La comunidad de Amaicha del Valle ya expresó su opinión: la Fiesta de la Pachamama volverá a realizarse en la plaza central del pueblo, y será gratuita tanto para los que asisten a la celebración como para los que quieran instalar “pascanas”. “La Fiesta se hará del 28 de febrero al 2 de marzo. Por orden del Consejo de Ancianos será abierta para todos, y actuarán exclusivamente artistas de los Valles”, señaló el cacique Héctor Moya. Como en ocasiones anteriores, este año la organización de la tradicional celebración en la que se honra a la Madre Tierra se inició tarde, debido a las diferencias de opinión que surgieron entre los comuneros y la Secretaría de Turismo, acerca del carácter que debe tener el festival. La Gaceta (San Miguel de Tucumán), 21 de enero de 2003. 

 

La Gaceta (San Miguel de Tucumán), 21 de enero de 2003.

VACACIONES

La Fiesta de la Pachamama se hará en la plaza pública

El Consejo de Ancianos quiere retomar la tradición de esa celebración.
La comunidad teme que el rito en honor a la Madre Tierra se vuelva objeto
de consumo. Solo quieren artistas vallistos.



EL RITO. Cada año se elige la mujer más
vieja del pueblo. Magdalena Pastrana fue
la Pachamama de 2002.
Comunidad dividida
Los debates en torno de la Fiesta 
de la Pachamama y del turismo en 
Amaicha no son nuevos. El año 
pasado, un grupo de comuneros 
cortó la ruta, en protesta por lo
que consideraron una imposición del 
Gobierno acerca del lugar donde se
realizaría la celebración. Además, en 
la comunidad hay un debate acerca
de quién es el verdadero cacique.
Por un lado, está Héctor Moya,
elegido por el Consejo de Ancianos.
Por otro, Miguel Pastrana, quien fue
destituido por el Consejo de Ancianos, 
pero que conserva su cargo de
delegado comunal.

 

La comunidad de Amaicha del Valle ya expresó su opinión: la Fiesta de la Pachamama volverá a realizarse en la plaza central del pueblo, y será gratuita tanto para los que asisten a la celebración como para los que quieran instalar “pascanas”. “La Fiesta se hará del 28 de febrero al 2 de marzo. Por orden del Consejo de Ancianos será abierta para todos, y actuarán exclusivamente artistas de los Valles”, señaló el cacique Héctor Moya.

Como en ocasiones anteriores, este año la organización de la tradicional celebración en la que se honra a la Madre Tierra se inició tarde, debido a las diferencias de opinión que surgieron entre los comuneros y la Secretaría de Turismo, acerca del carácter que debe tener el festival.

“No vamos a permitir que se nos imponga cómo hacer nuestra fiesta. Por eso sólo aceptamos hablar con el secretario de Cultura, no porque confiemos en los funcionarios, sino porque creemos que nos vamos a entender mejor con alguien ligado a la cultura”, dijo Moya. “Nos sentimos atropellados, y queremos defender nuestra tradición”, indicó.
 

“Un festival foclórico más”

Los comuneros temen que, en el afán de atraer a más turistas, se desvirtúe el verdadero sentido del encuentro, un antiguo ritual para agradecer a “la Madre” en un objeto de consumo.
Originalmente, las honras a la Pachamama se realizaban en agosto, que es la época anterior a la cosecha. Hace 56 años se decidió hacerla coincidir con la celebración del carnaval.

Desde entonces, las polémicas son constantes, mucho más ahora que la Fiesta de la Pachamama está en trámite de ser declarada “Obra maestra del patrimonio oral e intangible” por el Parlamento Nacional.

“Gente de afuera se adueñó de la fiesta, y la convirtió en un festival folclórico más. Eso no sólo desvirtúa nuestra cultura; también va contra el atractivo turístico ¿A quién le interesa venir, si es igual a cualquier otro festival folclórico?”, se pregunta el comunero Luis César Segura.
“En la Fiesta de la Pachamama deben tocar artistas de Amaicha del Valle, de Los Zazos, de Santa María, de Tafí del Valle, de Colalao del Valle, gente de nuestra cultura”, afirma.

Por su parte, el secretario de Turismo de la Provincia, Domingo Amaya, informó que hoy mantendrá una reunión con los representantes de la comunidad para empezar a organizar la fiesta. “No queremos imponer nada a la comunidad. Será ella la que decida cómo y dónde hacer su fiesta. Nosotros nos ponemos a su disposición”, dijo Amaya.

“El problema -indicó- es que para hacerla en la plaza hace falta una instalación eléctrica especial, y poner otros servicios. Además, sería una pena destruir una plaza tan antigua y tan bonita, con la gran cantidad de gente que asiste a la celebración”. “Pero si ese es el deseo de la comunidad, el Gobierno va a aportar los gastos necesarios”, aseguró.
 

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