La activista mapuche Juana Calfunao, su pareja Antonio Kadin Huentelao, su hijo Jorge Kadin Calfunao y el comunero Ernesto Lincopán Villagrán, protagonistas de los violentos incidentes registrados el miércoles en el Tribunal de Garantía de Temuco, quedaron en prisión preventiva por ser "un peligro para la sociedad". Otros ocho comuneros, entre ellos su madre, su hija y su hermana, deberán cumplir reclusión domiciliaria nocturna. El Mercurio, 17 de noviembre de 2006
ELMERCURIO.COM |
Agresión en tribunal de garantía de Temuco:
Mapuches que golpearon
a fiscales quedan en la cárcel
Viernes 17 de noviembre de 2006
|
IVÁN FREDES y ROLANDO MARTÍNEZ
La activista mapuche Juana Calfunao, su pareja Antonio Kadin Huentelao, su hijo Jorge Kadin Calfunao y el comunero Ernesto Lincopán Villagrán, protagonistas de los violentos incidentes registrados el miércoles en el Tribunal de Garantía de Temuco, quedaron en prisión preventiva por ser "un peligro para la sociedad".
Otros ocho comuneros, entre ellos su madre, su hija y su hermana, deberán cumplir reclusión domiciliaria nocturna.
Los mapuches fueron imputados de cometer los delitos de atentado a la autoridad, lesiones menos graves, daños calificados, sustracción y destrucción de una carpeta investigativa y amenazas. Ello, durante la brutal agresión perpetrada en contra de los fiscales Luis Torres Contreras y Mauricio Torres Gutiérrez.
En los violentos incidentes del miércoles, protagonizados por los mapuches al término de un juicio oral simplificado contra Calfunao, también resultaron lesionados cuatro gendarmes y tres carabineros.
La masiva agresión ocurrió cuando la activista escupió e insultó a ambos fiscales, mientras que sus familiares, sobrepasando las barreras, los atacaron con golpes de puño, pie y objetos contundentes.
Los fiscales agredidos también se querellaron contra los 12 imputados, que arriesgan hasta cinco años de prisión.
Historial violento
Juana Calfunao Paillalef tiene 50 años, es viuda de un ex trabajador de ferrocarriles, de cuyo único matrimonio nació Lorena Rubilar Calfunao, de cuyo paradero no hay antecedentes. Con otras dos parejas tiene cuatro hijos.
La mujer vivió hasta 1998 en la población San Gregorio, de Santiago. Ese año llegó a la comunidad Juan Paillalef, donde usurpó un terreno de 10 hectáreas, según denuncian sus hermanastras Hortensia y Rosa, las cuales sostienen que las tiene amenazadas de muerte.
En junio de 1999 propinó un golpe al entonces director de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi) Rodrigo González y luego lo agredió con un cabezazo.
Actualmente cumple dos condenas de 61 días, con pena remitida, por los delitos de desórdenes públicos y amenaza. El miércoles fue declarada culpable por ese mismo delito tras ocupar un camino público en el sector del lago Colico. Su hijo, Waiquilaf Kadin, imputado por secuestro, robo y desórdenes públicos, permanece recluido en la cárcel de alta seguridad de Santiago. Fue trasladado en octubre desde Temuco, tras agredir a dos gendarmes.
Otros casos
El 4 de septiembre se produjo una gresca en el tribunal de garantía de Valparaíso. Al término de una audiencia por el delito de estupro, parientes de las víctimas se enfrentaron con el imputado y sus familiares. En la sala no había gendarmes, lo que obligó la presencia permanente de custodios en las audiencias. En otras regiones la seguridad no ha sufrido cambios, ya que los juicios se han desarrollado con normalidad.
En tanto, el miércoles, en Viña, un imputado por secuestro (Esteban Massry) amenazó de muerte al fiscal Patricio Toro cuando salía de la sala.
Piedrabuena pide más gendarmes
El fiscal nacional, Guillermo Piedrabuena, propondrá al Gobierno elaborar un proyecto de ley que endurezca en un grado las penas a las personas que agredan a los fiscales públicos, como ocurrió en Temuco. Explicó que será un proyecto muy simple, y lo "importante es que exista voluntad política en los legisladores para acoger la iniciativa". Por ejemplo, si la sanción por lesiones menos graves establece una pena de 3 años y un día, la sanción podría aumentar a 5 años y un día.
Si los fiscales son agredidos, recalcó, no pueden ejercer la acción penal pública y sin ello no hay nueva justicia.
Piedrabuena apuntó que la seguridad en los tribunales es un asunto de vital importancia, que se puede garantizar con mayor presencia de gendarmes.
Términos y Condiciones de la información
© El Mercurio S.A.P