“El pueblo si no lucha, los políticos no escuchan” es el mensaje de una mujer que sueña con ser la sorpresa de los próximos comicios. Conoce más de la candidata que se confesó con La oPiñón.
Fue la gran sorpresa de las inscripciones. El panorama político de cara a los comicios de octubre próximo en Temuco parecía claro, sin embargo, Elena Varela removió el escenario. Inscribió su candidatura bajo un manto de dudas sobre su motivación para ser alcaldesa y, con un discurso fuerte y directo, se comienza a ganar un espacio en la capital regional.“Mucha gente me ha dicho que es bueno que esté en esta disputa. Creo que esta candidatura es una verdadera alternativa, pues antes de esto la disputa la llevaban los mismos, por lo que estoy convencida que en estas elecciones, los jóvenes y todos los desencantados tendrán mucha participación en este histórico proceso de cambio”, reconoce Varela.
Su vida, sus gustos y sus sueños en una entrevista exclusiva de la cineasta y maestra de música que quiere llevar su discurso y visión de ciudad al municipio.
¿Por qué quiere ser alcaldesa de Temuco?
“Temuco vive en opresión social, cultural y económica donde el poder económico ha dominado en todas las expresiones a la ciudadanía, sin dejarle las posibilidades de conocer su propia historia social, ocultándola e inventando una historia social falsa, dejándolos sin participación y asistiendo con migajas los problemas sociales de la salud, la educación y la cultura. Yo quiero que la comunidad de Temuco se exprese y lleve su discurso a construir en comunidad un futuro más digno y más prospero para todos. No es justo que sólo algunos accedan a los servicios y beneficios que el sistema otorga, mientras que el resto puede esperar eternamente. Sin embargo mi propuesta es la reconstrucción de estos valores desde las organizaciones sociales entregándoles herramientas para que la comunidad tenga protagonismo y levante su voz”.
¿Cuáles son los principales problemas del Temuco modelo 2012?
“La cesantía que trae consigo la pobreza, por tanto está ligada también la delincuencia. Los niveles de seguridad y de abuso de poder policial sobre, principalmente, los jóvenes y dirigentes Mapuche (hogares). A eso se suma la desigualdad en los sistemas de salud y educación, la riqueza concentrada en poder económicos y la contaminación ambiental”.
Descontaminacion: una prioridad
¿Qué opinión tiene de sus contendores qué aspiran también al sillón edilicio?
“Todos ellos, sin excepción, representan a partidos políticos que tienen y han llevado una política arcaica, como verdaderos patrones de fundos, donde su discursos apuntan a resguardar sus intereses por sobre los del pueblo. Son ellos los que con estos antivalores han llevado a la comuna al empobrecimiento y la miseria, aumentando la brecha entre los ricos y pobres, generando un mayor descontento en la población y controlando su repuesta con la violencia policial y represión en las calles. Su labor como alcaldes se puede definir en dos palabras: represión y abuso. Estos son y han sido los alcaldes de Temuco”.
A nivel país, se sabe que el gran problema de Temuco es su contaminación ¿Qué medidas tomaría para solucionar este problema?
“Todo esto pasa por un círculo de pobreza y que tiene como base que la calefacción no es un negocio, sino que es un derecho que debemos defender y también legitimar. Temuco es una comuna de alto índice de cesantía y pobreza donde el gas licuado siendo menos contaminante, no está al alcance del bolsillo de la mayoría, no obstante, la leña seca certificada se vende a un precio también inalcanzable y sin control, por tanto tenemos un mayor índice de enfermedades respiratorias, principalmente en niños y ancianos. La población en general carente de los recursos para la calefacción termina optando por comprar leña verde para poder acceder a la calefacción en el hogar. Es decir para esta candidata el problema de contaminación parte en el bolsillo de nuestra comunidad. Hay que bajar los precios de la leña seca a un valor calculado alcanzable al bolsillo del salario mínimo. Esto implica desarrollar una política de producción y acopio municipal de este combustible para comercializarlo a los grupos sociales de menor ingreso, usando para esto nuevas herramientas de medida social y estableciendo el valor de la leña seca al alcance de todos”.