En una ceremonia cargada de misticismo andino y destinada a recibir la energía y sabiduría de los espíritus ancestrales, el Presidente boliviano, Evo Morales, protagonizó ayer su segunda investidura indígena, en la ciudadela prehispánica de Tiwanaku.
Evo apareció vestido con un simbólico atuendo hecho con fibra de llama e inspirado en los que lucían hace miles de años las autoridades tiahuanacotas, apuntó EFE.En el ritual, similar al celebrado hace cuatro años tras su primera victoria electoral, Morales volvió a recibir los bastones de mando de los pueblos originarios en las milenarias escalinatas del templo de Kalasasaya, donde se congregaron miles de indígenas bolivianos.
En su discurso, Evo proclamó dijo que el desafío es "cambiar a Bolivia y desde Bolivia al mundo de las políticas de saqueo del capitalismo que están destrozando la madre tierra". Anunció que su próximo "combate" será por la defensa y los derechos de la madre tierra y dijo que juró el jueves a sus ancestros luchar contra al capitalismo.
"Los pueblos del mundo siempre deben estar de pie y nunca de rodillas frente al capitalismo", dijo Morales, citado por Associated Press.
La toma de posesión oficial del Mandatario será hoy en la Asamblea Legislativa Plurinacional. Evo declaró feriado nacional el día de hoy por "la muerte de un estado colonial y el nacimiento de un estado plubinacional".
En Bolivia hay gran polémica porque el presupuesto del gobierno para ambas ceremonias, es de casi US$ 1 millón.




