Las huellas del tenebroso pasado sufrido durante el conflicto armado por los indígenas Achí de la apartada comunidad de Rabinal, en Guatemala, siguen presentes sin que haya señales de reconciliación. Desde sus posiciones de guardia, los soldados observan cómo a diario decenas de indígenas acuden al cementerio a depositar flores ante las tumbas de cientos de personas que fueron masacradas por el Ejército y las PAC entre 1980 y 1983. El Tribuno (Salta), 17 de agosto de 2003. 

 
Salta, 17 de agosto de 2003.
Guatemala/ Reclamo ante Derechos Humanos

Una deuda con los aborígenes

Miles de indígenas Achí fueron asesinados durante guerra civil.

Las huellas del tenebroso pasado sufrido durante el conflicto armado por los indígenas Achí de la apartada comunidad de Rabinal, en Guatemala, siguen presentes sin que haya señales de reconciliación.
Bajo los valles y praderas de este místico pueblo indígena, habitado por unas 25.000 personas, supuestamente yacen los cadáveres de miles de indígenas masacrados por el Ejército y las Patrullas de Autodefensa Civil (PAC, paramilitares) entre 1980 y 1983.

La falta de apoyo de las autoridades para encontrar los cientos de enterramientos clandestinos que los familiares de las víctimas aseguran se encuentran en el lugar, y la insistencia del Ejército en mantener un destacamento militar han impedido que la reconciliación llegue a esta apartada comunidad.

El destacamento, uno de los más de 80 que el Ejército instaló en todo el país para combatir a la guerrilla izquierdista durante la guerra de 36 años que azotó a este país centroamericano, está a unos 200 metros del cementerio de Rabinal. Desde sus posiciones de guardia, los soldados observan cómo a diario decenas de indígenas acuden al cementerio a depositar flores ante las tumbas de cientos de personas que fueron masacradas por el Ejército y las PAC entre 1980 y 1983.

"No hay razones para mantener este destacamento en este lugar; ya no es necesario porque la nueva doctrina militar ya no lo requiere", reclamó el alemán Tom Koenigs, jefe de la Misión de Verificación de las Naciones Unidas para Guatemala (Minugua), al coronel Ricardo Lima, jefe de la Zona Militar 21 de las Fuerzas Armadas.

El militar asegura que tampoco conoce las razones por la cuales sus superiores insisten en mantener ese destacamento, a pesar de que el lugar se encuentra inhabitable y prácticamente en escombros.
 

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