"Desde la CAM no vemos una posible solución en el corto y mediano plazo", dice sobre autonomía del pueblo mapuche.
Optar por un trabajo de tipo político es la meta que dice tener ahora Héctor Llaitul, máximo dirigente y vocero de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), entidad que para el Ministerio Público y las policías es "terrorista", pero que él insiste en que se trata de un referente ideológico que "inspira y mueve al grueso del movimiento mapuche más allá de la presencia orgánica en ciertas zonas".
El dirigente y vocero de la CAM afirma que se debe continuar con "un proceso de control territorial" para conseguir la autonomía de lo que llama el territorio mapuche o Wallmapu, desde el río Biobío a Chiloé.
Ese es el principal fin de esta entidad, cuya orgánica interna no precisa. "En algún momento existió una estructura explícita, la cual sirvió para una representación territorial en el Wallmapu, pero actualmente estamos replanteando tales lineamientos bajo nuevas condiciones cuantitativas internas". El arresto de varios de sus miembros en los últimos años debilitó esa estructura, dice la policía.
Se niega a responder si en ese "proceso de control territorial" la violencia es una herramienta importante. Pero comenta que "bajo la condición histórica de constante opresión, expresada en los procesos de inversión capitalista en nuestro Wallmapu, con su correlato de asedio y represión, tenemos derecho de articular la autodefensa de nuestro territorio".
Reconoce que los llamados órganos de resistencia territorial, que se han adjudicado ataques violentos en la zona sur, responden a la ideología de la CAM, pero precisa que sus acciones son propias. "Se encargan de enfrentar los proyectos de inversión transnacional cuando se han visto agotadas las demás vías de resistencia".
Recalca que "estas acciones deben, y en eso somos enfáticos, tener un carácter anticapitalista. Eso delimita claramente un rango de nuestra praxis".
El dirigente expresa que la solución al "conflicto entre el pueblo-nación mapuche y el Estado chileno", como lo llama, no se ve fácil. "Desde la CAM no visualizamos una posible solución en el corto y mediano plazo, mientras no se comprenda que la problemática alcanza rangos estructurales y pasa, necesariamente, por un diseño territorial (recuperación) y la conquista de la autonomía".
Llaitul trabajará hasta esta semana en la hospedería en donde el arzobispo de Concepción, Fernando Chomali, le ofreció un empleo, pues retornará a su comunidad en Puerto Choque, donde asegura se recuperará de sus males físicos, ejercerá de orfebre -oficio que aprendió en la cárcel- y terminará de escribir un libro sobre "la verdadera historia de la CAM", el que espera publicar este año, para que sea "un instrumento de disputa teórica e ideológica para la situación actual del movimiento mapuche", afirma.
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