El inicio de un proceso que permita establecer un diálogo entre los grupos mapuches más radicalizados y la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi) será una de las tareas relevantes que emprenderá dicha entidad, según lo precisó ayer su director, Edgardo Lienlaf (DC).Este último manifestó que la idea es lograr articular con gobernaciones e intendencias un trabajo en este punto, que podría traducirse en mesas donde participen las entidades más conflictivas, principalmente la Coordinadora Arauco Malleco y el Consejo de Todas las Tierras.Aunque la primera estrategia será tratar de incorporarlos a la mesa de trabajo sobre el tema indígena conformada por el Presidente Ricardo Lagos, Lienlaf reconoció que si ello no prospera se buscaría otra instancia, partiendo de la premisa que nadie debe quedar excluido del diálogo.El Mercurio, 7 de abril de 2000

 Proyecto de Documentación Ñuke Mapu
El Mercurio Electrónico
Santiago de Chile, Viernes 7 de Abril de 2000
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Conadi Dialogará con Mapuches Radicalizados

Edgardo Lienlaf indicó que podría instaurarse una instancia especial, y que incluso se analizan las demandas de esos grupos.
 

El inicio de un proceso que permita establecer un diálogo entre los grupos mapuches más radicalizados y la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi) será una de las tareas relevantes que emprenderá dicha entidad, según lo precisó ayer su director, Edgardo Lienlaf (DC).

Este último manifestó que la idea es lograr articular con gobernaciones e intendencias un trabajo en este punto, que podría traducirse en mesas donde participen las entidades más conflictivas, principalmente la Coordinadora Arauco Malleco y el Consejo de Todas las Tierras.

Aunque la primera estrategia será tratar de incorporarlos a la mesa de trabajo sobre el tema indígena conformada por el Presidente Ricardo Lagos, Lienlaf reconoció que si ello no prospera se buscaría otra instancia, partiendo de la premisa que nadie debe quedar excluido del diálogo.

Esta línea marca una diferencia con lo que se venía haciendo anteriormente desde la Conadi y el Ministerio de Planificación y Cooperación (Mideplan), pues hasta ahora nunca se planteó tan explícitamente la posibilidad de validar como interlocutores a estas organizaciones.

Incluso, Lienlaf explicó que la Conadi está en estos momentos evaluando la información que tiene respecto a requerimientos que han planteado dichos grupos, a fin de ver si existe capacidad para responder a ciertas demandas.

Lienlaf se encuentra provisionalmente al frente de la entidad desde hace un par de semanas, luego de la renuncia al cargo de Rodrigo González.

Al esbozar los principales énfasis que desea imprimir a su gestión, explicó que su principal desafío es reposicionar y devolver credibilidad a la Conadi dentro del mundo indígena, como también abrir espacios nuevos de acción con otros organismos públicos.

En esa línea, reconoció que si bien las anteriores administraciones enfatizaron especialmente el Fondo de Tierras y Aguas, ahora intentarán potenciar los otros dos fondos: el de Desarrollo, y el de Cultura y Educación.

El presupuesto de la Conadi para este año bordea los $13 mil millones, de los cuales el Fondo de Tierras y Aguas se lleva cerca de $11 mil millones.

Otro de los temas ligados al mundo indígena que sigue despertando atención es el proyecto de la central Ralco, el que podría gatillar a futuro la inundación de tierras de familias pehuenches que no lo desean.

Sobre este punto, Lienlaf explicó que se están preparando para los distintos escenarios posibles, y que si las hermanas Quintremán - emblemáticas detractoras del proyecto- le pidieran asesoría legal a la Conadi, la entidad se la prestaría.

Al mismo tiempo, explicó que la corporación está estudiando la propuesta efectuada por Lagos durante su campaña - de entregar 150 mil hectáreas en su período- , con el fin de ver la factibilidad de lograrlo.

En Temuco, el Consejo de Todas las Tierras, que lidera Aucán Huilcamán, atribuyó a la presión de las movilizaciones iniciadas por ese grupo hace casi diez años la recuperación de al menos 5 mil hectáreas de tierras adquiridas por el Gobierno y traspasadas a comuneros adscritos a esa entidad étnica.

La afirmación la hizo ayer el vocero o werkén de esa organización, José Naín, al inicio del Séptimo Tribunal Mapuche, instancia de carácter simbólica que recoge las reclamaciones indígenas sobre tierras supuestamente usurpadas a las comunidades indígenas y responsable de diseñar estrategias jurídicas, políticas y de movilización social para su recuperación.

En el Tribunal Mapuche participan autoridades ancestrales de la cultura mapuche, como los loncos o jefes de comunidades y las machis o autoridades religiosas, además de comuneros.

En la actualidad, 144 de los comuneros del mencionado consejo cumplen condena con pena remitida por usurpación de tierras, como corolario de un largo proceso judicial iniciado en 1992.

El autodenominado Tribunal Mapuche concluirá hoy con un nguillatún o rogativa en el cerro Ñielol de Temuco, donde se dará lectura a sus conclusiones y se fijará su posición acerca de las demandas indígenas, el reconocimiento constitucional de la etnia y su relación con el Gobierno actual.

En los últimos diez años la Conadi ha comprado y traspasado unas 100 mil hectáreas con vistas a resolver progresivamente los conflictos por tierras.
 


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