....hubo un leguleyo francés, hijo de campesinos, que soñaba ser rey. Sabía que los belicosos mapuches esperaban la venida de un mesías que los uniera contra el enemigo huinca. Entonces, enfiló al sur y cayó parado. Orélie-Antoine De Tounens fue elegido Rey de la Araucanía y la Patagonia por una junta de caciques, en 1860. El gobierno chileno lo encarceló y antes de ser devuelto a su país estuvo internado en un manicomio. Intentó volver, pero fracasó.En Francia tiene hoy un sucesor, Phillipe I, Príncipe de la Araucanía y de la Patagonia, heredero por razones de afinidad intelectual - como declaró una vez- del sin par monarca. El Mercurio, 20 de junio de 2001

 


Santiago de Chile,  Miércoles 20 de Junio de 2001


La Patagonia Es Mía...

El nombre Patagonia tiene sello de calidad mundial. Mientras en Argentina le sacan el máximo provecho, en Chile alcaldes del sur se disputan la marca a tirones, como si fuera trofeo de guerra...
 

Soledad Neira

Es ya como una fiebre. Sólo así puede ser descrita la locura que desata el nombre que Hernando de Magallanes, el portugués descubridor del paso del océano Atlántico al Pacífico, le dio hace casi cinco siglos a la región austral del continente americano.

Y una fiebre contagiosa.

Los primeros en evidenciarla fueron nuestros vecinos trasandinos, quienes venden turísticamente la mitad de su país con la marca Patagonia. Y les va bien.

Basta cruzar la frontera en Osorno para llegar a Bariloche y descubrir que da para todo: jardín de la Patagonia, Banco Patagonia y la infaltable Parrilla Patagónica. ¡Era que no! Y hasta tienen un directorio telefónico ¡Patagónico!

Pero la marca comercial reconocida internacionalmente no pertenece a sudamericanos, sino a una estadounidense, la esposa de Douglas Tompkins, socia en una empresa de vestuario para excursiones todo terreno.

Darwin y Compañía

La historia recuerda a otros afiebrados que vinieron antes (y a un apestado, por cierto: el naturalista Charles Darwin, que encontró que la Patagonia era de lo peor que había visto).

Entre los acalorados, hubo un leguleyo francés, hijo de campesinos, que soñaba ser rey. Sabía que los belicosos mapuches esperaban la venida de un mesías que los uniera contra el enemigo huinca. Entonces, enfiló al sur y cayó parado. Orélie-Antoine De Tounens fue elegido Rey de la Araucanía y la Patagonia por una junta de caciques, en 1860.

El gobierno chileno lo encarceló y antes de ser devuelto a su país estuvo internado en un manicomio. Intentó volver, pero fracasó.

En Francia tiene hoy un sucesor, Phillipe I, Príncipe de la Araucanía y de la Patagonia, heredero por razones de afinidad intelectual - como declaró una vez- del sin par monarca.

La Trampita

Transcurrido un poco más de un siglo, una nueva polémica parece sacada de un cuento patagón.

A poco de asumir el cargo de alcalde de Puerto Montt, el ex intendente Rabindranath Quinteros inició una ofensiva campaña comunicacional: "Puerto Montt, capital de la Patagonia Chilena". ¿Qué tal?

Como era obvio, el prepotente slogan cayó como piedra lanzada con boleadora en Aisén y Magallanes.

Y luego, en una actitud casi ingenua, Quinteros no encontró nada mejor que aprovechar el Congreso Nacional de Municipalidades, que se realizó en Puerto Varas, hace poco más de un mes, para convidar a los ediles australes al "Primer Encuentro de Alcaldes de la Patagonia". Plop.

Ahí la terminó de rematar, porque la indignada respuesta de los ediles del extremo austral sonó como estampida de guanacos ante el embate de las boleadoras.

Para ser caballeros, le contestaron por escrito, aclarándole que difícilmente sería el primer encuentro, "pues nos hemos reunido en innumerables oportunidades", incluso con los argentinos de la zona y nunca se ha invitado a Puerto Montt, puesto que no forma parte de la Patagonia, refrendó Juan Morano, alcalde de Magallanes. Directo al mentón.

Para no ser menos, el edil de Coihaique, David Sandoval, también por carta, le dijo que no irían, que "el concepto Patagonia es intransable" y que no estaban de acuerdo en el uso y apropiación de Patagonia, que "sólo corresponde a quienes forman parte de la zona austral de Chile".

Defendiendo sus transparentes y casi inocuas intenciones, el edil portomontino varió un poco el tenor de sus primeras proclamas y ahora habla de asociatividad. Incluso invita a los ediles del sur a trabajar juntos en un proyecto común.

Pero no pierde el hilo cuando afirma que tal vez Puerto Montt no sea la capital, pero ¡sí la puerta norte a la Patagonia!

Como reafirmándose, recuerda que el director Nacional de Turismo, Oscar Santelices, dice que la Patagonia parte en la Novena Región. ¡Por favor!

El Chamorro

Pese a que lo niega, el interés de Quinteros por la Patagonia se hizo público junto con la llegada a su equipo de Iván Cuadra, un gestor de negocios que previamente fundó con otro socio la Corporación Binacional de Turismo (Cobitur).

Apenas en septiembre del año pasado, en el marco de un encuentro mundial de Turismo - en el que sólo había chilenos y uno que otro argentino- , Cuadra instaló en la Plaza de Chaitén un arco cuya leyenda dice: "Chaitén, Puerta Norte de la Patagonia".

Meses después, ya en el equipo de Quinteros, lanzan la campaña para posicionar a Puerto Montt como capital de la Patagonia. ¡Curioso! Si la puerta está en Chaitén, obviamente Puerto Montt, 265 kilómetros al norte, está fuera de la Patagonia! Sencillamente Cuadra corrió la puerta.

Quinteros dice que el tema con los alcaldes está zanjado. "Es problema de ellos si no quieren entender el concepto de Patagonia..." Lejos de darle importancia a la ausencia de los alcaldes en su reunión, recuerda que sí estaba presente "un representante de la futura comuna de Porvenir".

"Lo que yo quería hacer era meter el tema. Sabíamos que iba a ser una polémica, que todo el mundo se iba a sentir tocado. Lo importante es el concepto. Cómo podemos vender, en el buen sentido de la palabra, un territorio para el turismo. Y las provincias argentinas están en lo mismo".

Dice que es muy difícil promover ciudades solas. "Es asociatividad; no se trata de quién es más o menos patagón...".

Y, por último, dice Quinteros, "al alcalde Morano no lo conocía nadie antes de esto".

Por Soledad Neira

Tierra de Gigantes

"Un disparate geográfico". Historiador y Premio Nacional de Historia 2000, Mateo Martinic es tajante. Admite que Puerto Montt puede ser la puerta al viajar desde el norte, pero "en rigor este territorio, la Patagonia, por el lado chileno, comienza al sur de Puerto Montt".

Y se apoya en la mayoría inmensa de los geógrafos del pasado, para afirmar que "la Patagonia comienza en el fiordo de Reloncaví, penetrando hacia la cordillera hasta el monte Tronador y luego sigue a través de Argentina por la línea del río Negro hasta la costa del Atlántico".

Si lo apuran por una capital para el lado chileno, por razones turísticas, por ejemplo, "sería naturalmente Punta Arenas, la ciudad más antigua, la más importante, la que tiene mayor tradición histórica y, en definitiva, la que tiene mayor significación a uno y otro lado de la frontera".

Y afina. "Alternativa debería ser Coihaique".

Hernando de Magallanes designó como Patagonia a la región habitaba por cazadores nómades, tehuelches, entre el sur de Chile y Argentina. Los llamó patagones por las enormes huellas de sus mocasines de cuero.

Y existe una borrosa toponimia quechua, patak aoniken (cien aoniken). Una tercera alternativa, se refiere a Gran Patagón, monstruo con cabeza de perro, en la novela de caballería Primaleón.

en internet:

Ubicación Geográfica

http://www.chilesat.net/sernatur/pagina1.htm

Datos y Fotos de un Lugar Perfecto

http://www.region10.cl/osornotour/patagonia.htm

Explorador de la Patagonia

http://www.humboldt200.cl/resumenes/hans.html

Puerto Montt

http://www.geocities.com/TheTropics/Reef/7654/

Punta Arenas: Capital de la Patagonia

http://www.puntaarenas.cl/


©2000 Empresa El Mercurio S.A.P


Enlace al artículo original.