Santafe de Bogota, D.C. 14 de mayo de 1997
Señores
DELEGADOS A LA II ASAMBLEA GENERAL DEL FONDO INDÍGENA
Hermanos
DELEGADOS INDÍGENAS
Señor
RODOLFO STAVENHAGHEN
Honorable Presidente
Señor
TOMAS LOZANO
Consejo Directivo
Señor
DIEGO ITURRALDE
Secretario Técnico
Respetados amigos,


Reciban un cordial saludo de la Organización Nacional Indígena de Colombia -ONIC y de su Comite Ejecutivo en nombre de los pueblos indígenas de Colombia.


La presente misiva tiene por objeto presentar en tan importante evento para el futuro de los pueblos indígenas de América Latina las razones para no participar en la Asamblea y las preocupaciones que nos asisten a las organizaciones indígenas de Colombia, en particular a la ONIC, la cual tengo el honor y la responsabilidad de presidir, y las mias propias en mi calidad de Vicepresidente de dicho organismo, cargo que ocupo desde hace dos años por delegación de la I Asamblea General del Fondo Indígena, realizada en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, en mayo de 1995.

Sea lo primero recordar que en aquella I Asamblea fui designado a este cargo en representación de las organizaciones indígenas del continente y no del Gobierno Colombiano, y asumí dicha responsabilidad convencido, junto con los otros hermanos indígenas, que el Fondo Indígena debia conformar un escenario internacional de encuentro de nuestros pueblos con los Gobiernos del continente para propiciar acuerdos frente a nuestro futuro.

Las razones que nos llevan, a mi, a la Organización Nacional que represento y al delegado indígena acreditado por nuestro Gobierno, a no participar cooperantes para un desarrollo que respete nuestros derechos y cosmovisiones. Es por esto que no es coherente que ante la situación presentada en Chile, la posición de las instancias directivas del Fondo sea la de realizar la Asamblea en otro país sin que cuenten para nada los problemas que afectan a los indígenas. Esta fue la razón que me llevó como Vicepresidente a apartarme de la decision del Consejo Directivo, proponiendo en su lugar la mediación entre el Gobierno y los Pueblos indígenas de Chile a efectos de que la Asamblea pudiese realizarse allí, como estaba prevista, unos días después.

Si la razón de ser del Fondo Indígena es constituirse en un escenario para la búsqueda de acuerdos entre pueblos indígenas y gobiernos acerca de su desarrollo, y son precisamente las políticas de desarrollo las que ponen en crísis la relación Gobierno - indígenas, no comprendemos como puede evadirse dicho debate dejando desprotegidos a los pueblos indígenas, sujetos activos del proceso Fondo Indígena.

Esta actitud pone en entredicho los objetivos del organismo al ser factible interpretarla como cohonestadora de los gobiernos que nacionalmente incumplen sus obligaciones frente al ejercicio y aplicación de los derechos humanos y dentro de ellos, de los derechos de los pueblos indígenas reconocidos en sus legislaciones nacionales, mientras internacionalmente comprometen su voluntad política para facilitar el desarrollo de estos de acuerdo con sus cosmovisiones y autonomía.

  1. Uno de los argumentos para sostener la realización de la Asamblea en las fechas previstas pero en sede diferente, tiene que ver con el proceso decapitalización del Fondo, para el cumplimiento de sus compromisos con los Pueblos indígenas, y la urgencia de financiación por parte del Banco Interamericano de Desarrollo - BID, mientras dicho proceso se consolida. Teniendo en cuenta que el objeto del Fondo Indígena es, de acuerdo con su Convenio Constitutivo, "el de establecer un mecanismo destinado a apoyar los procesos de autodesarrollo de pueblos, comunidades y organizaciones indígenas de America Latina y del Caribe," no resulta consecuente sacrificar la situación particular de ningún pueblo indígena que sufre los impactos de un modelo de desarrollo que violenta nuestras particularidades étnicas y nuestros derechos por el prurito del crecimiento económico, bajo el pretexto de conseguir recursos para apoyar el desarrollo autónomo de los mismos pueblos.

Dicho argumento debe ser analizado a la luz de las circunstancias que vivimos los pueblos indígenas en América Latina y en el mundo entero y debe ser suficiente para revisar los objetivos, mecanismos e instancias decisorias y para reflexionar acerca de si es la instancia adecuada para el logro de los fines propuestos o si se corre el riesgo de ser una entidad mas de las muchas que existen en el ámbito internacional, instrumento en manos de los gobiernos para conseguir recursos que en el fondo no nos benefician o de organismos multilaterales que agencian intereses económicos que se sobreponen sobre los intereses y derechos de las personas.

No nos parece de ninguna manera consistente con las expectativas que teniamos los pueblos indígenas del continente, que nuestros problemas sean excluídos del debate y de la atención que merecen mientras se consiguen recursos para solucionarlos. Ello resulta contradictorio con los dictados de los acuerdos multilaterales que dieron origen al Fondo para el Desarrollo de los Pueblos indígenas de América Latina y el Caribe. Nuevamente preguntamos ¿A que desarrollo nos referimos?

  1. La situación de los pueblos indígenas en Colombia. Ya es publica e internacionalmente conocida la problemática que los pueblos indígenas en nuestro país afrontamos frente al modelo de desarrollo, el cual no es diferente del de Chile. En la actualidad estamos librando una ardua lucha por garantizar la supervivencia cultural y fisica del pueblo indígena U'wa frente a la amenaza que representa la exploración y explotación de hidrocarburos en su territorio ancestral a manos de la compañia multinacional Occidental Petroleum Co., autorizada por el Gobierno para realizar los trabajos, violando todos los procedimientos y derechos del pueblo indígena. El caso del pueblo U'wa es un caso simbólico para todos los pueblos de Colombia, pues en la forma como se resuelva su situación se define el destino de los demás. Paralelo a ello, tenemos muchos casos similares en gran parte de los territorios indígenas, donde el Gobierno ha autorizado la construcción de obras públicas y la explotación de recursos naturales con grave perjuicio para la integridad social, economica y cultural de nuestros pueblos. Otro tanto de "megaproyectos de desarrollo" se encuentran en trámite actualmente sin que se midan sus consecuencias sobre pueblos indígenas, comunidades negras e incluso el medio ambiente y la conservacion de ecosistemas de gran importancia para el país y para la humanidad entera. Esta situación que mencionamos, desafortunadamente no es exclusiva de Chile o de Colombia. Afecta por igual a pueblos indígenas en Ecuador, Peru y Bolivia, por mencionar solo algunos de los casos en que existen problemas con companias multinacionales petroleras y con los proyectos gubernamentales de desarrollo para abrir nuestros territorios y sus recursos al mercado internacional que impone el modelo de desarrollo.

Es por esto que tampoco nos es claro como nuestro Gobierno se compromete en un organismo internacional y en varios convenios internacionales sobre derechos de los pueblos indígenas, mientras se violentan no solo los acuerdos y convenios sino los mas elementales principios de la democracia y del Estado de Derecho. Como mientras se nos niegan los recursos que requerimos para facilitar nuestros procesos autónomos y culturales, mientras se desconocen los acuerdos a que llegamos en nuestras dinámicas nacionales, mientras se inaplican las normas que lo obligan a consultar y concertar con los pueblos indígenas las decisiones que nos puedan afectar, nos hace nuevamente temer por el futuro del Fondo Indígena como un organo DE Y PARA LOS PUEBLOS INDÍGENAS, pues, de legitimarse las mencionadas anomalias, podria terminar siendo de los gobiernos para los gobiernos; o, lo que es lo mismo, de intereses económicos multinacionales. No obstante los anteriores comentarios, nuestra posición nos obliga a comprometer hasta los últimos esfuerzos para que esta situación no genere una nueva frustracion de nuestras expectativas. Es por ello que en mi calidad de Vicepresidente designado por las organizaciones indígenas del continente y representante de la Organizacion Nacional indígena de Colombia, solicito nuevamente sea considerada la problemática de nuestros hermanos de Chile y se tomen decisiones a ser acatadas por los Estados miembros y por las instancias de dirección del Fondo Indígena o de lo contrario revisemos sus estatutos y propositos a fin de no generar falsas expectativas en nuestros pueblos.

Mi condición de vocero de las organizaciones presentes en la I Asamblea me obliga también a expresarles mis preocupaciones a los hermanos indígenas que hoy asisten a la II Asamblea y a sustentar ante ellos y ante los gobiernos que nos respaldaron y creyeron en nosotros, las razones que motivan mi ausencia, nuestra ausencia, la de los pueblos indígenas de Colombia, en dicho evento. No quiere ello significar sin embargo que abandone mi (nuestra) responsabilidad. Por el contrario, hoy mas que nunca nos sentimos obligados a luchar conjuntamente por nuestros derechos, a solidarizarnos con nuestros hermanos en países vecinos, porque el problema de uno es el problema de todos y si uno gana, ganamos todos. Para ello tenemos que ser claros en lo que sucede a nuestro alrededor y ser capaces de actuar con prontitud frente a lo que nos amenaza. Es por ello que les hacemos un llamado para que no permitan que este organismo, que naturalmente puede ser muy importante para el futuro de nuestros pueblos, se convierta en un instrumento mas para lograr nuestra desaparicion como culturas diferentes.

Agradezco infinitamente la confianza que se ha depositado en mi y en la Organizacion que represento.

De los señores delegados gubernamentales e indígenas,

Atentamente,

ABADIO GREEN STOCEL
Vicepresidente Fondo Indígena
Presidente ONIC