Hoy varios grupos organizados presentan sus propuestas públicamente con sus propias lógicas de intervención. Entonces yo agarrandome de la idea "lo escencial es invisible a los ojos", haré publico este sentipensar que para mi si es escencial, porque se trata de mi cultura, y como mujer, williche, campesina y activista no puedo dejar pasar desapercibido desconocimientos que se han perpetuando a lo largo de los tiempos.

Holo,
hablo desde mi plano local en el que me encuentro, de lo que aprecio en mi entorno ya que en mi intento de-construir-me considero necesario analizar y cuestionar criticamente nuestro posicionamiento ideológico sobre lo que esta pasando a nivel social y compartirlo claramente , como una manera de intercambiar inquietudes y aclararlas derrepente entre todos.

Actualmente en la plaza céntrica de MELIPULLI ( Puerto Montt) se encuentra un rayado bastante visible, el cual dice ? el trauco era un macho violador, feministas de melipulli? ante esto a modo de iniciar un diálogo que contribuya a generar un aprendizaje colectivo más que una disputa o culpabilizar a alguien de tal acto, solo me gustaría esclarecer que;

Amigxs el trauco no era un macho violador, el trauco, CHAUKO es un espíritu protector de las aguas, un ngen considerado así por el pueblo, wuilliche, y que después con la llegada colonizadora se deformo esa creencia espiritual indígena en una bestia horrorosamente fea de 60 cm que violaba a las mujeres, como otro de los mil intentos racistas y perversos que utilizaron para inferiorizar a la cultura williche, transmitiéndo de generación en generación esta leyenda que representa la violencia epistémica sufrida en este territorio (refiriéndome a territorio no como un pedazo de tierra, sino como un espacio donde fluyen cosmogonías las cuales fueron gravemente dañadas).

A modo de reflexión propia apoyo las ideas más transversales que plantea el feminismo actual y conozco sus bases, pero considero que tambn es necesario replantearnos un feminismo descolonizado, como dice un ensayo que leí y que trata de esto mismo, los espacios feministas que buscan despatriacalizar el pensamiento que hoy en día sigue tan presente, deben estar abiertos a integrar en su discurso conocimientos de los otros tipos de femenismos; de mujeres indígenas, campesinas, inmigrantes, mujeres del tercer mundo, empobrecidas por el occidentalismo. Un feminismo, entonces que se haga cómplice y se alimente del saber de los movimientos comunitarios que en Abya yala (america) llevan a cabo procesos de descolonización y restitución de genealogías perdidas, que señalan la posibilidad de otros significados de la vida, como esto mismo del trauco una palabra completamente tergiversada y para mal... seguramente lxs creadores no lo hicieron con ninguna mala intención, sino que desde el mismo desconocimiento indígena que insistentemente hemos tratado de visibilizar. ( La bandera mapuche en las marchas no sirve de mucho si estas pequeñas historias las desconocemos).

Ojalá lxs compañerxs que hicieron esto puedan reelaborar y resignificar lo que trataron de decir. Solo pedimos respeto y que consideren la memoria indigena,que rastreen bien la historia. Eso nomas.

Por: Sara Aucapan