Talladas en madera, tridimensionales y en bajorrelieve, cuentan a quienes se detienen a observarlas, por la fuerza expresiva que poseen, la historia de los pueblos indígenas del Valle del Sibundoy (Alto Putumayo) y de la capacidad creativa de sus artistas como método de resistencia civil. Según Oliva Díaz-Granados, gerente de la Fundación BAT Colombia, de la British American Tobacco (entidad que custodia la colección), estos objetos le permitieron al indígena expresar su malestar y exorcizarlo de manera burlesca, supliendo su necesidad de reacción frente al extranjero y garantizándole la supervivencia cultural. AIPIN, 1 de diciembre de 2003.
AIPIN,
Prensa India
"Difundiendo presente y sembrando futuro" |
Diario El Tiempo (Bogotá), 1 de diciembre de 2003.
Exposición de máscaras indígenas que cuentan la historia del Putumayo
Una valiosa colección de rostros tallados en madera se presenta en la biblioteca Luis Ángel Arango hasta el 19 de enero de 2004. Las 226 máscaras hablan.
Talladas en madera, tridimensionales y en bajorrelieve, cuentan a quienes se detienen a observarlas, por la fuerza expresiva que poseen, la historia de los pueblos indígenas del Valle del Sibundoy (Alto Putumayo) y de la capacidad creativa de sus artistas como método de resistencia civil.
Los curiosos objetos representan a los "invasores" que han pasado por las comunidades vecinas Inga y Kamentsá, al suroccidente del país, y resumen la posición de sus habitantes frente a las innumerables invasiones que esta región ha enfrentado, desde la conquista española y la llegada de los misioneros, hasta las fiebres del caucho, la quina y el petróleo que han arrastrado a cientos de hombres blancos hasta estas tierras madereras.
Figuras con la lengua afuera, ojos desorbitados y narices torcidas, con rostros soberbios o expresión de mofa, caricaturizan a esos "invasores" y constituyen la preciosa muestra cuyas máscaras, de carácter mágico-espiritual para sus comunidades, datan de hace 50 a 75 años.
Según Oliva Díaz-Granados, gerente de la Fundación BAT Colombia, de la British American Tobacco (entidad que custodia la colección), estos objetos le permitieron al indígena expresar su malestar y exorcizarlo de manera burlesca, supliendo su necesidad de reacción frente al extranjero y garantizándole la supervivencia cultural.
Para participar en la inauguración de la exposición, que se llevó a cabo el jueves, una comisión de indígenas Inga y Kamentsá presentó una recreación de su festividad más importante, el Carnaval del perdón, en el cual los miembros de las comunidades se reúnen para agradecer las cosechas, recibir consejos y conciliar diferencias.
"Las máscaras y el carnaval
se han mostrado para dar a conocer nuestra cultura y dejar un mensaje de
paz y tolerancia de parte de nuestras comunidades", dijo Miguel Chindoy,
ex gobernador del pueblo Kametsá y miembro de la comisión.
La historia de la colección. Hace más de 50 años que la ciudadana suiza Heidy Pifter comenzó a coleccionar estos objetos, que fueron adquiridos, casi 30 años más tarde, por el fotógrafo y cineasta alemán Michael Tauchert, quien decidió dejarla hace un par de meses en custodia de la fundación BAT.
"La exposición hace parte de un proyecto de la Fundación que busca difundir la cultura de estas comunidades y capacitar a sus artesanos para que consigan la sostenibilidad económica a partir de su trabajo", dice Díaz-Granados. Esa es la razón por la cual se planea la construcción de una escuela que permita profesionalizar a estos artesanos e incentivar la comercialización de su trabajo con la ayuda de Artesanías de Colombia y la Unión Europea.
Chindoy, como la mayoría de los indígenas, conoció la colección hace unos días: "El interés que suscitaron las máscaras a los ojos de los extranjeros es lo que ha permitido preservar la colección. Eso habla del valor que la gente de otros países le da a nuestro trabajo. Estas máscaras, que a mí mismo me sorprenden porque me trasladan a otras épocas y me ponen en contacto con los taitas y talladores que las crearon, tienen un significado chamánico para nuestra comunidad".
No deja de resultar irónico
el papel que han cumplido los extranjeros en la recuperación de
este patrimonio, que surgió como mecanismo de defensa de un pueblo
que se ha sentido sitiado innumerables veces. El Banco de la República
va a itinerar la exposición junto a 32 réplicas contemporáneas
de las máscaras, y fotografías de Jorge Mario Múnera,
por sus museos en las distintas ciudades del país.