vestidos a la usanza mapuche, espera el inicio de la ceremonia, mientras un fotógrafo intenta grabarlos en su cámara. Es mediodía y en el sector Pedro de Valdivia de Temuco, el esfuerzo de una organización de cientos de personas unidas por su raza, cristaliza en hechos fructíferos.Austral, 10 de abril de 2001
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Año LXXXV -Nro. 30.763 - Martes 10 de abril de 2001
Un grupo de niños,
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vestidos a la usanza mapuche, espera el inicio de la ceremonia, mientras un fotógrafo intenta grabarlos en su cámara. Es mediodía y en el sector Pedro de Valdivia de Temuco, el esfuerzo de una organización de cientos de personas unidas por su raza, cristaliza en hechos fructíferos.
Al frente de ello, está Julio Huenul, presidente de la organización Nehuén Mapu, quien explica el importante legado de unidad y esfuerzo que dejó a él y sus compañeros, la figura de su dinámico expresidente, Mario Millapi, fallecido hace ya un año. "A él le dedicamos este complejo y por ello le pusimos su nombre".
Y los frutos no son menores. En una antigua y amplia casa de madera, ubicada al final de calle Recreo, funciona un hogar estudiantil para 15 jóvenes indígenas, los cuales reciben alojamiento y alimentación a lo largo de todo el año. Así pueden sacar adelante sus estudios, mientras sus padres continúan el trabajo de la tierra en los campos de La Araucanía. En el mismo recinto opera también un jardín infantil, donde las familias del sector -cuya población es mayoritariamente de origen mapuche- pueden dejar a cargo a sus hijos, mientras salen a trabajar durante el día.
Al recorrer el establecimiento de estrechos pasillos y escaleras de madera, con amplias ventanas y techos bajos, es posible apreciar la intensa actividad social que allí se desarrolla. Una gran cocina sirve con esmero los alimentos y un moderno equipamiento de oficina contrasta con la modestia de la vivienda y sus ocupantes. Pero no es algo gratuito, sino el resultado de golpear insistemente las puertas para recibir el apoyo necesario.
Afuera,
unos 50 dirigentes campesinos -la base del movimiento- esperan satisfechos
el inicio de la ceremonia. Nos detenemos en una ventana, junto a la escalera,
y los cerros de tierras rojas y atestados de precarias viviendas de Lanín
se abren a la vista. En esa dura realidad, la gente se organiza, trabaja
y se abre paso en la vida.
Antonio Varas 945 - Temuco - Chile
Teléfono (56 45) 292929