Quienes se reunieron ayer con el Intendente de la Octava Región salieron disconformes. Su respuesta será una "vigilia de dolor" ante el desempleo.La paciencia se acaba para los pehuenches, trabajadores y vecinos de la comuna de Santa Bárbara, en el Alto Biobío. Así lo desmostraron ayer en Concepción cuando una caravana de 22 buses llegó a zona "huinca". Su objetivo, reclamar y exigir al gobierno que se reinicien los trabajos de la central Ralco.El intendente, Martín Zilic, tras una reunión de dos horas, instruyó al gobernador de la provincia de Biobío, Juan Carlos Coronata, para que gestione lo antes posible una reunión entre ejecutivos de Endesa (responsables del proyecto energético), los líderes pehuenches y trabajadores. Pero la situación no está tranquila. Se notó en la reunión de ayer. Mientras el intendente escuchaba, junto a los seremis de Obras Públicas y Vivienda, los pehuenches en voz fuerte reiteraron: "No podemos seguir cesantes (350 indígenas y más 800 trabajadores desocupados). Ya no nos queda pan y nuestros hijos preguntan cuándo volveremos a trabajar", explicó uno de los caciques José Levy. Diario El Sur, 1 de octubre de 1999

Viernes 1 de Octubre de 1999Apoyo a hidroeléctrica el 12 de octubre
Pehuenches convocan a
una vigilia en Alto BiobíoQuienes se reunieron ayer con el Intendente de la Octava Región salieron disconformes. Su respuesta será una "vigilia de dolor" ante el desempleo.
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Durante más de cuatro horas, debieron viajar desde el Alto Biobío a la capital penquista la caravana pehuenche y de trabajadores. Con paciencia, pero mucho ruido esperaron las dos horas en que sus líderes buscaban "humo blanco" con el intendente Martín ZilicLa paciencia se acaba para los pehuenches, trabajadores y vecinos de la comuna de Santa Bárbara, en el Alto Biobío. Así lo desmostraron ayer en Concepción cuando una caravana de 22 buses llegó a zona "huinca". Su objetivo, reclamar y exigir al gobierno que se reinicien los trabajos de la central Ralco.
El intendente, Martín Zilic, tras una reunión de dos horas, instruyó al gobernador de la provincia de Biobío, Juan Carlos Coronata, para que gestione lo antes posible una reunión entre ejecutivos de Endesa (responsables del proyecto energético), los líderes pehuenches y trabajadores.
Pero la situación no está tranquila. Se notó en la reunión de ayer. Mientras el intendente escuchaba, junto a los seremis de Obras Públicas y Vivienda, los pehuenches en voz fuerte reiteraron: "No podemos seguir cesantes (350 indígenas y más 800 trabajadores desocupados). Ya no nos queda pan y nuestros hijos preguntan cuándo volveremos a trabajar", explicó uno de los caciques José Levy.
Al término de la reunión, donde el calor ambiental aumentó con las críticas pehuenches, el representante de los trabajadores y vecinos de Santa Bárbara, Tito Iraira, aseguró que en vista de que no salieron satisfechos por la respuesta del gobierno regional, realizarán este 12 de octubre una "vigilia de dolor" ante la ausencia de empleo que, en palabras del alcalde de la comuna cordillerana, René Correa, supera el 60%.
"Será una vigilia donde convocamos a todos los habitantes del Alto Biobío, vecinos de Santa Bárbara y autoridades. Será algo grande, ya que el hambre no espera más", dijo Tito Iraira.
Se complica aún más cuando una de las aguerridas hermanas Quintremán, Nicolasa, aseguró el miércoles que se preparan con otras agrupaciones de la provincia de Arauco (la radical Coordinadora Arauco-Malleco) para defenderse ante las amenazas que según ella ha recibido en los últimos días.
Los pehuenches confirmaron ayer en la Plaza de Armas que el 99% de ellos está en favor del proyecto Ralco. Y sólo el uno por ciento está en contra. "¿Dónde está la división que se mencionan en los medios? Aquí todos estamos de acuerdo con la instalación de una mega industria, ya ello significa trabajo", exclamó el dirigente Ricardo Gallina.
No se firmó ningún documento o compromiso en la intendencia como esperaban los pehuenches y los parlamentarios, senador Mario Ríos y diputado Víctor Pérez. "Hay un clima de tensión y agitación en el Alto Biobío. Y eso es muy preocupante", le señaló el senador Ríos al intendente.
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