Un acuerdo de última ahora evitó el enfrentamiento armado entre colonos y pehuenches que habitan la zona del Valle del Queuco en el Alto Biobío. En el lugar, 40 integrantes de la comunidad de Malla-Malla ocuparon 200 hectáreas de veranadas del fundo El Queuco que reclaman como tierras ancestrales y que por años han ocupado, de hecho, 60 familias de colonos.La intervención del gobernador subrogante de la provincia de Biobío, Pedro León, el director regional de la Corporación Nacional Indígena (Conadi), Rubén Quilapí, y del prefecto de Biobío, comandante Carlos Varas, se logró persuadir a ambos grupos para buscar una solución antes de dos semanas. El Mercurio, 10 de febrero de 2001
Acuerdo entre Pehuenches y Colonos Evita Enfrentamiento
Bandos en pugna llegaron a transitorio
pacto. En Temuco, presidente de los agricultores, Manuel Riesco, dijo que
el Gobierno está equivocado en su política hacia los mapuches.
Pilar Espinoza, Arturo Zúñiga
CAÑETE-TEMUCO (Pilar Espinoza y Arturo Zúñiga).- Un acuerdo de última ahora evitó el enfrentamiento armado entre colonos y pehuenches que habitan la zona del Valle del Queuco en el Alto Biobío. En el lugar, 40 integrantes de la comunidad de Malla-Malla ocuparon 200 hectáreas de veranadas del fundo El Queuco que reclaman como tierras ancestrales y que por años han ocupado, de hecho, 60 familias de colonos.
La intervención del gobernador subrogante de la provincia de Biobío, Pedro León, el director regional de la Corporación Nacional Indígena (Conadi), Rubén Quilapí, y del prefecto de Biobío, comandante Carlos Varas, se logró persuadir a ambos grupos para buscar una solución antes de dos semanas.
El grupo de colonos representados por Jacobo Ruiz y Armando Queupil advirtieron el jueves que expulsarían con armas a los pehuenches si las autoridades no lo efectuaban.
El vocero de los indígenas, Félix Tranamil, pidió allanar las casas de los colonos y quitarles las armas, afirmando que ellos no se retirarían.
Para detener las acciones, el gobierno regional aseguró que gestionará una reunión de los bandos en conflicto con el ministro de Planificación (s), Humberto Vega.
Según el acuerdo alcanzado, los pehuenches se comprometieron a no levantar ningún tipo de construcción, pero que permanecerían en el lugar. La autoridad prometió no solicitar su desalojo. Tampoco lo podrán requerir los colonos porque no son los dueños de la tierra.
Paralelo a estos acontecimientos, en la Novena Región el presidente de la Sociedad de Fomento Agrícola de Temuco (Sofo), Manuel Riesco, expresaba que el problema mapuche se solucionaría en diez minutos si existiera voluntad y mecanismos político-económicos para favorecer la agricultura. Según el personero, favoreciendo esta actividad productiva se generará trabajo para los mapuches y el problema acabaría.
Anticipó que de lo contrario seguirán los enfrentamientos y los indígenas quemarán todos los bosques.
Ahondando en la materia dijo que desde hace 100 años los mapuches venían viviendo y trabajando tranquilamente. "¿Y ahora les vino el espíritu independentista? El Gobierno se ha equivocado en su política hacia el sector mapuche". Denunció que a un dirigente le dieron tierras y las arrendó a un "huinka".
Ministro Instructor
En el marco de la investigación
de los incidentes protagonizados por mapuches, ayer se constituyó
nuevamente en Cañete el ministro instructor, Eliseo Araya, para
interrogar a testigos del incendio a la hacienda Lleu-Lleu.
Los acontecimientos sucedidos el 26 de enero pasado motivaron la solicitud de aplicación de la Ley de Seguridad Interior del Estado contra nueve indígenas de la comunidad Pascual Coña. La petición la realizó el intendente Jaime Tohá, por considerar que hubo desórdenes y actos de violencia que alteraron el orden público.
Hasta el tribunal de Cañete concurrió un número no precisado de integrantes indígenas de la comunidad acusada. Todos fueron citados bajo apercibimiento de arresto para entregar su versión como testigos de los hechos. La labor del ministro continuará el día de hoy.