¿Podría creer alguien que en Chile, lanzado ya el siglo XXI, hay pacientes a quienes se les pincha la vesícula hinchada para que aguanten mientras se busca la manera de enviarlos a un hospital de verdad? Y si tienen la desgracia de sufrir un grave accidente de tránsito, en una región donde los caminos en invierno se convierten en trampas, el pronóstico es peor: sólo podrán recibir tratamiento de apoyo a la emergencia. ¡Y nada más! Es la realidad de los habitantes de Chaitén, en la provincia de Palena, unos 265 kilómetros al sur de Puerto Montt, capital de la Región de los Lagos. En esa comuna viven unas ocho mil personas, de las cuales sólo unas 3.500 residen en el sector urbano. El Mercurio, 4 de octubre de 2000
Santiago de Chile, Miércoles 4 de Octubre de 2000
Volar... o Morir en Chaitén
Casi fatal resulta enfermarse en esa apartada
ciudad de la Carretera Austral. Más bien es una pesadilla... ¡Aterradora y costosa!
Por Soledad Neira
¿Podría creer alguien que en Chile, lanzado ya el siglo XXI, hay pacientes a
quienes se les pincha la vesícula hinchada para que aguanten mientras se busca
la manera de enviarlos a un hospital de verdad? Y si tienen la desgracia de
sufrir un grave accidente de tránsito, en una región donde los caminos en invierno
se convierten en trampas, el pronóstico es peor: sólo podrán recibir tratamiento
de apoyo a la emergencia. ¡Y nada más!
Es la realidad de los habitantes de Chaitén, en la provincia de Palena, unos
265 kilómetros al sur de Puerto Montt, capital de la Región de los Lagos. En
esa comuna viven unas ocho mil personas, de las cuales sólo unas 3.500 residen
en el sector urbano.
El Hospital de Chaitén, más que un nosocomio de verdad, parece un consultorio
de salud. Incluso el edificio se ve viejo y desmejorado. Es del Tipo IV (ver
recuadro) y no cuenta con especialidades médicas, ni siquiera un cirujano. De
él dependen nueve postas y tres estaciones médico rurales. A sólo dos de ellas
es posible acceder por tierra. Al resto obligadamente se llega navegando.
Su planta la conforman cuatro médicos generales de zona, que dependen del Ministerio
de Salud. Uno es integral y trabaja 33 horas semanales en el regimiento. Otro
profesional era el médico del Cirujano Videla, el buque de la Armada que hacía
las rondas de salud en las islas y que fue dado de baja hace un par de años.
Se quedó en Chaitén a la espera de que el barco fuera reemplazado, lo que aún
no ocurre.
Hay dos matronas, pero no tienen oftalmólogo ni otorrino, los que a juicio del
director del establecimiento, el médico Gonzalo Navarrete, no se justifican
permanentemente. Un dentista dispone sólo de algunas horas porque 33 las tiene
destinadas a Carabineros y el otro se reparte entre el colegio y el hospital.
Hay un pabellón básico y una máquina de anestesia que permite hacer apendicectomías,
cesáreas y cirugías menores.
Vesículas, ¡jamás! Por eso los pinchazos, para que drene y decrezca la intensidad
del dolor.
Para el Dr. Navarrete, lo que requieren es la contratación de un cirujano de
planta y un ginecólogo. Pero la ciudad pide además a gritos un pediatra, porque
todas las emergencias de esa naturaleza obligadamente deben ser evacuadas a
Puerto Montt.
Incluso, los hospitales de Futaleufú y Palena muchas veces sacan a su gente
a Argentina, que está más cerca y la que, además, tiene mejor acceso. Claro
que hay cosas con las que es mejor no soñar, como un neurólogo infantil, dado
que crecientemente hay casos de niños con problemas de déficit atencional, hiperkinesis
y hay que sacarlos a todos.
Pero el pueblo tampoco cuenta con una farmacia, porque se requiere de un químico
farmacéutico y el único que lo intentó abandonó rápidamente sus afanes. La mayor
parte de los medicamentos se vende sin receta en el pueblo. El doctor Navarrete
asegura que existe una fiscalización y que además las necesidades mínimas de
la población, como analgésicos y antibióticos, están resueltas con el arsenal
farmacológico del hospital.
A CHAITEN LO ABANDONAN
"Alguien en Santiago decidió que Chaitén era muy chico para tener un hospital
decente", se queja amargamente un funcionario público que prefiere no dar su
nombre.
Para Loreto Lorca, directora del Servicio de Salud Llanchipal, de quien dependen
administrativamente los servicios de salud de Llanquihue, Chiloé y Palena, en
Chaitén no hay un problema de salud ni una población que amerite un hospital
más grande que el que existe. Ni siquiera por las características geográficas
se justifica, recalca.
Asegura además que incluso los hospitales de Futaleufú y de Palena están dotados
más allá de lo que la cantidad de habitantes recomienda, justamente porque viven
en condiciones de aislamiento.
Sin embargo, la propia Ministra de Salud, Michelle Bachelett, reconoció que
ese factor debería ser comenzado a tener en cuenta...
La doctora Lorca insiste en que los hospitales se construyen de acuerdo a la
cantidad de habitantes y que el hospital tipo IV es el que corresponde a Chaitén.
Insiste en que está preparado para recibir emergencias y evacuarlas "y hasta
ahora siempre ha sido operativo. Nunca ha habido problemas". Asegura que las
evacuaciones aeromédicas se hacen con la Fuerza Aérea y si la FACh no puede,
"pagamos los servicios de empresas privadas que cubren esa ruta", enfatiza,
pero admite que muchas veces desde Futaleufú o Palena se saca a los pacientes
a Argentina, más cerca y más expedito.
Explica que el servicio solventa todos los gastos, incluso las consultas a especialistas.
Tajante, advierte en todo caso que "para una eventual emergencia, usted no puede
tener despliegue de recursos en todas partes. Es una red asistencial". Cabe
señalar que tampoco Fonasa reconoce diferencias y la bonificación es la misma
que si se tratara de atenciones médicas en cualquier ciudad del país.
MUY CAROS
Tiempo, plata y agallas, probablemente más que en ningún lugar del país, requieren
los pacientes de Chaitén que necesitan un médico.
¡Porque hay que ser valiente para entrar o salir de allá en invierno, la época
más dura! En barcaza demoran diez horas entre Chaitén y Puerto Montt, dependiendo
del ánimo del dios Neptuno.
A ello deben sumar las dos o tres horas que deben esperar en el terminal portuario
a que el capitán de la nave decida que ya es tiempo. Pero a veces, y sin previo
aviso, la barcaza ¡no llega no más! Pese a ello, la mayor parte de los enfermos
opta por esta incómoda travesía. Para ellos los 47.400 pesos, ida y vuelta,
que vale el ticket de avión, son impagables.
Magnolia Ruiz gastó más de la mitad del sueldo en un pasaje aéreo para volver
con su nieta, recién operada de adenoides. El ticket le costó quince días de
trabajo, 23.800 pesos, es decir, la mitad del sueldo que gana como asesora del
hogar.
En Internet
Dotación Hospital de Chaitén
http://www.dirplan.cl/memoria/html/
servicios/direcciones/aeropuertos.htm
Datos Aeródromo de Chaitén
http://www.dgac.cl/aero/aero24.htm
Información sobre Chaitén
http://www.travelhouse.cl/english/
palenae.htm
Transportes: Itinerarios y Tarifas
http://www.epastudio.com/aisen/destinations-transportes.htm#2