-el próximo jueves- que comienza con la llegada del solsticio de junio y los primeros rayos del "Padre Sol", que marcan el inicio de un nuevo ciclo de vida en el hemisferio sur de la Tierra.  Del encuentro que se llevará a cabo a partir mañana a las 22 frente a los estudios de Canal 7, estarán presentes representantes de las comunidades que integran el Consejo de Acontecimientos Aborígenes: quechuas, aimaras, mapuches, guaraníes, collas, guarpes y tobas. Noticias OnLine, 21 de junio de 2001

 
REGIONALES

21 de junio de 2001
 

La comunidad aborigen Argentina festeja el Año Nuevo

Buenos Aires.- La comunidad aborigen argentina aguarda el año nuevo -el próximo jueves- que comienza con la llegada del solsticio de junio y los primeros rayos del "Padre Sol", que marcan el inicio de un nuevo ciclo de vida en el hemisferio sur de la Tierra.

Para festejar este momento, el Consejo de Acontecimientos Aborígenes organizó, como lo hace desde hace ocho años, la ceremonia sagrada de espera de los primeros rayos de sol, que se llevará a cabo a partir de hoy a las 22, en la Plaza de las Naciones, ubicada en Figueroa Alcorta y Austria, de Capital Federal.

"Estas ceremonias indígenas se desarrollan en América Latina con la finalidad de esperar con rogativas los primeros rayos del 'Padre Sol', para que provea de nuevas energías a la 'Madre Tierra' y pedir por toda la comunidad", explicó a Télam Fernanda Ortega Villa, perteneciente a la cultura tupi guaraní.

"Es una manera también de reforzar esta fecha y así rescatar nuestro año nuevo, ya que con el solsticio de invierno comienza un nuevo ciclo, mientras que en el hemisferio norte lo festejan en diciembre que es la fecha que a ellos les corresponde", aclaró.

"En Europa se festeja en diciembre, cuando la noche es más larga que el día; en cambio, nosotros lo festejamos en julio porque es el momento en que, según la elipse que hace la tierra alrededor del sol, quedamos de espalda al mismo", contó a Télam José Diego Lanusse, un cardenal quechua -él que enseña a pensar- de la comunidad coya.

Lanusse, cuyo nombre aborigen es Ushi Huanka Kunturkanky (pequeño antiguo guerrero condor), apuntó que la comunidad aborigen recibirá el jueves el año 5.859.

"Así como para los católicos existió Moisés, nosotros tenemos un Pachacutec, quien nos dice de nuestro origen en el Lago Titicaca, después de una gran lluvia. Ahí comenzó nuestra evolución, por lo tanto somos solares y nuestro Dios es el 'Padre Sol'", recalcó.

Refiriéndose al calendario de sus ancestros, Lanusse dijo que "calculaban los días con un aveco, con forma de contador, compuesto por cinco hilos y en cada uno distintos elementos: algunos representaban números y otros ideogramas, una especie de inventario o donde se dejaba un mensaje".

Se utilizaba también "un palo clavado en forma perpendicular en la tierra para saber en que hora y época se vivía".

En cuanto a la ceremonia sagrada de espera del año nuevo, la cual comienza la noche anterior, Lanusse contó que "tiene lugar el rito de la Pachamama, donde se agradece a la madre tierra la posibilidad de vivir que nos da".

El dueño de casa o jefe de comunidad espera la llegada de los amigos y familiares y una vez reunidos, una pareja de ancianos y niños -representan la madre, el padre y los hijos de la comunidad- comienzan con la ceremonia.

"Van hacia un pozo, rodeado de ollas con comidas típicas (maíz, zapallo, papa, papaya y charquí), allí dejan una cucharada de comida para que luego los miembros de la comunidad la utilicen para comer", explicó Lanusse.

"A continuación pasan las parejas más jóvenes con hijos, aquellos que no tienen niños y por último los solteros", detalló el anciano quechua.

En otra parte del ritual, se hace un cigarrillo con chala -hoja que envuelve el choclo-, tabaco picado y otras yerbas, el cual se pita y se tira una bocanada de humo en el pozo y otra al aire y se deposita en el montículo de tierra que se extrajo en la excavación del pozo.

Según Lanusse, "al comenzar con el ritual los ancianos dicen 'Cucilla Cucilla', que significa alegría por estar vivos, y al finalizar se cierra el pozo y cada uno agradece o pide por algo".

Después de esta tradicional ceremonia, la comunidad aborigen espera que pase la noche cantando alrededor del fogón, mientras los miembros más antiguos de la comunidad cuentan historias y anécdotas a la espera que desde el este salgan los primeros rayos de sol.

"En ese momento, todos parados, los hombres con la cabeza cubierta, levantan los brazos, se dejan caer de rodillas al piso y con las manos extendidas tocan la tierra hasta que el sol sale definitivamente", describió Lanusse.

Del encuentro que se llevará a cabo a partir mañana a las 22 frente a los estudios de Canal 7, estarán presentes representantes de las comunidades que integran el Consejo de Acontecimientos Aborígenes: quechuas, aimaras, mapuches, guaraníes, collas, guarpes y tobas. (Télam).-



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