Por algún motivo que habría que analizar, muchas personas se han lanzado a una empresa radical, a lo que parece ser una búsqueda de las raíces o, más precisamente, de la casta o linaje de las personas, así como su encuadramiento en un ámbito cultural más restringido. El retroceso por efecto de la impetuosa vocación raigal nos debería depositar, al cabo, en ese escenario prodigioso donde probablemente nuestro remoto antecesor se paró sobre sus pies. La Arena (Santa Rosa), 29 de septiembre de 2004.

 

Santa Rosa (La Pampa), 29 de septiembre de 2004.

Cavan en busca de unas raíces

Señor director:

La decisión de los legisladores provinciales acerca del "duelo" por el 12 de octubre, en la línea de las declaraciones a favor de los aborígenes, puede ser vista en relación con actitudes que toman los miembros de otras etnias o razas o naciones que constituyen, con las consabidas mezclas, la actual población de estas tierras.

Por algún motivo que habría que analizar, muchas personas se han lanzado a una empresa radical, a lo que parece ser una búsqueda de las raíces o, más precisamente, de la casta o linaje de las personas, así como su encuadramiento en un ámbito cultural más restringido.

Hubo un tiempo en que las celebraciones dominantes estaban, en cuanto a la línea europea, encaminadas hacia la denominación general de la nación de origen. Hablábamos de España, de Italia y, en menor medida (conforme a la cuantía del aporte inmigratorio), de Francia, Inglaterra, Alemania, Arabia, Rusia. Ahora los que llamábamos españoles tienden a agruparse según los encuadres regionales: vascos, gallegos, catalanes, andaluces..., actitud que se repite con los italianos (o sea, con los que decíamos italianos).

En este regreso a las fuentes reales o presuntas de la población actual, puede sospecharse que, al acentuarse, llegará hasta las sucesivas tribus "bárbaras" que fueron poblando el occidente europeo, los celtas, godos, alanos, semitas judíos y árabes y mozárabes..., es decir, todo ese avance, crecimiento o aniquilación de grupos humanos que cerraban el ciclo del desplazamiento de la especie, desde que ésta abandonara su centro originario en algún lugar de Africa.

El retroceso por efecto de la impetuosa vocación raigal nos debería depositar, al cabo, en ese escenario prodigioso donde probablemente nuestro remoto antecesor se paró sobre sus pies, liberando manos y brazos y abarcando con su vista un horizonte más dilatado, luego de lo cual se puso en marcha hacia el norte y hacia todos los rumbos de la tierra habitable. El aborigen americano fue, según estas estimaciones científicas, una de las ramas de esta especie en su larga marcha detrás de horizontes promisorios, o en fuga ante el acoso de semejantes más fuertes, más ingeniosos o más ladinos. Se ha podido reproducir con alguna aproximación la larga marcha del hombre en América, generalmente con el sur como orientación y destino, hasta la llegada a los territorios del confín y las islas más próximas a la Antártida. ¿Es improbable que la búsqueda de los remotos orígenes lleve a invertir el salto evolutivo desde los irracionales al hombre actual? De suceder, nos confirmaría en la fraternidad con el mono y con seres cada vez más elementales, hasta, quizás, las protocélulas.

El atleta que se dispone al esfuerzo retrocede hasta un punto, pero el sentido de su acto no es lo de atrás sino ese objetivo que está adelante: la altura a sobrepasar, la distancia a ser cubierta por el salto, el tiempo que mida su velocidad. El futuro lo motiva y le da sentido a su quehacer. El atleta tiene un proyecto. Proyectar es lanzar, dirigir hacia delante o a distancia. Idear, trazar o proponer el plan y los medios para la ejecución de algo. En los procesos humanos, se va hacia atrás para tomar cabal conocimiento de lo que se ha llegado a ser, a fin de trazar el plan para intentar lo que se quiere ser. Se cultiva la memoria para que el afán de avanzar no haga que se descargue o se omita algo de lo que es propio y que, por eso, es condicionante.

Queda por ver si la bandera a media asta y otros ritos de este nuevo culto retornista serán un punto de partida consistente en asumir toda la historia para sustentar el impulso y la voluntad de construir un futuro integrador, incluyente y mejor. El disco, la jabalina, el cuerpo tensado para el salto o la carrera están orientados hacia el ignoto porvenir, que se quisiera someter a nuestro designio e inspiración.

Atentamente: JOTAVE
 
 

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