La comuna de Galvarino es un orgullo y un ejemplo para el resto del país. Por lo menos así lo piensan los ministros Kast y Larroulet que estuvieron en La Araucanía, acompañando al intendente, Andrés Molina, en la última mesa de diálogo nacional.

Antes del encuentro el equipo de Gobierno llegó hasta el sector rural de la comuna, para conocer en terreno cómo una familia -en una hectárea- realiza todo tipo de siembras, además de producción de huevos, lo que les permite vivir.

EMPRENDEDORES

En el campo de la señora Sepúlveda hay prácticamente de todo. Orgullosa le explicaba a los representantes del Ejecutivo que no entendía cómo hay tanta gente que tiene muchas hectáreas de terreno y no es capaz de cultivar nada, y ella en sólo 10 mil metros cuadrados, cosecha productos para autoconsumo pero también para vender en el pueblo.

A pocos kilómetros del lugar, el marido de María fue el que sorprendió con su inédita alianza con Maderas Venturelli. Él, junto a otros mapuches, prestan servicios forestales. Con grandes máquinas que aprendieron a usar, son los encargados de talar bosques para luego trasladar la madera hasta la planta de esta empresa regional.

Así no sólo tienen una actividad económica estable sino que también dan señas al mundo mapuche que sí es posible convivir con las empresas forestales de manera pacífica y organizada.

"La experiencia ha sido buena porque tenemos empleo cerca de nuestras familias. Acá somos varias personas que gracias a este acuerdo con la empresa tenemos un sueldo para vivir", dice José Peuchulef.

ALIANZA

Por su parte, el intendente Molina confirmó que este es el tipo de alianzas que hoy se están buscando.

"Como Gobierno -a través del Plan Araucanía- queremos incentivar que el mundo privado se acerque al mundo mapuche", dijo.