Dos pájaros de un tiro son los que pretende matar el Proyecto de Forestación Mapuche (PFM) impulsado por Bosques Cautín (BC). Por un lado, la forestación de predios indígenas, un negocio rentable, a largo plazo y que sin la inversión privada no se podría concretar. Por el otro, la ampliación del negocio hacia tierras que sin la sociedad con sus dueños, nunca podrían acceder. La idea fue del impulsor de BC y socio también de Ultramar, Wolf von Appen. El Mercurio, 20 de septiembre de 2007
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Forestal:
Bosques Cautín se une a comunidades locales para forestar predios mapuches
Jueves 20 de septiembre de 2007
En una asociación comercial, la forestal pone la inversión
y luego reparte las ganancias con los dueños de los predios.
Dos pájaros de un tiro son los que pretende matar el Proyecto de Forestación
Mapuche (PFM) impulsado por Bosques Cautín (BC). Por un lado, la forestación
de predios indígenas, un negocio rentable, a largo plazo y que sin
la inversión privada no se podría concretar. Por el otro, la
ampliación del negocio hacia tierras que sin la sociedad con sus dueños,
nunca podrían acceder.
La idea fue del impulsor de BC y socio también de Ultramar, Wolf von
Appen. El negocio consiste en que las comunidades mapuches de la IX Región
aportan con los terrenos -protegidos por la Ley Indígena- y BC con
la inversión.
La empresa se compromete a la forestación, mantención y desarrollo
del predio, mientras el propietario queda sujeto a un contrato de prenda
sin desplazamiento. Existen sanciones si el propietario corta el árbol
antes de lo acordado, aunque desde BC aseguran que no será necesaria
su utilización "Este es un mecanismo de creación de confianza.
Las comunidades dejan de ser meros espectadores, vecinos agresivos y pasan
a ser codueños del bosque", señala Eduardo Klein, director
del PFM de BC.
La sociedad se reparte el bono de Conaf por forestación -hasta 50%
va a los dueños, dependiendo de cuánto extra tuvo que invertir
BC- y las ganancias finales. Pero no en dinero.
Una vez desarrollados los árboles -aproximadamente 12 años-,
el proyecto contempla la repartición de éstos entre los dueños
y BC. El porcentaje destinado a los dueños de los predios va entre
el 40% y 50% de la tala, dependiendo de los costos de mantención del
proyecto, previamente anexados por contrato mediante una tabla de costos.
El dueño tendrá la ventaja de elegir con cuáles árboles
se queda y absoluta libertad para venderlos.
En dos meses y medio BC se ha reunido con 35 comunidades. Los primeros días
de octubre firmarán los primeros contratos con cuatro familias -23
hectáreas-. La meta para este año es llegar a las 300 hectáreas.
LOS COSTOS
A BC le cuesta alrededor de $700 mil plantar una hectárea, de los
cuales Conaf devuelve cerca de $500 mil.