El caso de los comuneros mapuche torturados de Xuf Xuf, fue ampliamente difundido al interior del Wallmapu el año 1999, debido a la gravedad de los hechos y a que se trataba de uno de los primeros casos que dejaba completamente en evidencia el uso de instalaciones policiales para el uso de la tortura en contra de militantes mapuche. Un nuevo caso de amedrentamiento fue denunciado a fines de julio por comunidades mapuche de la zona de Xuf Xuf, donde un fiscal apoyado por un fuerte contingente de Fuerzas Especiales de Carabineros, allanaron las casas de tres familias mapuche, sin que hasta el momento exista una respuesta clara por parte de la autoridad sobre las razones que motivaron el violento e irregular operativo (Foto de Archivo). Periódico Mapuche Azkintuwe, Septiembre de 2004.

 

 
Allanamientos a comunidades mapuche

La represión continúa en Xuf Xuf

Un nuevo caso de amedrentamiento fue denunciado a fines de julio por comunidades mapuche de la zona de Xuf Xuf, donde un fiscal apoyado por un fuerte contingente de Fuerzas Especiales de Carabineros, allanaron las casas de tres familias mapuche, sin que hasta el momento exista una respuesta clara por parte de la autoridad sobre las razones que motivaron el violento e irregular operativo (Foto de Archivo).

Por Renato REYES / Periódico Azkintuwe


Lo sucedido en las comunidades de Xuf Xuf el domingo 25 de julio último ya es no novedad para las numerosas familias mapuche del sector. Ubicadas a escasos kilómetros de Temuko, las 90 comunidades ya desde el año 1999 (ver recuadro) han sido constantes víctimas de acciones de amedrentamiento y persecución policial, con el aval de las autoridades políticas de la Región de La Araucanía y todo el rigor de una justicia, Reforma Procesal Penal de por medio, que no parece tan justa ni renovada.

Según recuerdan los afectados, ese día, un bucólico domingo donde lo que más reina en el campo es la tranquilidad, desde el mediodía las fuerzas policiales fuertemente armadas comenzaron a recorrer el lugar en busca de aun nadie sabe qué. Se habla de armas, fugitivos o presuntos implicados en los últimos acontecimientos que afectaron a un integrante de la familia de colonos Luchsinger, cuyos predios son colindantes a los de las comunidade s y reivindicados por estas desde hace décadas.

Según un comunicado difundido por la Organización Ayjarewe Xuf Xuf, los hechos comenzaron hacia el mediodía del domingo 25, cuando por un camino que pasa por las comunidades se pudo apreciar el avance de una fuerte caravana integrada por dos radiopatrullas, una camioneta, dos microbuses de Fuerzas Especiales de Carabineros y dos tanquetas de la misma fuerza policial, todo bajo las órdenes del fiscal Pablo Sabaj. "Más tarde nos enteramos que había un allanamiento en casa de los Catrilaf y enseguida fuimos hasta allá, pero carabineros ya se había retirado del lugar. Conversamos con la gente, especialmente las mujeres, que estaban muy nerviosas, quienes nos señalaron lo violento del operativo", señala a Azkintuwe Manuel Córdova dirigente del Ayjarewe Xuf Xuf.

En efecto, el primer lugar donde la intimidante comitiva inició su "trabajo", fue en la propiedad de Alberto Catrilaf, comunero del Lof Ñigkilko, que a sus 66 años le ha tocado en más de una oportunidad recibir estas inesperadas e ingratas visitas policiales. Según el relato de los afectados, en ese momento se encontraban en el lugar el dueño de casa, su esposa, de 70 años, la nuera del matrimonio y su pequeña hija de tan solo un año.

"Dejaron algunos vehículos en la calle y otros ingresaron hasta la casa rodeándola", señalan los Catrilaf, agregando que los policías, cuyo número se calcula en unos 30 efectivos fuertemente armados, ingresaron hasta en los invernaderos en su búsqueda. “Entraron a la casa sin mediar ningún tipo de explicaciones, abrieron las puertas a golpes, dieron vueltas camas y muebles. Revisaron textos y decían buscar armas hechizas", continúa el relato.

Sin embargo, la única arma que encontraron fue una vieja escopeta, la que estaba debidamente inscrita y que los hijos de Alberto Catrilaf utilizaban regularmente para cazar liebres y conejos. Pero además de la vieja arma de fuego, fueron confiscados unos cartuchos vacíos y hasta un cuchillo cocinero de la dueña de casa, que le fue quitado a la anciana en instantes en que se disponía a faenar un ave para el almuerzo. Huelga destacar que todas estas "armas" requisadas serian utilizadas más tarde como supuestos "medios de prueba" por parte de la policía y los propios fiscales.

Más tarde y al parecer no contentos con el resultado del allanamiento practicado a la casa de los Catrilaf, la comitiva policial, siempre con el fiscal Sapag a la cabeza, se dirigió hasta la propiedad de Venancio Marinao, también comunero del sector y donde según lo que pudieron constatar los dirigentes del Ayjarewe Xuf Xuf, fue aplicado el mismo procedimiento de amedrentación, sin por cierto, encontrar nada de lo que supuestamente buscaban los efectivos. Para finalizar la tarde de allanamientos, el contingente policial concurrió ahora a la casa de José Tralcal, del mismo sector de los anteriores comuneros y donde el procedimiento policial se repitió al pie de la letra, siendo sin embargo el resultado el mismo de los anteriores: nada de armas ilegales, nada de mapuche prófugos, nada de nada.

Acusan al Fiscal

Pero lo acontecido aquel día no fue un hecho aislado. En el mismo comunicado que la organización de Xu f Xuf hiciera llegar a los medios de comunicación denunciando los últimos operativos que los afectaron, ponen de manifiesto otra denuncia de amedrentamiento contra integrantes del Ayjarewe, ocurrida en el mes de junio pasado y que afectó a los hermanos Javier y Héctor Caniu. "El hostigamiento y persecución hacia la organización no es algo nuevo; ello se grafica en la citación para el día miércoles 11 de junio de los peñi Javier Caniu y Héctor Caniu a la Unidad Especializada de Carabineros ubicada en calle Imperial de Temuko. En dicho recinto se buscó la autoinculpación de los detenidos aplicando tortura física y sicológica que consistieron en insultos, ofensas racistas, burlas y amenazas de todo tipo", denuncio la organización.

Más adelante, el documento público denuncia además la participación en los interrogatorios del propio fiscal Alberto Chiefelle. "Cabe dejar constancia que esta situación se llevó a cabo en presencia y con participación directa del Fiscal Alber to Chiefelle, quien habría también increpado y escupido al rostro a los detenidos en compañía de otros 6 funcionarios policiales y dos fiscales del Ministerio Público", señala. Asimismo, también se denuncia que en reiteradas ocasiones algunos peñi, integrantes de la Organización Ayjarewe Xuf Xuf, son citados a declarar por parte de la Fiscalía del Ministerio Público en donde se les amedrenta y se coarta su participación en la organización. "Esta actitud contradice el derecho de organizarse libremente, que incluso promueve la propia Ley Indígena 19.253", expresan las comunidades.

Según señaló el dirigente Manuel Cordova, ante los hechos relatados están estudiando como organización las formas de denunciar en diversas instancias lo que ha sucedido con las comunidades de Xuf Xuf. Sin embargo, reconocen sus dificultades para poder llevar adelante acciones de este tipo, sobre todo porque ellos no se consideran una organización activista, sino más bien una instancia organiza tiva centrada en el aspecto cultural e identitario. Sin perjuicio de lo anterior, Cordova nos señala que ya fue presentada ante los tribunales de justicia de la región, por parte del Ayjarewe Xuf Xuf, una denuncia en contra de Carabineros por lo sucedido, que califican los dirigentes como una evidente demostración de abuso de poder.

Para Córdova, lo que sucede es que el gobierno chileno le teme a las organizaciones mapuche y por eso las reprime y sobre todo amedrenta utilizando la excusa de los procesos judiciales en curso. "De parte del gobierno existe un temor a que las comunidades se estén organizando y además lo hagan desde las formas tradicionales de nuestro Pueblo y no sobre las reglas que el Estado chileno determina", indica Córdova.

Aun asi -señala el dirigente- las comunidades de Xuf Xuf siempre han buscado formas de acercamiento y diálogo respetuoso con las autoridades de gobierno. Esta postura diplomática fue la que recordaron a las autoridades tras producirse los últimos y violentos allanamientos en su territorio. "Nuestra organización, desde hace varios años atrás, viene planteando la reconstrucción territorial en el marco de la reivindicación de nuestro Pueblo a través de una "mesa de conversación" con el gobierno del nivel regional y na cional, sin obtener a la fecha ningún resultado concreto y favorable para nuestra gente", señalaron en un comunicado, dando cuenta en seguida de la irresponsabilidad del gobierno en esta materia, en especial lo que le toca al Subsecretario de Mideplan Marcelo Carvallo y los funcionarios del propio ministerio.

"Ellos no responden a los acuerdos y usan distintos métodos para cansar y dividir la organización. Todos los acuerdos duermen en algún cajón del escritorio del subsecretario. Por nuestra parte hemos dado prueba de creer en el diálogo y una clara señal es la carta que enviáramos al señor Intendente, con fecha 29 de abril del presente año tratando de buscar espacios de diálogo en donde se nos den respuestas a nuestros planteamientos de 1999, pero a la fecha no existe ninguna respuesta favorable", explican.

Al mismo tiempo, denuncian ante la opinión pública y la sociedad civil que el "Nuevo Trato", el cual, el gobierno de Ricardo Lagos esgrime con tanta parafernalia, dista mucho de lo debatido, escrito y propuesto en los documentos entregados por el propio Presidente de la Comisión, Patricio Aylwin. "Como organización, como mapuche no descansaremos hasta lograr respeto hacia nuestra dignidad como personas y como Pueblo, como asimismo denunciaremos los permanentes atropellos, manipulaciones y la criminalización de las reivindicaciones que recién comienzan a manifestarse".

Más adelante agregan que en la actualidad, en nombre de los latifundistas aledaños, se movilizan decenas de carabineros y fiscales por las comunidades, defendiendo los intereses de los privados y haciendo respetar el "estado de derecho". "Ayer, cuando llegaron estos colonos, amparados por el mismo sistema judicial, se instalaron en nuestras tierras, engañaron, robaron, asesinaron y todos callaron, entonces el "estado de derecho" no era esgrimido. Los mapuche nunca olvidamos, porque somos un Pueblo con memoria", advierten.

Córdova finaliza señalando que ante esta situación sólo queda resistir desde la propia cultura mapuche: "Nuestra gente tiene una resistencia cultural viva. Nosotros mantenemos nuestra cultura y con ello resistimos. Mantenemos nuestros ritos, nuestra lengua, nuestra religión y muchas estructuras p ropias. Estos, que son nuestros símbolos, molestan a la sociedad dominante y es lo que ellos quisieran terminar".
 


Los hechos de 1999


Por Pedro CAYUQUEO

El caso de los comuneros mapuche torturados de Xuf Xuf, fue ampliamente difundido al interior del Wallmapu el año 1999, debido a la gravedad de los hechos y a que se trataba de uno de los primeros casos que dejaba completamente en evidencia el uso de instalaciones policiales para el uso de la tortura en contra de militantes mapuche. Todo aconteció el jueves 16 de diciembre de 1999, cuando durante la madrugada fueron detenidos arbitrariamente Juan Coliñir y sus hijos Alberto Coliñir Painemil y Ruperto Coliñir Painemil; Bernardino Parra Mela y su hijo Manuel Parra Catrilaf; y los hermanos Aurelio Catrilaf Parra y Juan Catrilaf Parra, en un allanamiento realizado a las comunidades mapuche de Quefquehuenu y Ñinqueleo por un contingente fuertemente armado de efectivos de la Tercera Comisaría de Carabineros de Padre Las Casas, IX Región.

En su acciona r -tal como lo señalaba el texto de la querella interpuesta el 23 de diciembre de 1999 por los propios afectados ante la Fiscalía Militar de Temuko- los efectivos policiales no mostraron ningún tipo de orden judicial que autorizara el vio-lento operativo al interior de las comunidades y la posterior detención de los siete mapuche. Tampoco se les dieron a conocer sus derechos ni las razones de por qué eran detenidos y trasladados a instalaciones policiales situadas en la comuna cercana. Más tarde se pudo establecer que sí existían órdenes de arresto emitidas por el Juez del Crimen, pero que estas sólo correspondían a Aurelio Catrilaf Parra, Juan Catrilaf Parra y Alberto Coliñir Painemil, y no a la totalidad de los comuneros detenidos esa madrugada. Según indican los testimonios que en su oportunidad entregaron los propios comuneros afectados, durante su detención fueron violentamente golpeados. En la querella presentada por el Ayjarewe Xuf Xuf, se denunció que, “los carabiner os ingresaron con violencia a los hogares de las personas, sacándolos prácticamente desnudos, sustrayendo en uno de los casos, dineros correspondientes al salario de uno de los hijos de los detenidos, y deteniendo, en definitiva, a los que arriba se individualizaron. Algunos de los detenidos fueron golpeados a vista y paciencia de sus mujeres e hijos”.

Más tarde, según la misma denuncia, los detenidos fueron interrogados acerca de su participación en las movilizaciones y ocupaciones de tierras desarrolladas el 1 de diciembre en la zona por la organización Ayjarewe Wenteche de Xuf Xuf. Varios de ellos, como los hermanos Alberto y Ruperto Coliñir Painemil además denunciaron haber sido sometidos de manera sistemática a sesiones de tortura durante gran parte de su período de reclusión, incluyendo golpes en diversas partes del cuerpo y la aplicación del denominado "submarino seco" (introducir la cabeza del detenido en una bolsa hasta provocar su ahogo). Tres días más tarde , de los siete comuneros mapuche detenidos arbitrariamente, cuatro fueron dejados en libertad sin cargos después de permanecer varios días en régimen de incomunicación y antes de comparecer ante el juez del tribunal respectivo como lo estipula la legislación penal chilena.

El día 23 de diciembre de aquel año, los principales dirigentes de las comunidades mapuche afectadas por los allanamientos nocturnos presentaron ante la Fiscalía Militar de Temuko una querella por los delitos de "robo, violencia innecesaria, tortura y otros tratos crueles y degradantes" en contra de los efectivos policiales que participaron del operativo. Cabe destacar que en este momento el caso se encuentra sobreseído y ningún policía ha sido puesto a disposición de la justicia por su responsabilidad en estos graves hechos, los mismos que ratificó un cabo de Carabineros en septiembre de 2003, hoy asilado político junto a su esposa en Inglaterra.
 
 


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