La Masonería chilena apoya los consensos por el reconocimiento constitucional de los Pueblos Originarios de Chile, en particular del Pueblo Mapuche, reconociendo la dignidad que merece por su historia y su cultura, profundamente enraizada en nuestra sociedad.

La masonería valora la diversidad como una de las expresiones fundamentales de la convivencia humana y que le da un sentido integrador a la sociedad. Ella aporta elementos vivenciales que solo puede reconocer y aquilatar quien aprecia sinceramente a la persona humana por sobre sus particularidades de origen, creencias, pensamiento y cultura.

En un mismo contexto, la masonería considera que la libertad y la igualdad son parte de la esencia de toda convivencia social. La libertad nos convoca a un trabajo mancomunado por el bien de la sociedad, mientras que la igualdad exige un compromiso sincero en la aceptación de las diferencias, en la convicción más profunda de que la tolerancia, derivada de esta visión, posibilita y facilita la integración de todos quienes deseamos una sociedad pacifica, solidaria y fraternal.

En virtud de ello, la Masonería chilena apoya los consensos por el reconocimiento constitucional de los Pueblos Originarios de Chile, en particular del Pueblo Mapuche, reconociendo la dignidad que merece por su historia y su cultura, profundamente enraizada en nuestra sociedad

Como institución sustentada en altos valores, tenemos una profunda admiración por el Pueblo Mapuche, por su historia y muy especialmente por su cosmovisión y la manera en que se ha transmitido, de generación en generación, una identidad cultural que respetamos y valoramos. Al igual que nuestros hermanos mapuches, nos sentimos parte de la naturaleza y el universo que la acoge, celebramos sus ciclos naturales y dedicamos grandes esfuerzos a proteger y enseñar la necesidad de respetarla, como espacio vital de nuestra especie.

Todo esto nos lleva a abogar para que esta realidad evidente se plasme en reconocimientos efectivos, empezando por las modificaciones necesarias a nivel constitucional, legal y administrativo, para establecer una relación del Estado de Chile con los Pueblos Originarios, en particular con el Pueblo Mapuche, congruente con un necesario proceso de integración, imperativo para el logro de la armonía social y coherente con los distintos principios y valores recogidos en instrumentos y acuerdos internacionales, como los consagrados en la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU, entre varios otros.

El Consejo de la Gran Logia de Chile, expresado a través del Gran Maestro, valora los esfuerzos sociales y políticos de todos quienes impulsan este reconocimiento constitucional, esfuerzo al cual sumamos nuestra voluntad, basada en nuestros principios universales y en nuestra comprensión de la República como el espacio de todos.

Los Pueblos Originarios son parte integral de nuestra historia y es nuestro deber reconocerlos y hacerlos parte de nuestro futuro, asegurando sus derechos a la Libertad, la Igualdad y la Justicia, en un proceso de armonía y fraternidad.

Sebastián Jans Pérez, gran maestro de la Gran Logia de Chile
Temuco, 24 de enero de 2019