana de este país no puedo permanecer en silencio frente a lo que está ocurriendo. Soy una profesional mapuche, conocedora de la sociedad occidental o sociedad nacional y de la sociedad indígena a la que pertenezco. Por lo tanto comprendo la vivencia de los dos mundos.
Digo de los dos mundos, por ser ambos diferentes. La sociedad mapuche tiene una cosmovisión distinta, una forma de ver el mundo diferente con lógica totalmente distinta al de la sociedad nacional. Justamente por valorar en forma diferente no hay puntos de encuentro en el caso específico de Ralco y otros espacios que hoy se encuentran en conflicto.
Los mapuche, valoramos la tierra como algo vivo que tiene espíritu y que nos da la vida, y por ser vivas sus montañas tienen espíritu que, además de entregarnos la vida material a través de sus productos, su espíritu favorecen la fuerza del bien, como también los árboles, sus aguas tienen vida y espíritu. Nuestros abuelos, para usar un árbol vivo le pedían perdón por el atropello y le contaban su necesidad de usarlo, había una interacción positiva con toda la naturaleza. Como puede ver Ud., valoramos tan distinto. Lo mismo ocurre con las familias, con nuestros mayores o ancianos, los respetamos y ellos mantienen el poder y la autoridad en la familia hasta que mueren y mientras más anciano es el mapuche, cuando muere más fuerza tienen su espíritu para luchar e interceder ante el creador ”Gnechen” por sus descendientes que quedan en el mundo de los hombres ; ellos son nuestro apoyo, nuestras fuerzas. Por eso valoramos distinto a nuestros difuntos y cementerios, su traslado, su remoción, es un sacrilegio, es una afrenta al pueblo en colectivo.
Cuando se irrumpe en territorio indígena, son muchas las cosas que perdemos a cambio del progreso o adelantos técnicos, que pocas veces pueden acceder las familias mapuches, porque cada vez ellos tienen menos tierras, menos animales y los animales son su capital , su fuente de financiamiento. Como estamos acostumbrados a que una vez al año se cosecha y se reproducen los animales, por las pariciones, se está en condiciones de responder a sus deudas contraídas, pero la sociedad chilena ”winka” o sociedad nacional tiene otro ritmo y otra lógica basada en el escenario de la modernidad, donde importa la producción y el consumo que se paga en forma mensual. Por lo tanto, tener acceso a los adelantos tiene un alto costo que no todos pueden pagar.
Como puede ver somos un pueblo distinto que siempre paga los costos del llamado ”progreso” para algunos en desmedro de la pérdida de su territorio, de los recursos naturales, que no solo afecta a los indígenas sino que también a muchos campesinos y de los que dedican a hacer producir la tierra que alimentan y sostienen a los habitantes urbanos y a las industrias.
Ud., se preguntará hacia donde va mi reflexión.
La ENDESA, es dueña de la mayoría de los ríos de Chile, principalmente los que corresponden a la Región Sur, dispone de sus aguas, las captura construyendo represas, mientras muchos chilenos, los más pobres, los productores agrícolas, afrontan las sequías de sus tierras, porque los ríos no alimentan las napas de agua, observan como día a día pierden sus praderas, sus siembras, a lo cual han dedicado esfuerzo, tiempo, recursos, y lo peor ven morir a sus animales, mientras las transnacionales como Endesa, capturan el agua que alimenta la napas de aguas subterráneas. No soy ingeniero hidráulico, amante de represas, pero sé que existen otras alternativas de generar energía eléctrica.
En la central Pangue que está ocupando tierras que fueron indígenas, tienen también condominios turísticos, cuya propaganda tiempo atrás se hizo a través de la T.V. para que la vieran extranjeros. Me pregunto ¿aquello solucionó la pobreza de los grupos indígenas aledaños ? o sólo han pasado a ”ser” parte del paisaje turístico ?. Ya que en el reportaje al que se alude, se ofrecía también, tour para visitar a familias indígenas. A los indígenas siempre nos queda la duda, si el objetivo directo de las represas es generar energía, o su objetivo indirecto y fundamental es ser centrales turísticas, ya que se han tomado los lugares de belleza única e incomparables.
Otra de las interrogantes que tengo para Ud. señor presidente, ahora que hay crisis en este mundo globalizado ¿qué pasará con los pueblos indígenas ?.Al parecer la historia se repite. Durante la crisis de 1850-1890 se invaden las tierras mapuche, por parte del ejército chileno, y el gobierno pone todas las esperanzas de progreso en los nuevos recursos de tierras, sustraídos al mapuche y trae colonos extranjeros, creyendo que el colono extranjero podría salvar económicamente al estado. La crisis de 1982, trajo la división de las tierras indígenas, ya que el trabajo individual hacía más vulnerable al indígena como grupo. Eso atentó contra el sentido comunitario: cada cual peleó por sus derechos individuales y las tierras indígenas con diferentes argumentos, podían entrar al mercado, para que ”otros” le sacarán más ventajas productivas. ¿Qué vendrá ahora con esta crisis?
Lo que históricamente han pedido nuestros pueblos ha sido el respeto a sus derechos, a ser reconocido como diferentes, y a respetar las diferencias, sin que por ello sean abandonados como ciudadano del país ¿Por qué se respeta tanto los derechos de los extranjeros, en desmedro de los que siempre han habitado este territorio ?
Se empieza a construir e irrumpir en un territorio que no les pertenece, que no se ha adquirido ni permutado, me pregunto ¿lo harían en casa de cualquier vecino no indígena o con apellido extranjero, aunque estuviera en vías de ser comprado ?. No se atreverían a hacerle transformaciones con las personas o los dueños en su propiedad. ¿Por qué se puede hacer con los pehuenches ? No habiendo concretado negocios, Endesa trabaja en sus tierras.
Otra cosa importante, el pueblo pehuenche no está pidiendo un modelo de desarrollo ”winka” o de la sociedad chilena. Ellos sí quieren vivir mejor como una aspiración de todo ser humano. El Estado responde a la necesidad de mejorar sus caminos y entregarles viviendas, pero pensadas como mejores desde el punto vista winka, incluso extranjero, no desde el punto de vista del pehuenche, y se les convence que su forma de vida es sinónimo de atraso e incivilización. Estoy de acuerdo que el Estado y el gobierno se preocupe de mejorar la situación de los habitantes de Chile, pero no que se le quite las tierras al pehuenche y al indígena en general, en nombre del progreso y después le digo que deben incorporarse al desarrollo, es decir, tendrán desarrollo, pero a cambio del despojo de sus tierras. ¿con qué modelo de desarrollo se abordará la situación indígena ?. Los indígenas no están pidiendo desarrollo de la sociedad winka, ni el progresista, ni el sustentable, ni el humanista. Están pidiendo ”respeto” a su dignidad, a su cultura, a ser diferentes, respeto a su diversidad, pero no debe significar que el respeto implique abandono del gobierno, se debe atender sus demandas, para desarrollarse, para tener acceso a la tecnología y se puedan apropiar de ella y alcanzar mejores condiciones de vida.
Esperaba que a las puertas del siglo XXI, ya no habría tanta discriminación, pero todo lo que le he relatado tiene un nombre: ”discriminación”. Como por todas las noticias que se han difundido ha quedado claro que Ud., señor presidente, tiene un interés personal que se construya la represa Ralco, todos los servicios públicos favorecen esa idea para estar bien con el poder máximo del país. ¿Sabía Ud. que en las escuelas de ese sector no se puede hablar del conflicto? A las niñas y niños, si se les presentan dudas al respecto, no pueden tratarlo con sus profesores, porque se les dice que quien habla o trata los problemas, reales , palpables y concretos, es un comunista.
¿Acaso el patrimonio de los temas reales, contingentes, la inteligencia reflexiva del humano, puede ser patrimonio exclusivo de los comunistas ? Los mapuches no somos comunistas, pero reflexionamos sobre lo que nos ocurre, sobre nuestra realidad, sobre la marginación y atropello de la sabiduría de nuestros ancianos y de nuestra gente y su cultura.
La tierra es viva, la naturaleza es viva, tienen materia y espíritu, es lo que alimentan el espíritu y sabiduría indígena, por eso la tierra no tiene precio, y no puede estar en el mercado para la venta. Cuando se atenta contra ella o se la atropella, se ofende a cada indígena, tanto urbano como rural, porque allí está el fundamento de nuestra Cosmovisión, de nuestra forma de ver el mundo, donde cada mapuche urbano se refuerza cada cierto tiempo. Los mapuche no olvidamos a los que nos respetan, tampoco a quienes nos atropellan y sentimos que los atropellos son muchos en nuestra larga historia de intentar convivir con la sociedad chilena.
Con el mayor respeto al señor Presidente y su equipo.
HILDA LLANQUINAO TRABOL
Asistente Social Docente de la Universidad de la Frontera
Magister en Desarrollo Rural U. Austral de Chile
Temuco, Primavera de 1998.