A un paso de Temuco, en el corazón de La Araucanía, la pequeña localidad de Chol Chol (tierra de cardos), está atrayendo cada vez más a turistas - especialmente extranjeros- , sedientos no sólo de conocer la cosmovisión mapuche, sino también deseosos de compartir costumbres y tradiciones indígenas.El Mercurio, 28 de marzo de 2001

 


Santiago de Chile, Miércoles 28 de Marzo de 2001
Las misteriosas cuevas en las inmediaciones de Chol Chol se han convertido en la nueva atracción para los turistas. Muchos sostienen que fueron construidas por antepasados delos actuales mapuches. 
Gringos en Onda Mapuche

Chol Chol, pequeña localidad mayoritariamente indígena, aspira a convertirse en la capital del etnoturismo del sur del país. Comunidades mapuches ya construyen cabañas tipo rucas, con fogones incluidos, para aprovechar el interés por su cultura. Cuevas son última atracción.
 

Iván Fredes

Por Iván Fredes

A un paso de Temuco, en el corazón de La Araucanía, la pequeña localidad de Chol Chol (tierra de cardos), está atrayendo cada vez más a turistas - especialmente extranjeros- , sedientos no sólo de conocer la cosmovisión mapuche, sino también deseosos de compartir costumbres y tradiciones indígenas.

Por eso no es raro ver a gringos recorrer las comunidades mapuches sobre carretas tiradas por yuntas de inseparables bueyes, pagar por dormir en rucas, participar en labores agrícolas y degustar comidas típicas sentados alrededor de un fogón.

Considerada una zona indígena por excelencia, con una población de 3.000 habitantes, de los cuales el 60 por ciento pertenece a la etnia mapuche, es turísticamente la más posesionada a nivel nacional e internacional y figura invariablemente como lugar de visita obligada en cualquier guía o folleto.

Rodeada de 320 comunidades mapuches y a sólo 28 kilómetros de Temuco - unida por una flamante carretera asfaltada- , la localidad no cuenta con equipamiento de servicios turísticos, pero el creciente interés de las visitas está impulsando proyectos que esperan revertir esa situación en el corto plazo.

Uno de estos planes del Fondo de Innovación Agraria (FIA) está financiando la construcción de 10 cabañas tipo rucas, en los sectores de Hueñoco, El Peral y Repocura, en los alrededores de Chol Chol, para que igual número de familias mapuches reciban y atiendan a las visitas.

La idea, en la cual son invertidos 90 millones de pesos, no sólo contempla ofrecer servicios de alojamiento y comida a los turistas, sino también incorporarlos a las actividades cotidianas de los comuneros, como arreo de animales, labores de cosecha, rituales, torneos, caminatas, pesca y hasta paseos en carretas.

Martín Paineo, uno de los futuros anfitriones, en cuyos terrenos se levanta una de las cabañas, está esperanzado en que los turistas que hasta ahora recorren la zona por el día puedan alargar su permanencia y ocupar sus servicios.

Queremos que nos conozcan, sepan de nuestra cultura, de nuestras leyendas, comenta, al tiempo que resalta que varios cursos de capacitación lo tienen más que preparado para enfrentar el nuevo desafío.

El coordinador del proyecto, Claudio Sandoval, anticipa que los tres centros de etnoturismo estarán funcionando antes de fines de año y que el objetivo principal es que los turistas no sólo pernocten en la zona, sino interactúen con los comuneros y sus familias. Como si ello fuera poco, el municipio de Nueva Imperial, comuna a la cual pertenece esa localidad, acaba de inaugurar un museo mapuche, donde son expuestas 250 piezas de cerámicas, tejidos y textiles indígenas, además de reseñas y crónicas históricas.

El circuito turístico también incorpora a la Feria Campesina, que una vez al mes reúne a los comuneros mapuches en un gran centro de venta y compra de animales, hortalizas y artesanías, considerada como una fiel expresión del comercio indígena.

La feria también ofrece comidas típicas como catutos, sopaipillas, cazuelas. Además, en su entorno una vez al mes habrá juegos populares mapuches, como el palín.

Otras dos rucas, construidas a la usanza tradicional e instaladas en la avenida principal del poblado, funcionan como oficinas de informaciones para atender mensualmente a unos 300 turistas, dos tercios de los cuales son extranjeros, cantidad que aumenta al doble en los meses de verano.

El gerente de Frontera Tour, Giovanni Pacheco, una de dos empresas que incorporaron a esa localidad en los circuitos etnoturísticos - la mayoría de los visitantes llega en micros o colectivos- , señala que la corta distancia entre Temuco y Chol Chol permite en el día recorrer los principales atractivos culturales de la zona.

Coincide en que las actuales iniciativas en desarrollo están mejorando progresivamente la infraestructura turística y que en el corto plazo podría convertirse en el principal centro para conocer, en directo, la cultura mapuche.

Incluso, el proyecto de los centros etnoturísticos contempla incorporar su página propia en Internet, para ofrecer sus servicios a nivel internacional, porque, curiosamente, no son los turistas chilenos sino los extranjeros los más interesados en conocer la cultura mapuche.

¿Cuevas Diabólicas?

Los operadores turísticos acaban de descubrir un par de secretas y misteriosas cuevas en las cercanías de Chol Chol. Justo en medio de comunidades mapuches. Algunos sostienen que son formaciones naturales. Otros, que fueron construidas por sus antepasados. Son conocidas como Renü en la lengua indígena.

Relatos ancestrales cuentan que en esas oscuras cavernas los mapuches esotéricos practicaban ritos de iniciación y magia para reencontrarse con sus antepasados, conocer los misterios de la vida o comprometer su alma a los poderes del mal a cambio de fortuna.

El investigador Juan Ñanculef explica que en la cosmovisión mapuche el mundo está dividido en Huenu Mapu (la tierra de arriba o el espacio), el Nag Mapu (la tierra que pisa o el suelo) y el Minche Mapu (la tierra de abajo o subsuelo).

Dice que el Renü es la esencia misma del Minche Mapu. Ahí, el mapuche practica hasta hoy rituales del tipo esotérico para encontrarse con sus antepasados y recibir magníficas atenciones de comidas y bebidas servidas en recipientes de oro.

Las cavernas de Chol Chol no son las únicas. Existen en todo el territorio mapuche. Pero llegar a ellas, si bien no es imposible, es difícil. Los que saben de su ubicación - no son muchos- , guardan celosamente el secreto.

Por eso, desde el verano último, la empresa Frontera Tour, que ofrece visitas guiadas a Chol Chol, ocupando a comuneros mapuches, incorporó en su ruta a dos de esas misteriosas cuevas.

Su gerente, Giovanni Pacheco, cuenta que las hasta ahora desconocidas cuevas son su caballito de batalla para rodear con un halo de misterio el recorrido cultural por la zona cholcholina.

En Internet

Descripción del Area de Cholchol
http://www.chile-araucania.cl/raicesarauc.htm
Turismo desde Perspectiva Indígena
http://www.encuentroindigena.cl/
Etnias Indígenas de Chile
http://www.conadi.cl/etnias/inicio.htm
 



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