Jorge Andrés Luchsinger dijo estar desilusionado de la justicia, las policías, el Gobierno y el Estado por el poco avance que ha tenido la investigación del asesinato de sus padres, hecho ocurrido el pasado 4 de enero.
Uno de los hijos del matrimonio compuesto por Werner Luchsinger y Vivianne Mackay, muertos en un atentado incendiario ocurrido en su casa de Vilcún el pasado 4 de enero, Jorge Andrés Luchsinger, denunció el poco avance que ha tenido la investigación del crimen y acusó a la justicia, las policías, el Gobierno y el Estado de no tener voluntad en resolver el caso.En una entrevista dada al Austral de La Araucanía, el vocero de la familia manifestó que "la puerta giratoria sigue funcionando y no hay voluntad de solucionarla y resolver el crimen. Los jueces culpan a los fiscales, ellos a su vez a las policías, y se pasan la pelota uno a otros y el resultado es que el sistema no funciona y quienes sufren somos las víctimas".
Sostuvo que "lo que me gustaría es que enjuiciaran y encarcelaran a todos los culpables. Los que organizan, financian, ejecutan, encubren y los que de alguna forma están relacionados o han sido partícipes de este acto. Ahí me sentiría más tranquilo, pero sé que eso no va a ocurrir, no ha pasado hasta ahora y el poder que tienen estos grupos es muy grande y no hay voluntad de Estado en resolverlo".
"NO TENGO MUCHA FE DE QUE ESTO SE RESUELVA"
Jorge Luchsinger explicó que "el sistema ampara a estos terroristas, no diré quién es el responsable que esto no funcione, pero quien lo sea no está haciendo su trabajo, ni siquiera en los delitos comunes ni en los más graves, no se ve que actúen con firmeza".
Con respecto a la labor que han realizado las policías, explicó que "me referiré hasta el momento que nos quemaron la casa y mataron a mis papás. La inteligencia la veo por sus resultados, si han quemado toda esta gran cantidad de casas y han cometido todos los atentados incendiarios que hubo el año pasado es evidente para mí que la inteligencia no funciona o simplemente no hay porque es nula su labor".
Criticó también la acción tardía del Gobierno en el conflicto mapuche. "Recién sentarse a conversar, después que han pasado 10 ó 15 años de problema, es lo que ocasionó que esto siga creciendo de tal magnitud que por unas pocas conversaciones no se va a detener. Los atentados han disminuido porque las organizaciones que financian lo decidieron así, no por el buen trabajo que se está efectuando. No creo que haya mucho ánimo de resolverlo, al menos en este Gobierno no se logrará", dijo.
El hijo del matrimonio asesinado afirmó que "no tengo mucha fe de que esto se resuelva. Al principio se partió con mucho entusiasmo porque era un papa caliente que tenía el Gobierno de la cual debía preocuparse por todas las manifestaciones que había presionándolos para que tomaran medidas, para que esto no vuelva a ocurrir, pero a medida que ha ido pasando el tiempo no veo que se vaya trabajando tanto como en un primer momento, fue cosa del momento nada más".