Los propietarios de las haciendas y los indios protagonizaron una primera escaramuza la semana pasada que dejó tres personas heridas y que puede repetirse en cualquier momento debido a las continuas provocaciones y las amenazas entre ambas partes. Poco antes de ese primer choque, un tribunal suspendió la orden de desalojo y dio un plazo de veinte días para que los hacendados lleguen a un acuerdo con la estatal Fundación Nacional del Indio (Funai). Los indios guaraní-caiová alegan que ocuparon tierras que pertenecían a sus antepasados, exigen una ampliación de su reserva y aseguran que se resistirán a un intento de desalojo y que están dispuestos a morir por la causa.. Los Andes (Mendoza), 29 de enero de 2004.
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Brasil: Guaraníes incendiaron
haciendas
Los cerca de 3.000 indios que ocupan las haciendas y amenazan con resistir a cualquier intento de desalojo incendiaron la vivienda y la bodega de una de las fincas invadidas, y saquearon y demolieron la casa de otra de las propiedades, según la versión periodística.
Los destrozos fueron descubiertos el martes durante el sobrevuelo en helicóptero realizado por la policía en el área de conflicto, en el municipio de Japorá y próximo a la frontera con Paraguay, y son evidentes en una fotografía publicada por el diario paulista.
Los propietarios de las haciendas y los indios protagonizaron una primera escaramuza la semana pasada que dejó tres personas heridas y que puede repetirse en cualquier momento debido a las continuas provocaciones y las amenazas entre ambas partes.
Los propietarios amenazaron esta semana con contratar pistoleros para expulsar a los invasores y la Policía Federal abrió una investigación debido a que autoridades de la región denunciaron la presencia de milicias armadas.
La policía también está investigando denuncias según las cuales los indios están intentando cambiar el ganado de las haciendas invadidas por armas en Paraguay.
El miércoles pasado, cuando se registró el enfrentamiento, vencía el plazo dado por un juez para que los indios abandonaran las haciendas que ocupan desde el 22 de diciembre pasado y la Policía Federal había preparado un operativo de desalojo.
Poco antes de ese primer choque, un tribunal suspendió la orden de desalojo y dio un plazo de veinte días para que los hacendados lleguen a un acuerdo con la estatal Fundación Nacional del Indio (Funai).
Los indios guaraní-caiová alegan que ocuparon tierras que pertenecían a sus antepasados, exigen una ampliación de su reserva y aseguran que se resistirán a un intento de desalojo y que están dispuestos a morir por la causa.
Las fincas invadidas son próximas
a la reserva Yvy Katu, que tiene una extensión de 1.600 hectáreas.
Los indios sostienen que el área que pertenecía a sus ancestrales
es de 9.461 hectáreas.
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