Son organizados por y para miembros de comunidades indígenas. Con $400 millones a repartir a nivel nacional, se pretende financiar 400 talleres. Ya van 380, pero algunas regiones no recibieron tantas postulaciones. Los fondos se reasignaron para un segundo llamado en La Araucanía.
Tania González Es domingo y hay unas 30 personas en la ruca-museo del Centro Ceremonial Mahuidache, en El Bosque, esperando que empiece el taller de mapudungún. Una mujer dice que es mapuche, pero que no conoce su idioma porque nació en Santiago. Su caso da cuenta de las cifras oficiales: sólo el 12% de los miembros de los pueblos originarios habla su lengua. La cifra disminuye año a año, y para 2030 no quedarían hablantes.En este contexto, y siguiendo las ordenanzas del Convenio 169 de la OIT -que establece los derechos de los pueblos indígenas-, la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi) instauró este año el primer concurso público "Talleres de aprendizaje de las lenguas originarias". Con $400 millones a nivel nacional, pretende financiar 400 cursos que deben ser impartidos por y para miembros de comunidades y asociaciones indígenas, llegando a 10 mil personas.
"Lo más importante es que enseñen cómo ancestralmente lo hacían. No les hemos pedido metodología, ellos deciden cómo entregar el conocimiento. Siempre se había hecho a través de consultoras y universidades", explica Jorge Retamal, director de la Conadi.
Los talleres ya comenzaron, y sólo falta conocer -durante esta quincena- los resultados de un segundo llamado en la Unidad de Cultura y Educación de Temuco, que ya financió 75 talleres. Como en otras regiones hubo menos postulaciones que recursos disponibles, éstos fueron redestinados a la zona con más demanda. La unidad de Santiago (a cargo de las regiones IV, V, VI y Metropolitana), por ejemplo, sólo entregó $46 millones de los $75 millones disponibles en dos llamados.
La institución lo atribuye a que el monto ofrecido -$1 millón por curso- no sería suficiente considerando los altos costos de vida de algunas zonas. Sólo dos talleres, en Punta Arenas, recibieron $2 millones. "Aquí, además, existen los pueblos kawésqar y yagán. Su lengua y cultura están en extinción, por lo que son prioridad", explica Pablo Painemilla, encargado nacional del programa.
"Vamos a aumentar los recursos en lugares donde corresponde", dice Retamal sobre la convocatoria de 2013. Estaría incluido Santiago, donde se concentra el 27,7% de la población indígena del país. Y agrega: "El próximo año queremos llegar a 15 mil personas".
Hasta el momento, se han financiado 380 talleres que llegan a 9 mil 500 personas: 1 de yagán, 1 de kawésqar, 2 de quechua, 3 de kunza, 10 de rapanui, 48 de aimara y 315 de mapudungún. En Santiago hay mil 150 inscritos, divididos en 43 organizaciones mapuches y 3 aimaras.