Fue ante las comunidades mapuches por el desalojo.
Les prometió "reparar daños" y trabajar en su problemática.
"Públicamente les pido disculpas y espero que me las acepten porque tengo la capacidad de ser humilde y reconocer cuando me equivoco. Quiero dejar en claro que fue un acto de la Justicia y nosotros nos limitamos a colaborar ante un pedido concreto. Desconocíamos por completo que se trataba del desalojo de una comunidad aborigen", dijo.
No obstante, tras un debate que duró media hora, los ánimos se calmaron y hubo coincidencias para comenzar a trabajar en la puesta en marcha de una oficina comunal que atienda específicamente la problemática aborigen.
Previamente recibió por separado a Aurelia y Manuel Valle, Mirta Ñancunao (Las Huaytekas) y Alejandro Huenchupán (Tequel Mapu), ante quienes se comprometió a "reparar los daños".
En varias oportunidades reiteró que "pertenezco al movimiento nacional y popular que encabeza la compañera Cristina, que está en defensa de las comunidades aborígenes".
A esa altura, uno de los dirigentes le recriminó que "esto no es una iglesia, para que vengas y pidas perdón. Acá se trata de saber qué actitudes políticas podemos esperar a futuro de tu gestión".
El viernes pasado, la policía dio cumplimiento a una orden del juez Ricardo Calcagno en relación a una causa tramitada ante los juzgados Civil y Penal de Bariloche, sobre la tenencia y titularidad de tierras que pertenecieron a la familia Valle desde 1903 y que habrían sido vendidas por una sobrina a terceros.