Desde el Ingenio y Refinería “El Tabacal” presentaron una solicitada denunciando la ocupación de sus tierras por personas que declaran ser indígenas y tener derecho sobre ellas cuando en realidad no lo son. “Nosotros como ingenio le vamos a reconocer al que sea aborigen el derecho de ser aborigen pero que venga un Antropólogo, un sociólogo y vea si son realmente aborígenes y si por lo menos hablan su idioma” dijo el ingeniero. Señaló que ya se perdió el derecho de propiedad, porque cualquiera declara que es originario de una tierra, las ocupa y nadie le hace un ADN para ver si realmente es así. Salta al día, 27 de septiembre de 2004.

El Gerente de Relaciones Institucionales del ingenio, ing. Guillermo Yacúlica, dijo que de 31 personas, 29 son las que no quieren negociar, siendo 12 de ellas de nacionalidad boliviana o paraguayas que no tributan, no pagan canon de riesgos, ni impuestos a la propiedad.

“Nosotros como ingenio le vamos a reconocer al que sea aborigen el derecho de ser aborigen pero que venga un Antropólogo, un sociólogo y vea si son realmente aborígenes y si por lo menos hablan su idioma” dijo el ingeniero.
Comentó que son personas que reciben ayuda de Acción Social de la Nación (cama, colchones, bolsones) que el resto de los argentinos, que realmente tributan y se les cobra impuestos, no la reciben.

“Nosotros los que trabajamos en blanco contribuimos a mantener hospitales, la policía, la escuela, y ellos no aportan nada pero si las usan”.

Reconoce que todas las personas que declararon su domicilio en Orán, realmente habitan allí, es decir que ocupan esa tierras pero no viven de lo que ella produce, ante lo que Yacúlica afirma: “a nadie le marga un dulce, y si pueden recibir unos pesos extras cosechando mandioca o maní lo van a hacer pero los títulos de esas tierras los tenemos nosotros desde 1940”.

Señaló que ya se perdió el derecho de propiedad, porque cualquiera declara que es originario de una tierra, las ocupa y nadie le hace un ADN para ver si realmente es así.

El ingenio entre el año 1.997 y 1.998 ha presentado 30 juicios y 30 denuncias de personas que en rebeldía no quisieron presentar acuerdo de desocupación con la empresa, y de esa cantidad sólo tres han tenido resolución.

En este año ya se registran 38 convenios firmados con personas que reconocieron la propiedad del ingenio y se fueron del lugar.

“Sólo por mantener la paz social, hemos pagado 1.500 pesos por hectárea, por una tierra que es nuestra y que tenemos los papeles desde hace 64 años, pero estas mentiras siguen circulando y ya nos hemos cansado”, expresó el ingeniero.

“Yo no tengo escopeta y no correteo a tiros a nadie- aseguró- nosotros les compramos nuestras tierras, lo que pasa es que hay gente que tomó partido en esto y lo único que hacen es atacar al gran monstruo del ingenio. Hoy es malo ser empresa y tener tierra. Acá están haciendo su negocio”, expresó Yacúlica.

Seguidamente manifestó que no le parece lógico estas consideraciones hacia los campesinos, porque se debe respetar las cosas de ambos lados y no dejar que todos lo que se cuelguen el “cartelito” de aborigen se los considere como tal.

Finalmente asegura que esta gente está con ideas retenidas desde hace un tiempo y expresa el resentimiento de esta manera.

“Esta gente vive de los viejos resentimientos pero yo puedo hacerme cargo de lo ocurrido desde el año 97 hasta el 2.004 pero no me puedo carga con cosas del año 1920”, señaló Guillermo Yacúlica.
 
 

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