En el panel intervinieron Esteban Valenzuela, Fernando Pairican y José Mariman director del Centro de Estudios Rümtum.
Con un conversatorio realizado este viernes en Casa de la Ciudadanía Montecarmelo, denominado “Autonomía, Poder Constituyente y pacto por Democracia: Desafíos para el movimiento mapuche en Chile” se dio lanzamiento al Centro de Estudios Rümtum, el que conformado por profesionales y académicos mapuche, vasca “en generar espacios de reflexión en torno a temáticas de derechos colectivos, especialmente políticos, teniendo como horizonte la autonomía y autodeterminación de los pueblos indígenas”.
Por su parte licenciado en Historia y colaborador permanente del periódico The Clinic, Fernando Pairican, destacó “que en estos 20 años en que se ha comenzado a trabajar en torno a la autodeterminación, se ha convertido un tema más tratado y aparece como una salida para la situación del pueblo mapuche. Por eso es importante preguntar a la elite política si es que realmente quieren solucionar el problema del pueblo mapuche, pues se trata de un gran desafío para Chile, donde lo fundamental es generar una gran transición a una nueva era política, con incorporación de los pueblos indígenas con todos sus derechos”, aseguró.
“La actuación de estado estas dos últimas décadas ha sido cortoplacista, responde a la coyuntura, no hay planificación ni proyecto alguno, aquí lo que debe haber es un nuevo contrato social, en que podamos debatir y exponer estas ideas. Tiene que haber en definitiva una transformación del Estado y tomar en serio este problema. Sino seguimos repitiendo las lógicas que ya están agotadas, y que debe incluir la reparación simbólica a las familias de los mapuche que han sido asesinado”, agregó.
Finalmente José Mariman, director del Centro de Estudios Rümtum, precisó que el gobierno ha tenido oportunidades de hacer cosas concretas respecto a los pueblos indígenas y sus derechos, pero no lo ha hecho. “En política indígena ficción del gobierno, por así decirlo, se ha planteado como política en la materia la creación de un ministerio, de un consejo indígena y la hipotética representación –mediante cuotas- para el pueblo mapuche. Sin embargo, un ministerio es un aparato de gobierno y no de representación de una población en particular, sostienen algunos, y para ello estaría el Consejo, pero no tendrá poder vinculante. Empoderar a los mapuche y sus sociedades, no parece prosperar mucho, aunque no digo con eso que esté condenada al fracaso”, concluyó.
