El clan Cañumil, que posee 23 mil hectáreas en la zona, dice que no son suficientes para las 48 familias que lo integran y quiere apoderarse de las tierras de los Mohana.


Los Mohana son una familia de campo típica de la Patagonia. Su bisabuelo, Natalio, llegó a esas tierras indómitas hace más de 100 años y se instaló en la línea sur de Río Negro, a unos 60 kilómetros de San Carlos de Bariloche.

Allí compró tierras para criar ovejas y vender su lana. Una historia más de la Patagonia si no fuera porque los Mohana, de origen libanés, hoy están desesperados.

Desde hace un año y medio, la comunidad mapuche Cañumil, vecina de la estancia Chenqueniyén ("cementerio valle"), que fundó el bisabuelo, comenzó a avanzar sobre sus propiedades con alambrados y banderas reivindicatorias de la "Nación Mapuche". Los Cañumil ya poseen unas 23.000 hectáreas reconocidas por el Estado nacional en 1973, aunque ahora sostienen que ya no son suficientes para albergar a las 48 familias que componen la comunidad.

Según relató Gonzalo Mohana al diario argentino La Nación, la comunidad instaló un alambrado a lo largo de 2.200 hectáreas del campo de la familia para no dejar ingresar a nadie.

Gonzalo, de 28 años, cuenta que nunca habían tenido problemas con sus vecinos, los Cañumil, y agregó que, incluso, Lucerinda, la longkco y machi de la comunidad, es ahijada de su abuelo Teófilo Mohana, que nació en la estancia. Pero presiente que algo cambió en los últimos años.

"Nos llaman 'turcos' y nos dicen que llegamos a robarles, cuando, en realidad, ellos se asentaron en la zona por los mismos años que mi bisabuelo. Nosotros siempre los respetamos y reconocemos sus tierras y su cultura. Ahora, no podemos ni cruzarnos ni entablar ningún diálogo para resolver el conflicto", agregó.

Los Mohana realizaron una denuncia en el Juzgado de Instrucción Nº 6, a cargo de Miguel Ángel Gaimaro Pozzi. No tuvieron respuesta.

Esto no es todo. Ricardo, padre de Gonzalo Mohana, heredó una chacra en la zona de Ñorquinco, también en la denominada línea sur rionegrina. La comunidad Nehuen Twain Kom no reconoció la jurisprudencia que hizo heredero a Ricardo tras la muerte de su cuñado y usurpó allí tres mil hectáreas.

Los Mohana hicieron la denuncia en el juzgado a cargo de Gaimaro Pozzi pero tampoco tuvieron eco, y a la chacra de Ñorquinco ya la dan por perdida.

CONFLICTO

El reclamo de tierras y las tomas de campos avanzan en las provincias de Neuquén, Río Negro y Chubut